Una Vida Sobrenatural

23. Justicia para todos

Sam, Dean y Emma habían llegado al bar Sugar Nights. El local resultaba estar justo al lado del callejón donde las tres víctimas habían sido encontradas. 

Tras interrogar a cada uno de los camareros y clientes asiduos de aquel bar los hermanos y Emma habían descubierto algo más de la tercera víctima, Bob Bennett, al igual que los Miller, tampoco parecía ser un ciudadano ejemplar. Los testimonios de los allí presentes lo habían descrito como un hombre al que le encantaba sobrepasarse con las chicas. 

—Así que tenemos a los Miller, dos maltratadores, víctimas de un hombre lobo y por otro lado, a Bennet, un sobón desangrado por un vampiro. —expusó Sam. 

—Ajá. —asintió Dean—. Parece que eligen bien a sus víctimas. 

—Y parece que las eligen aquí... —confirmó Emma. 

—Deberíamos estar atentos. 

Los tres repasaron con sus miradas el local, el cual estaba bastante abarrotado, tratando de localizar a algún sospechoso.

—Podría ser cualquiera. —bufó el mayor de los hermanos—. Tal vez deberíamos montar una escena puesto que parece que sólo van detrás de gente poco ejemplar... —agregó dirigiendo su mirada a Emma.

—Nada de cebos, Dean. 

—¡Ni siquiera sabes lo que iba a decir! 

—¿Qué propones? —preguntó Emma, intrigada. 

Dean sonrío al ver que al menos la chica mostraba interés.

—Una interpretación en la que tú, resultas ser nuestra víctima. —respondió señalándose a sí mismo y a Sam—. Fingimos un asalto, un robo, algo por el estilo. Si estos monstruos eligen a sus víctimas como creemos, vendrán a por nosotros y será nuestra oportunidad para acabar con ellos. 

 —Es un plan estúpido.  —señaló Sam, dedicándole a su hermano una cara de pocos amigos—. Si realmente están ahora mismo aquí ya han visto que vamos juntos, Genio.

—O tal vez no... Además es el único plan que tenemos, Sabelotodo. —contraatacó Dean.

—Callaos los dos. — les regaño Emma —. La verdad es que no perdemos nada por intentarlo.

 

***

 

El plan, tal como había previsto el menor de los Winchester, resultó un fracaso absoluto.

Tras fingir haber asaltado a Emma los hermanos habían vuelto dentro del bar con la esperanza de que los responsables de aquellas muertes vinieran a por ellos, pero nada de ello ocurrió. 

Por su lado, Emma vigilaba el callejón desde el interior del Impala, a la espera de algún movimiento por parte de los monstruos, pero tampoco tuvo ninguna suerte. 

Un par de horas más tarde y debido al cierre del bar, Sam y Dean, se unieron a la chica en el coche.

—Menudo éxito. —musitó irónicamente Sam, tomando asiento en el vehículo.

—Había que intentarlo. ¿Tú tampoco has visto nada raro? —giró Dean su cabeza para mirar a Emma.

—Nada de nada. —negó la chica desde la parte de atrás—. Seguimos igual que antes... 

—Volvamos al motel nos espera una larga noche de investigación. —zanjó Dean girando el contacto para arrancar el Chevy Impala.

Llegaron a la habitación donde se alojaban alrededor de las 2:30 A.M y empezaron a repasar todas las notas sobre el caso para asegurarse de que no se les había pasado nada por alto. 

Tras horas y horas de investigación, Sam encontró algo que le llamó mucho la atención. Hacía casi dos meses que la aparición de víctimas alrededor del bar Sugar Nights se había vuelto de lo más común.

—Chicos, creo que deberíais escuchar esto. —habló sentado alrededor la mesa de la habitación. 

Dean, que se encontraba enfrente de él, también sentado, levantó su vista esperando que su hermano empezará a hablar y Emma se levantó para echarle un vistazo al portátil. 

—Por lo visto, los Miller y Bob Bennett no han sido los únicos muertos en extrañas circunstancias. He logrado colarme en los archivos policiales de la ciudad y he encontrado una lista de diez personas que aparecieron muertas en extrañas circunstancias y en el mismo lugar.

—¿Y cómo es que no nos dijeron nada de eso en la morgue? —preguntó un intrigado Dean—. ¿Es qué ya no respetan a los federales? 

—Dean, no somos federales... —respondió Sam poniendo sus ojos en blanco. 

Emma, a su lado, soltó una risita. 

—Evitarían el tema porque son casos que no pudieron cerrar dignamente. Supongo que no es muy buena publicidad para una ciudad ir anunciando crímenes sin resolver. ¿Está es la lista de todas las víctimas? —agregó Emma con la mirada fijada en la pantalla del ordenador. Sam asintió—. Pero... Aquí se detalla que cada una murió de una manera diferente.

—Exacto. Eso es lo que os quería comentar. Por lo que he leído en los informes no estaríamos tratando sólo con un vampiro y un hombre lobo... Por ejemplo, Sarah Donovan una drogadicta que perdió la custodia de su hijo tras dejarlo desatendido fue encontrada sin la glándula pituitaria.



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En el texto hay: sobrenatural

Editado: 17.04.2018

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