Unconditional Love

Capítulo LIX

Narra Ariana

Se escucho que alguien entra en la habitación. Salgo del baño.

— Harry, te aburriste ya de la fiesta — camino sin mirarlo hacia donde deje el libro — me extr... — levanto mi mirada y me encuentro a Isaac — ¿ qué haces aquí? — lo miro con horror.

— así que, todo este tiempo has estado aquí ¿Qué pasaría si mi padre se enteraría que has estado en la casa de tu novio? —  mientras él se va acercando hacia mí, voy retrocediendo. Mi espalda choca contra la pared — con ese idiota si te revueltas — me agarra de la cintura, pego un grito — puedes gritar todo lo que quieras, nadie te escuchara— deposita un beso en mi cuello — te ves tan caliente con esa camisa, aunque las mías te quedaría mejor — se aleja un poco de mí y su mirada me recorre de arriba hacia abajo.

— no me vayas hacer nada — mi voz se entrecorta.

— tranquila preciosa — acaricia mi cabello — aunque quisiera, ella me matará si te hago algo — deposita ahora un beso en mi mejilla.

— ¿Ella? — pregunto más calmada cuando se alejado completamente de mí.

— todo a su tiempo, ya irás conociendo los detalles.

— ¿cómo me encontraste? — de nuevo lo miro con horror al ver que acerca una pañoleta a mi rostro  — ¿qué más hacer? — no responde y me amarra la pañoleta en la boca.

— es por si acaso se te ocurra gritar mientras te llevo a otra habitación — coge mis dos manos hacia atrás con fuerza y las presiona haciéndome caminar a su paso.

Salimos de la habitación, mis oídos son invadidos por la música que  se escucha en la sala. Caminamos por el pasillo oscuro.

— cualquier acción que hagas la pagarán tus amigos — me aleja con fuerza mis brazos — ¿Entendiste?— asiento.

Seguimos caminando y llegamos a una parte de la casa que ni siquiera sabía que existía, sin duda la casa de Harry es un laberinto, lo más raro es como Isaac conoce cada parte de la casa. Nos paramos frente de una puerta, él la abre y mis ojos se encuentran con escaleras que es alumbrada por un pequeña lampara, supongo que este es el sótano. Mientras bajamos escucho unas voces conocidas que parecen que están discutiendo pero no las logro identificar.

— tápale los ojos, antes de traerla hacia mí —  Isaac me saca la pañoleta de mi boca y me tapa los ojos — ¿por que no hiciste eso desde un principio?— le riñe.

Una de las voces es de Helen. ¿ Ella e Isaac son amigos?. Que es lo que harán.

— no quería arriesgarme y que ella gritara.

— no la iban a escuchar, la música de la fiesta está muy fuerte.

Me sientan en una silla y me de nuevo mis brazos los estiran hacia atrás amarrando mis manos con la silla.

No entiendo cómo supo Isaac que estoy aquí. El único que sabía era Harry y bueno Alex que se lo dije esta tarde.

Unos pasos se van acercando hacia mí.

— ¿Helen?

— hola cariño — me toma de la barbilla y acaricia mi mejilla.

— ¿Qué se supone que es todo esto?¿Qué quieres de mí?

— tú me la pagarás.

— ¿qué te hice?

— alejarme de Harry, y lo más desastroso que Harry se enamore de ti— habla con melancolía.

— estás equivocada Helen, yo no tengo nada con él.

— no seas una mentirosa — comienza alterarse.

— es la verdad.

— ¿Y porque estás aquí y con su ropa? Además todas las veces que los he vistos se veían tan felices — se le entrecorta la voz — y enamorados — vuelve a su voz impotente. ¿Acaso todo este tiempo ella nos espiaba? — te le metiste por los ojos, cuando estaba conmigo solo pensaba en ti, eres un pe...

— Helen él te quería, de alguna forma el te qu... — no termino de hablar porque su mano estampa con fuerza mi mejilla. Suelto un quejido.

— cállate, tú eres una perra quita novios. Me las pagarás todas y Harry debió hacer caso a mí amenaza.

— no es mi culpa que tu cambiaras y lo alejaras de ti por tus acciones.

— siempre estabas en su mente, eres... — siento que de nuevo me va dar una cachetada pero eso no sucede.

— basta Helen, dijiste que no la lastimarías.

¿Que hace él aquí? Acaso lo trajeron a la fuerza o también tiene que ver con todo esto.

— ¿Alex? ¿Que haces aquí? también te tienen atrapado — Helen comienza a reírse con maniática. 

— que estúpida — se sigue riendo — es momento que sepas quien me decía tu paradero. Issac quítale la pañoleta de los ojos.

— no, no Helen por favor — le ruega Alex.

— Issac quítale la pañoleta — vuelve a repetir e Issac hace lo ella le pide.

Alex no me pudo hacer esto, yo confié en él. Se convirtió en alguien especial para mí. Pensé que era su amiga.

— sorpresa — grita Issac pero mantengo mis ojos cerrados.

— abre los malditos ojos — me grita Helen y estruja mi cabello obligándome abrirlos. Mi mirada se dirige hacia Alex y me conecto con sus ojos — ahí lo tienes — lo señala.




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