Unconditional Love

Capítulo LXII

Narra Ariana

— hemos llegado hermosa señorita — me abre la puerta para que baje y yo le sonrío.

— wuo como es que hay bastantes personas en tu casa, si tu recién llegas.

— ya ves que a las personas le gusta la diversión.

— ahora entiendo a tus padres porque no quisieron quedarse — alza sus hombros.

— ven entremos — entrelaza nuestras manos — no vayas a soltar mi mano, si no te quieres perder en el gentío — asiento con mi cabeza y entramos por el bulto de personas — espero que los chicos ya hayan llegado.

— pensé que iba a morir en esa ola de personas — digo haciendo un puchero — mira allá están lo demás — señalo donde se encuentran nuestros amigos.

— vamos — me jala y me lleva hacia ellos.

— hola queridos amigos — les digo.

— Ariana, si viniste — Jenny dice con emoción.

— ¿por qué demoraron en venir? — pregunta Jordán.

— no nos digan que... Picarones — Nick enarca una de sus cejas.

— ¡que! No...Es lo que... Pare...ce— digo rápidamente espantada y me sonrojo.

Ellos ríen a mi reacción estúpida. Me incómodo.

— basta chicos no la molesten — los riñe Harry. Él agarra mi cintura y deposita un beso cerca de la comisura de mis labios.

— tortolos por favor dejen su calentura para otro momento — dice Jordán. Harry suelta su agarre de mi cintura y lo fulmina con la mirada.

— no me mires así Harry, mejor tomate un trago — Jordán le entrega un vaso de vodka y Harry lo bebe de un sorbo — ahora es tu turno Ariana — me extiende otro vaso.

— no gracias Jordán, preferiría tomar agua — le digo.

— eso sí que no señorita — me dice Nick — debes disfrutar tu última noche de fiesta con nosotros, porque cuando estés en París tal vez no vayas a conseguir amigos geniales y divertidos como nosotros — finaliza y yo suelto una risita aceptando el vaso con alcohol.

— Puede ser que en París hasta consigas un mejor partido que quiera estar contigo pero amigos increíbles como nosotros no — me dice Jordán. Miro a Harry, el cual se ha tensado y su mirada de felicidad ha sido reemplazada por una de confusión.

— Jordán — le riñe Jenny — no hagan caso a lo que dice, mejor vamos a bailar ¿les parece? — ella trata de mejorar la situación de incomodidad.

— Harry — lo llamo e intento tomar su mano pero no me lo permite.

— iré a tomar aire — dice sin mirarme. Él se va.

Esto se siente como si mil espadas fueran clavadas en mi corazón.

— Jordán sí que eres tonto — le dice Sophie.

— lo siento, es que no pensé que reaccionaria de esa manera — Jordán dice arrepentido.

— iremos a ver a Harry — informa Nick jalando a Jordán por el mismo camino que se fue Harry.

— ¿creen qué debería ir por él? — les pregunto a las chicas.

— no, ya se le pasará y vendrá a buscarte — me anima Jenny — mientras ellos buscan a Harry ¿les parece si bailamos? — pregunta emocionada.

— Claro — trato de dar mi mejor sonrisa.

— pero antes de eso bebe algo para que te relajes — dice Sophie y yo bebo un poco de vodka.

Vamos a la sala donde se ha formado una pista de baile.

— esta canción me gusta — digo moviéndome al ritmo de la música.

Después de bailar seis canciones regresamos donde anteriormente estábamos.

— oigan quería seguir bailando — les hago un puchero.

— luego vamos de nuevo, porque ahorita quiero descansar — dice Jenny.

— te estás volviendo una anciana — le digo a Jenny. Sophie se ríe.

Jenny del bar saca una botella de tequila.

— bebamos un poco — dice mirándonos.

— ¿quieres emborracharte? — Sophie le pregunta.

— no pero quiero olvidarme que nuestras vidas cambiaran y sobre todo que ya no vamos estar juntas — Jenny se sirve un poco de tequila en un vaso y luego lo bebe.

— Jenny si sigues poniéndote sentimental me harás llorar — dice Sophie — las quiero un montón chicas — nos abraza.

— les voy a robar un rato a mi novia — dice apareciendo Jordán. Jala a Sophie desasiendo nuestro abrazo y se van.

— ahora solo somos tú y yo — Jenny me sonríe. Me da un vaso con tequila y lo bebo muy despacio para que mi garganta no queme — tengo que contarte algo que solo de imaginarme me hace muy feliz.

— ¿qué cosa? — pregunto con curiosidad.

— Víctor me dijo que tiene la posibilidad de ir a París también — me dice y mis ojos se agrandan de la sorpresa.

— eso es muy bueno, así no estarán separados.

— sí, sus abuelos viven allá y entonces aprovecho aquello para postular a una universidad y así poder estar juntos — sus ojos se iluminan — aunque también hay la posibilidad que no le den cupo en la universidad o tal vez si le den pero puede ser que él se arrepienta de ir porque ya no quiere estar conmigo — hace un puchero. De nuevo ella bebe un poco de tequila y yo hago lo mismo.




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