Una voz hermosa

13. Sentimientos ocultos

Decidimos hacer la reunión a la una de la tarde, por lo mismo de que el trayecto es largo de la ciudad hasta mi casa, no quisimos jugar tanto con el tiempo. Y con eso de que Owen iba a ser el que pasara por los otros, era mucho mejor así. 


Yo estaba entre nerviosa y emocionada. No podía ignorar lo sucedido con Vincent el día anterior. ¿Será que ya tiene una idea equivocada de Lucas y Drake? Convivir con aquellos que te llamaron desinteresado y demás, no suena muy prometedor, pero insisto, ambos estaban ebrios. Desconozco cómo sea la actitud de Vincent hacia aquellas personas que lo tachan de mala gente y lo ignoro porque nunca había pasado antes, pero tengo esperanza en que todo va salir bien. 


Tal y como esperaba, las visitas llegaron puntuales. Fui la primera en recibirlos cuando les abrí la puerta. Ni tiempo me dio de saludar. 


—Tal y como lo supuse, tienes una casa hermosa —exclamó Drake.
—Y muy muy lejana, Owen no nos mentía —dijo Lucas. 


A juzgar por la expresión de Owen, el viaje fue agitado y quizás molesto. 


—Supongo que sí. Por favor, pasen. 


Les cedí el paso y suspiré tras cerrar la puerta, empezamos bien. 


—Te soy sincero, Amber, pensé que vivías en una cabaña o algo parecido. Jamás me pasó por la cabeza que hubiera casas modernas cerca del bosque, pero sí, muy bonito.
—Sí —sonreí nerviosa. 


Yo solo estaba esperando a que Vincent apareciera, no tenía idea de qué tenía pensado hacer o cómo actuar. Me distraje un momento y Owen ya estaba agarrando a los dos de la ropa, como si de un par de perros inquietos se tratase. 


—¡Ya viste! —señaló Lucas lleno de energía.
—Es gigantesco —comentó Drake embobado.
—¿Podemos ir ahí? 

 

Volteé a ver a donde señalaban, era la puerta que llevaba al lago. 


—Ah, sí, tenemos acceso a ese lugar —sonreí.


Mi respuesta los inquietó más. 


—¡Ya basta, ustedes dos! —exclamó Owen al llevarlos al suelo—. Por una vez en su vida compórtense, debí traer las correas para perros…


Reí al ver su evidente mal humor, cuando escuché los pasos bajar de las escaleras. 


—Oh, ahí estás, llegas a tiempo —saludé a Vincent. 


Actuó con mucha naturalidad, como si cualquiera de nuestros vecinos hubiera venido, como rara vez acostumbraban. Por desgracia, esa calma se desvaneció cuando vio a Owen controlando a Drake y a Lucas. Literalmente parecían dos perros sujetados de los collares. 


Llegó con nosotros y entonces, fue cuando ambos se incorporaron. 


—Chicos, él es Vincent. Vincent, él es Owen, Drake y Lucas. 


Les sonrió y dijo "Un gusto conocerlos" en señas. Las miradas de Owen, Lucas y Drake cayeron en mi. Había olvidado que ellos no saben hablar en señas, así que iba a tener que hacer de traductora. 


—Él dice que es un gusto conocerlos.
—¿En serio dijo eso? —preguntó Drake.
—Sí. 
—A ver, hazlo otra vez.
Un gusto conocerlos. 


Mostró intriga al ver los movimientos en sus manos.


—No entiendo cómo, pero creo que es genial —comentó Lucas sin dejar de ver las manos de Vincent quietas. 
¿Hubo algún incidente antes de que llegara?
—No, —contesté— ¿por qué?
¿Imaginé el hecho de que el chico de cabello ondulado estaba sujetando a los otros dos de la ropa?

 

A pesar de no comprender nada de lo que decía, los más emocionados por ver este nuevo modo de comunicación eran Lucas y Drake. Supongo que para ellos dos se trataba de algo más que novedoso. 


—Ah, eso... Owen, ¿podrías explicárselo?
—¿Explicar qué?
—El hecho de por qué controlas a Lucas y a Drake como lo haces.
—Ah, supongo que no es algo normal de ver... 


Vincent negó con la cabeza. 


—Puede escucharnos —susurró Drake a Lucas.
—Básicamente porque este par son una muy mala combinación entre hiperactividad y poca decencia. Peor que dos niños pequeños.
—Owen es un poco pesado y duro con ellos, pero no es así con el resto de gente —sonreí.
Supongo que no. 


Sin darnos cuenta Drake y Lucas ya habían pasado a la etapa de analizar a Vincent más de cerca. 


—Puedes escucharnos, ¿verdad? —preguntó Lucas.
—Sí, soy un mudo oyente, también puedo leer tus labios —traduje. 
—Cool.
—¿Y... tienes lengua? —preguntó Drake. 


La pregunta tomó a Vincent totalmente desprevenido. No tardó en verlo lleno de desconcierto, ¿qué tenía que ver una cosa con la otra? 


—No tengo ningún problema en mi anatomía vocal, simplemente no puedo hablar —traduje.
—Es una lástima... pero mira nada más esos ojos. Apuesto a que has hecho caer a más de una con ellos, ¿o no? —preguntó Drake al acercarse a su rostro. 


La actitud de los chicos tenía muy confundido a Vincent. Tanto, que su manera de responder ante tal "coqueteo" o elogio fue verlo de arriba abajo rápidamente y encogerse un poco. Apuesto a que todo lo que pensaba de ellos se acaba de esfumar. 


—No le hagas caso, amigo, es bien coqueto —comentó Lucas al apoyar la mano en su hombro. 
—Ay no, se ve que él es derecho —señaló Drake tras haberse separado. 


Sonreí al ver que ambos ya lo trataban como un amigo más, no es como que esperara algo diferente. A duras penas se nota que son muy amistosos y amigables con los nuevos, yo soy testigo de eso. Owen por su parte se limitaba a ser "formal" y más que nada a mantener controlados a los chicos con la mirada. Creo que la reputación que den ellos dos le importa más que la suya misma, seguramente no quiere otra mala experiencia. 


Tras las presentaciones y una leve plática traducida por su servidora, Darlene apareció por las escaleras. 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.