—Se supone que estaba ahí — Dice Lucifer por quinta vez — Yo no soy loco.
Lo miro con cara de <<¿En serio?>> —No soy tan loco... Aparte yo lo dejé en esa mesa.
—Mi celular no está. Y lo quiero ¡Ahora! — Cuando me siento en la cama escucho el celular y Lucifer busca debajo de la cama sacando este de ahí — Y eso que estaba en la mesa — Le digo con ironía y se lo arrebató de la mano.
—Un gracias estaría bien — lo ignoró y lo enciendo, No entiendo como se apagó y llegó hasta debajo de la cama.
—Tengo treinta llamadas perdidas de la madre de Amy — Lucifer frunce el ceño y se acerca al celular — Le voy a marcar de vuelta.
El celular suena varias veces hasta que por fin alguien lo coge — ¿Violet? — su voz desesperada hace que me preocupé mucho más. Pongo el celular en Speaker para que Lucifer escuche.
—¿Qué pasó?
—Por favor... Por favor, dime que Amy está contigo — Miro a Lucifer y este traga fuerte — Violet. Por favor.
—Amy... Ella no-no está conmigo — Escucho como su madre solloza y las lágrimas salen de mis ojos y Lucifer me abraza — ¿No sabe donde esta?
—Desapareció y dejó una carta que decía que tú eres la única que la puede salvar y que si no lo hacías la iban a matar, Violet, salva a mi hija. Por favor — Me ruega y lo único que puedo hacer es eso.
—No se preocupe, haré lo que sea posible. Perro No Le avisé a la Policía ya yo tendré ayuda de alguien — miro a Lucifer y este da un asentamiento de cabeza — Por ahora sólo esperé que yo le tenga Noticias. ¿Quién más sabe de esto?
—Su padre y más nadie, si necesitas ayuda no dudes en avisarme. Por favor.
—No se preocupe, eso haré.
Cierro el celular y lo tiro contra la cama, ¿Quién habrá sido el maldito que ha hecho esto?
—Tengo sospechas de quién ha sido — Dice Lucifer y yo lo miro con intriga — Agramon.
—¿¡Qué!?, No creo, él siempre fue mi vecino y nunca lo vi de esa manera — en esté momento siento un desconsuelo increíble y una amargura en el corazón.
—Yo si estoy seguro y ahora mismo voy a ir a sacar a Amy de ese lugar...
—Yo iré contigo.
Él niega — Tú estas loca, eso es muy peligroso.
—Es mi amiga que está en ese peligro — Replico.
—Te puedo pasar algo malo — Contraataca.
—Prefiero que me pase algo por valiente y no por estar de cobarde. Así que tú decides, me llevas o me llevas, Lucifer — con una sonrisa deja que salga primero de mi habitación.
Bajamos las escaleras y cuando vamos a salir mi tía sale de la cocina y frunce el ceño.
—Antes de que preguntes. Él es un amigo, te presentaría pero a Amy le pasó algo muy malo, necesito que Arturo me de las llaves del auto, por favor, tía — Ella abre la boca y asiente.
Me tira sus llaves y Lucifer las atrapa — Vete con el mío, es mucho más rápido y suerte. Pero luego Me cuentas todo y Cuídate.
Me acerco a ella y le doy un besó se le nota sorprendida pero no me doy tiempo a pensar en eso, salimos y nos subimos en su auto, Lucifer me mira para comprobar si estoy lista y yo asiento frunciendo los labios. Si ese hijo de puta le.llegó a hacer algo a Amy... Juro que lo mató.
—¿Cómo sabes donde están? — Le pregunto a Lucifer.
—Siento su energía, aparte conozco a Agramon desde hace tiempo, no es difícil adivinar en el lugar que están. A menos de que...
—¿A menos de que qué?
—De que sienta mi presencia y se vaya antes de que yo llegué.
—Esto no puede ser, no entiendo nada — Estoy muy perdida, siento que la cabeza me va a reventar de tantas preguntas.
—Deja de pensar tanto, luego te cuento y está vez te lo prometo — asiento, no me queda de otra que confiar en Lucifer, mi inquietud se vuelve peor y ahora quiero que Lucifer vaya más rápido y como si leyera mis pensamientos dice: — Ya casi estamos llegando.
Se detiene en un callejón, se baja del auto y yo voy detrás de él. Maldice por lo bajo y se agarra el cabello.
—No están aquí — Dice con la respiración muy agitada.
Saca su celular y marca un número.
—¿Agramon? — se queda en silencio por unos largos segundos que para mi son horas — Yo voy, pero Violet no. suelta a Amy, te lo estoy pidiendo — ¿Lucifer, está rogando? — No pienso ir con Violet, no le vas a hacer ni un rasguño — Gruñe, me está defendiendo — Te juró que voy yo, pero dejalas ir. Ellas no tienen nada que ver con esto — Me mira con los ojos decaídos y niega — No voy a permitir que le hagas nada.
Cuelga y rompe el celular contra la pared haciendo que me sobresalte. Se azoro mucho al ver que no tenía otra opción que llevarme con él.
—No quiero que te haga nada — Dice con voz suave y tranquila. Mi asombro era realmente evidente — Vas a ir conmigo. Pero no te vas a alejar de mí, si no quieres que cometa un asesinato y estoy hablando en serio — es más una advertencia que otra cosa — ¿Promete?
—Te lo prometo.
—Sube al auto, ya me dijo donde estaban.
—Y ¿Tu celular?
—Eso no importa, puedo comprar uno fácilmente — está furioso. Sus ojos están de un color tremendamente oscuro.
Resulta que el lugar no estaba tan lejos y llegamos antes de lo que pensé. Lucifer me da una mirada tierna y niega.
—Siempre ve detrás mío, no te alejes de mí — Me suplica y no sólo con su voz sino que también me suplica con la mirada. Salimos del auto y dos hombres se detienen frente a nosotros. Le dan una mala mirada a Lucifer y luego nos dejan pasar.
Entramos a lo que es básicamente un parqueo bastante grande, miro a todos lados buscando a Amy pero no la veo, varios hombres nos rodean a una distancia sumamente moderada, entre todos ellos sale Agramon, está diferente. Su rostro arde es como si se estuviera quemando. Lo miro horrorizada y una sonrisa que forma en sus labios, es una sonrisa cínica y hace una señas, detrás de él aparecen unos hombres con amy. Tiene los ojos vendados... Pero el miedo y las lágrimas son más que evidentes, las lágrimas brotando de mis ojos y lo primero que intentó hacer es ir corriendo pero Lucifer me detiene.