Una voz hermosa

18. Algo real

¿En qué embrollo me he metido? 


Tampoco es como que me moleste... sigo confusa con este camino, pero no soy capaz de sentir nerviosismo. Por alguna razón estoy más calmada de lo esperado. 


¿Estoy mal en pensar que dimos un... paso? ¡Un gran paso! 


Pareciera que en efecto, yo soy la que está más "intrigada" con lo que está pasando. Vincent por su lado sigue actuando como de costumbre, de nuevo esos silencios ruidosos que no comprendo. 


¿Hay algo que deba entender? 


Al final y después de resistirme tuve que hacer lo que evité por varios días. 


—Sí me gusta —dije con la frente pegada al escritorio y resignada. 


Mi laptop estaba encendida, ejecutando una video llamada con los chicos. 


—Lo dices como si fuera algo malo —comentó Lucas.
—¡Disfrútalo, mujer! —exclamó Drake—. No admites tus sentimientos de esa manera tan decaída, ¿dónde quedó la ilusión?
—Ésta generación pierde poco a poco la esencia del romanticismo. 


Drake asintió un tanto decepcionado. 


—¿Y qué me dice que sus insistentes influencias no tuvieron algo que ver? —reclamé.
—Ningún tercero es capaz de alterar sentimientos auténticos —sonrió Drake. 
—Me presionaron.
—No, tú lo hiciste solita. 


Hice uno de mis acostumbrados berrinches. Podría tener un poco de razón, la vocecita nace de la nada, al menos en estos últimos días. 


—¿Y cómo te sientes? —preguntó Owen.
—Confundida. No comprendo del todo el caos que hay en mi cabeza. Es como... una paz que va y viene, tal vez no es amor. 
—¿Por qué dices eso? —dijo Lucas.
—No sé... no siento nada de lo que se supone que debería sentir. 


Me miraron confundidos. 


—Ya saben, los nervios, "las mariposas", todo lo que se conocen como síntomas del amor. 
—Ah, te refieres a esos recursos literarios... no todos experimentan el romance de la misma manera —comentó Drake.
—La etapa rosa siempre tiene al menos uno de esos síntomas. Los has sentido, pero no son tan relevantes, ¿eso es lo que quieres decir? —preguntó Lucas. 


Asentí y ambos comenzaron a pensar. 


—Acaban de mencionarlo, solo son recursos literarios, —dijo Owen— ¿por qué se guían por eso?
—Porque es lo que pasa. 


Se mostró incrédulo ante tal respuesta. 


—¿Hay alguna otra cosa que sientas? Dejando de lado todo el drama de los libros románticos.
—¿Drama?
—Así son todos los relatos de ese género. "Me hizo temblar con sus palabras, me pongo ansiosa cada vez que lo veo". Son conjuntos de palabras ideados para sumergir al lector en el ambiente de una escena, pero no quiere decir que eso sea exactamente lo que sucede en la vida real o lo correcto... La mayoría de las veces son experiencias llenas de incertidumbre, no hay ningún evento planeado ni perfecto.


Los chicos no estaban de acuerdo con eso, pero decidieron permanecer en silencio. Yo medité un momento. 


—Solo se me ocurre la tranquilidad. 
—Bueno, ahí lo tienes.
—¿Qué?
—Te da calma, comodidad, paz si quieres exagerar las cosas. 


¿Eso es bueno? 


—"Me das paz" debe ser uno de los piropos más infravalorados que hay. Suena incluso mucho más fantasioso que lo cliché, pero si llega a pasar es increíble. Piénsalo, ¿a qué nivel tendrían que estar dos personas para poder brindar algo así al otro? 


Suena extraño, pero con sentido. Estar con Vincent me da calma y tranquilidad. ¿Será algo del subconsciente? 


—Y si es verdad, ¿qué hago? 
—¿Disfrutarlo? Lo contrario a eso es la ansiedad. Si estás con alguien que quieres no debes sentirte incómodo o mal, la comodidad no se encuentra en muchos.
—¿Quieres decir que las mariposas y los nervios no son correctos?
—No, si es una primera vez claro que está bien sentirte extraño, somos humanos, pero qué mejor que encontrar calma. ¿No te gusta sentirte tranquila? 


Asentí un poco dudosa. 


—Las mujeres se concentran y basan en el sentir, simple y sencillo —dijo Lucas.
—Solo es más ciencia y composición del cuerpo humano. Un cóctel químico hace que el corazón vaya más rápido, “adrenalina”, y que al pensar en la persona que se quiere, uno se centre en ella, “dopamina”. Se apodera de los pensamientos, “serotonina”, en la tormenta emocional que todos llaman enamoramiento.


Todos nos quedamos callados sin saber qué decir, ¿qué fue todo eso?


—No me hagan caso, —suspiró fastidiado— no sirvo para esto —volteó a otro lado.
—Sí, —comentó Lucas— ya vimos.


Volteó a verlo de reojo, Lucas desvió la mirada y comenzó a silbar para pasar desapercibido.


—Ay, Amber, ¿que nunca te has enamorado? —preguntó Drake. 
—Pues... no lo sé. Hay actores o personajes de ficción que me parecen atractivos, pero nunca he tenido una clase de acercamiento como el de estos últimos días con alguien más.
—¿Y él? 
—Que yo sepa nunca ha tenido novia...
—¡Entonces alégrate! Experimenta y aprende con él, diviértanse y ya está. Deja de buscarle sentido a algo que es tan confuso como el amor. 


Buen punto, sobre pensar algo nunca termina bien. 


—Y no lo olvides, si tienes hambre, come —señaló Lucas. 


Lo miré confundida. 


—Sí, —asintió Drake— no contengas el hambre. Anda, ve con él y empieza tu aventura. 


Me da la impresión de que estaban hablando con claves, porque Owen hizo su característico gesto de leve desaprobación. ¿Estaré mal al no comprender esto? 


Permanecí pensativa mientras gozaba de mi soledad. ¿Cómo que lo disfrute? Creo que acabé peor de como empecé. Bueno, me dijeron "ve con él", así que como no tengo ni idea de qué más hacer fui en camino. Inseguridades ahí voy. 




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