Narra Ariana
— Harry me llevas a tú casa a visitar a Addy — pongo cara de cachorrito y asiente — gracias, gracias — lo abrazo.
— es muy raro que me estés abrazando — me separo de él.
— pues ha no te abrazare — cruzo mis brazos.
— no te enojes — me acaricia la mejilla.
— vale — le digo y nos subimos a su auto — debes manejar a toda velocidad a tu casa porque debo regresar rápido a la casa de mi padre.
Debo dos meses viviendo con mi padre y su familia. Siento que no encaja con ellos. Mi padre quiere un montón a Issac y a Aarón que para él son sus hijos de sus ojos, son los hijos perfectos, y a mí me hace indiferente eso me duele porque yo soy su hija y no ellos. Raquel le tiene mucho miedo a mi padre cuando llega borracho y eso es casi todos los días.
Yo paso encerrada en mi habitación y creo que es lo mejor, solo salgo cuando me llaman a comer y cuando tengo que ir al colegio. No salgo de mi habitación porque tengo miedo que mi padre me haga algo cuando esta borracho y sobre todo no quiero escuchar las cosas repugnantes y obscenas que me dice Isaac porque cada vez que lo hace me dan ganas de vomitar.
— planeta llamando Ariana —chasquea sus dedos y lo miro — hemos llegamos — bajamos del auto y caminamos hacia la casa.
— ¿cómo se a portado Addy?
— bien, no da lata para nada.
— eso es bueno — entramos a la casa.
— Addy ven — le llama. Addy sale de una de las habitaciones.
— hola cariño — le acaricio su pelaje— ¿cómo has estado? — cómo respuesta él mueve su colita.
— vayamos al patio a jugar un rato — me dice Harry.
Nos sentamos en el césped a jugar con Addy.
— ¿cómo te estás llevando con tu nueva familia? — pregunta.
— los hijos de Raquel son odiosos.
— imag...
— hola — dice la mamá de Harry.
— hola señora Smith — me levanto y le doy un beso en la mejilla — es un gusto verla.
— el gusto es mío cariño — dice dulcemente.
— espero que no le moleste que haya venido.
— claro que no, tu puedes venir las veces que desees.— me sonríe con amabilidad.
— mamá no creí que estabas en casa— le da un abrazo.
— quería hoy con sentirlos — Harry asiente con una sonrisa en su rostro.
— ¿Michelle? — pregunta Harry.
— le di el día de descanso. Bueno niños vayan a lavarse las manos para que almuercen.
Esto me retrasara mucho, llegare tarde a casa y mi padre se enojara pero no quiero que la señora Smith se sienta mal por no quedarme.
— los espero en el comedor — es lo último que dice antes de irse.
Mi padre me puso una hora límite y me dijo que si llegaba un minuto tarde, iba a tener consecuencias.
— el que se queda último es un huevo podrido — dice Harry y sale corriendo hacia la casa.
— eres un tramposo. Tú saliste primero — le saco la lengua.
— tú eres la que no sabe perder — me saca la lengua también.
— basta chicos — nos riñe la mamá de Harry — ¿se lavaron las manos? — asentimos — vayan al comedor y allí espérenme.
— mamá ¿no quieres que te ayudemos en algo? — pregunta Harry.
— no cariño, vayan al comedor.
Llegamos al comedor y nos sentamos.
— pasen sus platos — nos sirve la comida y se sienta con nosotros.
— ¿viniste a visitar a Addy? — la señora Smith me pregunta.
— si, espero que no le este dando molestia.
— para nada él es un angelito — me dice.
— ¿cómo la estás pasando en la casa de tu padre? — me pregunta la Señora Smith.
— bien, muy bien — miento.
— me alegro escuchar eso —terminamos de comer.
— mamá, nosotros nos encargamos de los platos sucios — le dice Harry y ella asiente.
— Ariana sabes que cualquier cosas que necesites puedes llamarnos — me sonríe — estaré arriba, si necesitan algo.
Recogemos los platos y los llevamos al fregadero para lavarlos.
— ¿quieres que te vaya a dejar? — pregunta Harry. Terminamos de lavar los platos.
— si, por favor.
— vamos, pequeña.
Nos subimos al auto y le doy la dirección.
— ¿aquí? — asiento — ¿qué tal si nos juntamos este fin y hacemos algo para divertido?
— es una buena idea, te avisaré si puedo — asiente — gracias por traerme — le doy un beso en la mejilla.
— cuídate — me bajo del auto.
Entro a la casa y mi padre se encuentra frente de mí.