Me quede leyendo libros de los que habia traido de mi casa, algunos estaban en español asi que Hobi ni siquiera podría entender lo que dice. Era un poco triste que J-Hope nunca se animara a hablar es español, eso me ponia muy triste.
Me quedé casi toda la mañana leyendo y leyendo historias de los hermanos Grimm, de pequeña, estos me encantaban y no podía dejarlos ni un solo segundo, solo cuando iba a dormir. Era el único momento donde dejaba de lado mi obsesión con aquellos libros.
Cuando mi vista comenzó a agotarse de letras y letras, baje a la cocina. Al parecer todo estaba solo y sin nadie en casa ¿Se habrá ido J-Hope? No creo, el dijo que no me dejaria sola hasta que sanara el golpe que previamente me di en la cabeza. No le dí mucha importancia al hecho de que tal vez Hobi se hubiera ido a otro lugar. Incluso, era momento de aprovechar para agarrar todas las frituras y galgerias que encontraba en la alacena. Despues, corrí lo más rápido a la habitación para esconder todo el botín.
Pero depronto, noto que algo me habia faltado... ¡Me había olvidado de la golosina más importante de todo! Así que decidí bajar muy sigilosamente ya que Hoseok podría llegar en cualquier momento y no se podía dar cuenta de que estaba atracando su alacena, así que en movimientos muy rápidos y cuidadosos alcancé mi objetivo.
Todo iba bien hasta que de la nada, J-Hope había llegado, al parecer estaba en el sotano de la casa. Rápidamente yo escondí detras mio las golosinas, no iba a dejar que se lo llevara.
J-Hope: ¿Qué haces? -Preguntó con una cara malvada-
Paula: Ammm.. nada.. solo venía a ver si habían aceitunas.. -Reí de manera nerviosa-
J-Hope: Mentir está mal -Hizo puchero-
Paula: ¿De que hablas Hobi?
En ese momento, no se como pasó pero mis manos de mantequilla hicieron su maravilloso trabajo haciendo que se me cayera el paquete y J-Hope lo pudiera ver con claridad.
J-Hope: ¡¡Lo sabía!! -Rió victorioso-
No tuve más escapatoria que hechar a correr por toda la casa, subía y bajaba las escaleras como si no hubiera un mañana. Pero en un momento, Hoseok me logró alcanzar agarrándome de la cintura.
Paula: Noooo porque?
J-Hope: Las gomitas son todas mías MUAJAJA -Rió de manera malvada-
En un segundo, ya estábamos sentados en la sala. Yo estaba encima de J-Hope rogándole piedad, pero se negó a escucharme.
Paula: Por lo menos no sabes dónde tengo todo mi botín -Dije de manera victoriosa-
J-Hope: ¿Como que no se? -Dijo mientras se metía una golosina a su boca- Yo soy un espía completo
Paula: Bueno, si tanto sabes. Muestrame donde esta -Dije en un tono picaro-
El automáticamente se levanto para dirigirse a el lugar donde estaban todas las golosinas, como yo estaba en sus piernas se vió obligado a cargarme hasta allí. Cuando llegamos a la habitación, ahí estaban todas las chucherias que habia llevado.
Sentí piedad y compasión por el así que compartimos los dos todas las chucherías. Hasta que encontramos un paquete de cheetos pero versión coreana. Yo le explique sobre esos cheetos que eran muy poupulares en mi país natal, extrañaba mucho el sabor original de aquellas frituras.
Finalmente, terminamos con un dolor estomacal de tantas chcuherias que habiamos comido. No aguantabamos más del sueño y nos dormimos cayendo profundo en la almohada. Era una noche helada y la brisa era lo único que se podia oir.
Al día siguiente, me levanté y lo primero que vi fue los hermosos ojos de Hoseok clavados en mi, al parecer queria avisarme que la comida estaba servida. Pero no, mis pensamientos estaban en lo erróneo, pues solo tenia la mirada clavada en mi porque debia colocar paños de agua fría en mi frente para la hinchazon de la herida.
Sinceramente, Hobi estaba haciendo mucho por mi. De verdad no se que haría sin el, su corazón era tan gentil y alegre que agradezco mucho haberlo encontrado en mi vida..
Bueno amigos, espero que les haya gustado el capitulo y no olviden darle like y suscribirse a mi cuenta. Recuerden no salir de sus casas y si lo hacen asegurensen de salir bajo las normas de bioseguridad y disculpen el capítulo tan corto <3
Adios :D!!