Narra Ariana
El despertador suena e indica la mañana de un nuevo dia, me estiro y me quedo con la mirada perdida hacia el techo de mi.
— Ariana — mi tía Natalia grita mi nombre.
Pego un salto del susto y termino en el suelo. Addy mi mascota comienza a ladrar alrededor de mi. Addy es un regalo de navidad que me hicieron mis amigas.
— Levántate que vas a llegar tarde al colegio — Se asoma en la puerta de mi habitación y me mira— ¿Por qué estás en el suelo?— me pregunta confundida.
— Quería ver si era tan suave como me habían dicho — Digo con sarcasmo y ella pone sus ojos en blanco. Me levanto del suelo y de nuevo me vuelvo a acostar en la cama porque tengo flojera de ir al colegio — Levántate llegarás tarde a tu primer día de clase — Me froto los ojos.
— Bueno...cariño me tengo que ir, y te dejo dinero en el velador de mi habitación para que compres algo de comida en el colegio — Se acerca a mí y deposita un beso en mi mejilla — Cuídate — Sale de la habitación.
Mi tía es una mujer muy inteligente y hermosa con un rostro delgado y perfilado, ojos grandes de color verde, cabello rubio oscuro. La verdad no entiendo porque no tiene esposo e hijos, tal vez ella no cree en el matrimonio.
Hoy es el primer día de clases y espero no llegar tarde, no siento emoción por ir al colegio, pero voy porque extraño mucho a mis amigas
Tomo una ducha rápida y luego me visto con un jean negro, blusa blanca y mi abrigo favorito. Tengo bastante ropa porque mi tía es diseñadora, pero pocas son las veces que las uso o mejor dicho casi nunca.
Bajo las escaleras junto con Addy y me despido de él.
Salgo de la casa y cojo un taxi, usualmente voy caminando al colegio porque se encuentra a diez cuadras de mi casa. Llego al colegio y decido ir a la cafetería, allí me encuentro con mis mejores amigas Sophie y Jenny.
A Sophie la conocí cuando recién ingrese a este colegio, ya que ella también ingresó a mitad del año escolar. Ella tiene el cabello escalonado con ondas de color rubio rojizo, sus ojos son marrones y tiene pequitas en sus mejillas que la hacen ver adorable. También es algo tímida pero a la vez sociable.
A Jenny la fui conociendo en el transcurso del año. Ella tiene su cabello lacio, de color rubio con las puntas rosadas y sus ojos son de color verde claro. Es muy decidida en lo que se propone, también es una chica popular pero no es nada envidiosa. Es popular porque pertenece al grupo de porrista del colegio, tiene buenas calificaciones y sobre todo por Nicolás su hermano mellizo, quien es el capitán del equipo de basketball.
Yo tengo el cabello de color castaño y mis ojos son color miel, no soy sociable, usualmente no hablo con nadie y si lo hago solo es para decir hola o adiós. Tengo muy buenas calificaciones porque siempre estoy enfocada en mis estudios. Me podrán llamar nerd pero no lo soy, solo quiero superarme en la vida y no fracasar acaso eso es un pecado.
—¿Qué vas a pedir?— Jenny me saca de mis pensamientos.
— mmmm — estamos en la fila para comprar algo de comer, mientras Sophie espera en la mesa.
—¿Qué vas a pedir?— repite de nuevo.
— Solo un jugo de naranja.
— ¿Solo eso?— asiento con la cabeza— tienes que alimentarte bien estas muy delgada — me regaña Jenny.
— No exageres, luego comeré otra cosa.
Jenny compra nuestra comida, lleva con ella lo que pidió Sophie y tan sólo yo llevo mi jugo de naranja. Estamos a unos pocos centímetros de llegar a la mesa cuando en un abrir y cerrar de ojos, mi jugo se encuentra derramado encima de mi abrigo. Levanto mi cabeza y veo a un chico muy alto e intimidante, su cabello es de color castaño parecido al mío, sus ojos son de color azul como el cielo, tez blanca y con un piercing en el labio inferior que le da un toque misterioso.
— Lo sien.... — me interrumpe Jenny.
— Acaso no tienes ojos — le dice al chico.
— Sí, pero....ella fue la despistada —me señala.
— Tú eres él culpable — le apunta con el dedo — así que deberías pedirle disculpas — dice Jenny.
— Jenny no vale la pena pelear con este tipo, vayámonos — miro con odio al chico.
Mi abrigo favorito se arruino y en el primer día de clase. Muero de la vergüenza, ahora seré la burla de todos. Gracias chico desconocido.
— Si quieres te compro otro — Me mira — Además ese abrigo no te quedaba bien, te hice un favor — Dice esperando una respuesta por parte mía.
— mereces morir idiota — dice Jenny. Todos nos miran con curiosidad.
— Tranquila — le digo a Jenny para que ya no haga un escándalo — No gracias, no acepto nada de un extraño— le digo con seriedad al chico.
—Me llamo...— él quiere hablar pero lo interrumpo.
— No me interesa como te llames — le digo con fastidio — vamos Jenny.
— Chao dulzuras — eso es lo último que alcanzo a escuchar.
Aquí los chicos son tontos y muy mujeriegos que sólo juegan con las chicas y las tratan como el polvo de una solo noche, y ese chico tiene cara de ser uno de ellos.