Unconditional Love

Capítulo IX [Parte 1]

Narra Ariana.

Me despierto porque el timbre de la casa suena de una manera insistente e intento levantarme pero no soy capaz porque el cuerpo me duele y tengo un inmenso dolor de cabeza. El timbre deja de sonar y lo agradezco, tal vez haya sido la broma de un niño. Por fin logro ponerme de pies, pero es una mala decisión porque todo me comienza a dar vueltas y siento que en cualquier momento caeré pero no sucede porque alguien me agarra de la cintura. Oh dios lo me falta que un ladrón se entrará.

Me comienzo a mover desesperadamente.

— tranquila — me  relajo un poco cuando escucho su voz.

Alzo la mirada y veo aún Harry muy sonriente.

— ¿qué  haces aquí? — me ayuda a recostarme en la cama.

— Jenny me llamo. Estaba preocupada porque te estaba llamando y no le contestaste. Me pidió si podría venir a verte — asiento no tan convencida.

— ¿fuiste él que toco el timbre? — le pregunto.

—si es que como no me abriste y vi una ventana abierta. Decide trepar y listo — lo miro con cara de horror — deberías cerrar la ventana, ya ves que cualquiera puede entrar.

— ahora sí que pareces acosador.

— soy un acosador muy lindo — me guiña un ojo y pongo los ojos en blanco.

— no estoy en condiciones para discutir contigo de tu actitud engreída. Bueno ya me viste que estoy bien, así que te puedes ir — trato de levantarme.

— no te levantes estas hirviendo en fiebre y te puedes desmayar. Por supuesto que no me iré.

— ¿por qué? — preguntó con curiosidad.

— cuidare de ti — hago una mueca porque la idea me parece mala — me pasas mi celular, por favor— asiente con la cabeza y me lo extiende.

— Wuo son 3:30 pm. He dormido demasiado.

— Ariana ¿por qué te dejaron sola y sobre todo enferma? — me pregunta Harry.

— porque mi tía está de viaje y mi Nana tiene todos los fines de semana libres. Ella no es una hechicera para adivinar que iba a amanecer enferma porque si lo fuera estuviera aquí cuidándome — Harry suelta una carcajada.

— no te preocupes por eso porque yo cuidare de ti — me sonríe — iré a comprar medicinas.

— no es necesario Harry — le digo apenada.

— claro que es necesario estas que hierves en fiebre — me dice tocando mi frente — espero que no te levantes de la cama —  sale de la habitación.

No me preocupo en darle de comer a Addy porque Nana siempre le deja puesta su comida antes de irse.

 


*****

— me dieron esto — me indica algunos medicamentos — y compre un termómetro — lo acerca a mi para ponerlo en mi boca.

— oye, ¿qué haces? — lo miro con espanto — puedo hacerlo sola.

— dije que te cuidaría.

— pero no es necesario que CUI... — me pone el termómetro en la boca y luego de un par de minutos lo saca.

— vaya... si que tienes mucha fiebre. Iré a ver pañitos con agua — sale de la habitación y vuelve enseguida.

— mira quien estaba haciendo travesuras — en sus manos sostiene una bandeja y Addy esta a su lado. 

— Addy ven — le digo y se sube a la cama —  Harry ¿serás cómo mi enfermo personal? — pone en mi frente paños húmedos

— algo así — me dice sintiendo y me lo quedo mirando — me gustas cuando estas así.

— ¿enferma? — niega con la cabeza

— relajada y que no estés a la defensiva conmigo.

— es que tú me sacas de mis casillas — le digo y me mira con diversión.

— aunque también te ves muy linda cuando te enfadas — me sonrojo — y cuando te sonrojas — se burla tocando mis mejillas.

— no es eso, creo que me ha dado más fiebre — tapó mi cara con mis manos y Harry suelta una risita.

— ¿has comido algo? — niego con la cabeza —  iré a prepararte algo.

— ¿sabes cocinar? — pregunto con curiosidad.

— eso creo — lo miro sin entender — tendrás que esperar y comprobarlo tu misma — por tercera vez sale de mi habitación.

Decido ducharme mientras Harry hace quien sabe que cosa en la cocina. 

 

 

Narra Harry

Bajo a la cocina. Miro en la lacena, si hay fideos y en el refrigerador todo lo necesario para ser una sopa de fideos. En la realidad es lo único que se hacer.

Una vez lista la sopa y la dejo enfriar.

Subo a la habitación. Al ver que Ariana no se encuentra en la cama, decido irme de nuevo a la cocina, pero antes que hacerlo escucho una voz impresionante. El canto proviene del baño. Es ella la que está cantando la canción a Thusand Years de Christina Perri. Me quedo ahí escuchándola pero de pronto el agua de la regadera a parado significando que va salir del baño. Salgo corriendo de la habitación hacia su cocina.




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