Una voz que no recuerdo

5. Acceso completo

Zenith:

Mi misión había sido todo un éxito como siempre. Solo faltaba una cosa, que Sira responda mi mensaje…

Fase 3: Acceso completo

¿Qué quieres?

-Remitente no identificado

La corta y seca respuesta de mí pequeña fue más que suficiente para lograr acceder a la información de su celular, pero tenía todo el tiempo para hacer eso, también noté que aún no leía la nota que dejé en su escritorio.

¿No me extrañaste, pequeña?

-Z

Sira no responde, la veo por la cámara, tan linda…

Pasan horas y mi pequeña no responde. Decidí ir a su departamento.

23:07 p.m.

Las luces de su departamento desde afuera estaban apagadas, desde mi celular la visión nocturna estaba activada, no tenía luces. Los tenis que llevaba no hacían crujir la madera.

Fácilmente entré en su departamento, me senté en su cama. En su escritorio seguía mi pequeña declaración de “amor”.

—De verdad eres preciosa— susurré, Sira estiró su mano y se detuvo. ¿Qué reglas podré ponerte? Me levanté y me senté en su escritorio, tenía una pequeña pila con hojas, revisé una que estuviera vacía.

Mi pequeña

Vamos a jugar, son mis reglas, pero es tu juego, eres dueña de él.

  1. No puedes decir cuándo terminará el juego, lo decido yo.
  2. Vas a afrontar tus miedos, tus debilidades… tranquila me lo vas a agradecer y yo cuidaré de ti.
  3. Vas a disfrutar del juego (Es una regla, porque si no lo haces solo será tú perdición)
  4. Voy a aumentar las reglas que considere necesarias.
  5. Cuando termine el juego y me atrapes, serás libre de hacer conmigo lo que quieras, será un placer morir a tu merced. Pero si aceptas quedarte conmigo, todo mi imperio será tuyo.

Mi pequeña y hermosa mantis, si tan solo supieras lo que solo tú puedes hacer… lo que me haces hacer… me tienes loco y solo por ti.

(Eres incluso más preciosa dormida y sin ese ceño fruncido)

-Z

Al finalizar, coloqué la fecha en ambos papeles, para que se diera cuenta de que día los dejé. Me acerqué a ella y acaricié su mejilla, era muy suave entre mis dedos, tienes un sueño muy pesado.

Sira:

Esa noche dormí bien por segunda vez en esos días, ninguna madera sonó como si quisiera arrancarla del suelo.

Hice mi desayuno normal, y ese día tampoco quise salir de casa, me dediqué a ver más películas hasta que prendí las luces.

Yo no dejé un papel sobre la computadora…

Leí todo, alguien estuvo aquí.

Modlishka, ¿te gustó mi declaración?

-Z

Deberías dejar de fruncir el ceño

-Z

Yo no estoy… si, lo estoy haciendo, alguien me está mirando. Revise debajo de la cama, en el clóset, baño, sala, muebles, la cocina, no hay nadie…

La ventana, sé que me quedé casi veinte minutos mirando por la ventana, cada detalle que me parezca sospechoso.

No me vas a encontrar en la ventana

-Z

¿Quién eres?

-Sira

El mensaje aparecía como leído, no contestó, cerré la ventana, acomodé todo y fui a la sala para poder leer el libro que me regaló Nate. No estoy segura de cuánto tiempo pasó. Pero hubo un golpe en mi puerta, ¿Por qué está de nuevo esa sensación extraña?

Me acerqué en silencio, me agaché lo más que pude para mirar por debajo de la puerta, los zapatos de la señora Nancy, unos zapatos café de tacón pequeño y desgastados. Me levanté y abrí rápidamente.

—Sira, un joven dejó esto para ti, dijo que tenía prisa y que te lo dé— dijo entregándome un un ramo de flores anaranjadas

—Flores naranja… que lindo— el naranja no era mi color

—¿Era tu novio? Un chico alto en una moto— ¿Nate dejó esto para mí? Una sonrisa pequeña se formó en mi rostro pero la oculté rápidamente —Creo que esa sonrisa responde mi pregunta, se ve que es buen muchacho—

—Si, se llama Nate, me trata muy lindo pero no es mi novio—

—Bueno, quien quita y pronto te lo pida— Dijo saliendo apurada, sin despedirse.

Ella es una señora amable, pero tiene sus manías tal vez solo eran ideas mías, la impresión que me dejó al ver por primera vez sus paredes llenas de cuadros de insectos.

Su esposo se la pasa viajando y le trae más insectos en botellas… Una vez ví un camaleón en un líquido, desearía borrar eso de mi mente.

El sonido de mi celular me desconcentró era una notificación, como si fuera de configuración de mi celular.

Puse dinero y mis llaves, solo di un paseo por la ciudad, el centro comercial y finalmente la biblioteca, todo menos regresar a ese departamento.

Orgullo y prejuicio

Si la película fue buena, el libro debe tener más cosas.

Me paré de puntillas para alcanzar el libro y sentí el tirón en el músculo por lo que bajé el brazo

—Dolió— Susurré para mí mientras colocaba mi otra mano , alguien a mi lado tomó el libro bruscamente y me lo dio. Miré hacia la persona, un chico alto, cabello castaño oscuro y ojos grises… muy profundos y por alguna razón estaba enojado, claro era Izan.

—Gracias— Susurré tomando el libro, su mirada me volvía incómoda.

—Para la próxima pide ayuda— Dijo entre dientes y se fue.

Zenith:

La seguí a la biblioteca, parecía que cada día era más hermosa. Llevaba jeans ajustados, un top negro y una chaqueta blanca corta.

No podía ser tan pequeña ¿No alcanza el libro ni de puntillas? Sonreí al ver la escena y me acerqué a ella. Hasta que bajó el brazo rápidamente ¿Le dolió? Es un poco tonta…



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En el texto hay: chicklit, cliche, darkromance

Editado: 06.09.2025

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