Capítulo XXXI

Narra Ariana

Porque el estampa sus labios sobre los míos, me quedo estática pero luego le sigo el beso, nos aproximamos al baño más cercano del pasillo para que nadie nos vea. Ahora no nos importa perder clase. Nos seguimos besando, Harry me va poniendo encima del lavamanos y el beso cada vez es más intenso. Pongo mis brazos alrededor de su cuello.

Espero que nadie nos vea porque está acción nos va a traer demasiados problemas.

Su beso casi salvaje evita que el aire llegue a mis pulmones pero ahora respirar paso a segundo plano. Profundiza el beso explorando con su lengua mi cavidad, mientras sus inquietas manos tocan cada parte de mi piel. Deleitándome con cada caricia, hundiendo mis dedos en sus finos cabellos.

Al separarnos los dos contamos con la respiración muy agitada.

Me bajo del lavamanos y nos miramos. Nuestros labios están algo enrojecidos.

— bueno te espero a fuera — me dice con nerviosismo.

Me lavo la cara y toco mis labios que están todos rojos e hinchados.

Salgo del baño y Harry se encuentra recostado en la pared.

— ¿aquí nos vamos a quedar? — pregunto.

— si porque debemos esperar hasta la siguiente hora.

— ¿y cuándo falta?

— unos 20 minutos — me mira —  ¿y si no entramos a las demás clases? 

— estás loco, nos meteríamos en problemas — se ríe y pongo los ojos en blanco.

Nos sentamos en el pasillo, y cada uno en su celular, sin hablar. Después de varios minutos por fin tocan el timbre.

Nos dirigimos al salón de la clase de lenguaje. 

******

— Jenny ¿me llevas a casa?— pregunto y ella asiente — gracias amiga — le doy un abrazo y la estrujo.

— basta, me asfixias — la suelto.

— ¿Sophie va venir con nosotros?—asiente de nuevo — ¿qué se quedó haciendo?

— conversando con Jordán.

— Espero que ese idiota no la lastime.

— vamos a esperarla en el auto — me toma del brazo y caminamos.

— chicas espéreme —  Sophie corre para alcanzarnos.

Subimos al auto y Jenny prende la radio. En todo el trayecto nadie dice nada.

— ¿podemos entrar? — pregunta Jenny.

— si.   

Bajamos del auto y entramos a la casa. Me doy cuenta de la nota en el refrigerador la cual dice que Michelle fue a pasear a Addy.

Entramos a mi habitación y nos sentamos en la cama para estar mas cómodas.

— Harry y tú besaron de nuevo ¿verdad?— me pregunta Sophie. Que directa amiga.

— no lo niegues — dice Jenny.

— si lo saben porque pregunta.

— queríamos que tú nos dijeras — dice Sophie.

— nos besamos y luego nos encerramos en un baño para que nadie nos viera. Pero solo nos besamos — les recalco y me miran con decepción.

— no puedo creer que se hayan encerrado en el baño y solo se hayan besado —  dice Jenny.

— ¿te gusta Harry? — me pregunta Sophie.

— no quiero hablar sobre mi — ruego en mi interior para quieran cambiar de tema — mejor cuéntenme sobre ustedes.   

— vale — dice con compresión Sophie — el sábado salí con Jordán.

— te lo tenías bien escondido eso.

— ¿y qué tal estuvo la cita? — le pregunta Jenny.

— fuimos a un parque de diversiones, y fue extraordinario.

— me alegra que te hayas divertido — le dice Jenny.

— y no me triste un algodón de azúcar, sabiendo que me gustan mucho — hago un puchero y ellas se ríen.

— la próxima de traeré uno — dice Sophie.

— chicas — llamo su atención — saben de lo que me di cuenta que soy un fracaso y un asco para el amor.

— no lo eres — dice Sophie.

— solo que aún no llega el indicado — me dice Jenny.

— el indicado no existe, solo es una idea que las personas tienen en mente para hacernos creer que algún día llegará alguien  y nos hará feliz. La vida real no es como en los cuentos de hadas donde tu príncipe azul va llegar por ti. — ellas me miran espantada —  y lo peor que puedes hacer en la vida es iluminarte con una persona. Pensar que va ser el amor de tu vida porque siempre al final te dejarán y te romperán el corazón. Lo que vas a conseguir solo son algunos recuerdos increíbles que jamás podrás olvidar — finalizo mi relato.

— si tienes algo de razón, no hay que ilusionarse, pero de eso se trata también de arriesgarte y si no funciona, al menos tendrás esos recuerdos que te hicieron feliz y te darás cuenta que no fracasaste en todo — dice Jenny.

— es así como tu dijiste no siempre vas a vivir como en un cuento de hadas porque la realidad no es así — dice Sophie.