10. Una explicación.

—Y ahí se muere el sobrino —.

—¡Callate, Lucifer! — Le decimos al unísono a Lucifer, Amy y yo.

—Están muy sensibles, yo sólo doy un tráiler de la película, no entiendo porqué les molesta, es como ver el tráiler pero sin verlo en realidad y escuchando todo de mí. Exageradas.

—Es que todavía sigo sin entender como Violet te soporta — Dice Amy.

—Es que yo también me lo pregunto — Digo.

—¿Perdón?, Yo soy una persona muy bien portada, y si no les gusta se pueden ir — Se hace el ofendido, que gracioso.

—Aparte de que estas perdonado, tengo para decirte que quien se tiene que ir aquí eres tú. La puerta está doblando a la derecha y vaya con Dios — Le digo y Lucifer entrecierra los ojos.

—Dejen de decir que vaya con Dios. Yo mejor voy sólo — sube las escaleras comiendo su pedazo de pastel.

—Por lo menos cocina bien el hijo de su mamá — Sonrío con el comentario de Amy y sigo comiendo mi pastel.

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—¡Mierda, Lucifer, Dame mi maldito celular! — Le gritó y él con el celular entre sus dedos hace el amago de lanzarlo por el balcón — Tú tiras ese celular y yo te cuelgo de los huevos, nada más hizo irse Amy para que el me empezaras a Joder la vida.

—Madre mía, esa boquita — Dice con voz aguda, hace el amago de lanzarlo otra vez por la ventana — Me dan unas ganas increíbles de callarte a besos — abro mis ojos exageradamente y Lucifer carraspea, parece que se dio cuenta de lo que dijo — Pero que lastima que no me gustas, ni un poquito — hace una seña diminuta.

Eso dolió — Pues para lo que me importa —Joder, que mentirosa eres — Dame mi celular, te lo estoy pidiendo es más te lo estoy rogando.

Una sonrisa de altanería se asoma por sus labios y juro que cuando me dé mi celular lo voy a matar — que bonita la niña pero no me da la gana, así que haz lo que se te de la gana.

Esa bien, así lo vamos a hacer. Busco en donde se encuentran todos mis perfumes y veo un cepillo a la vista y lo agarro — Dame el celular — lo amenazó pero lo único que logró es que él se suba a la cama de rodillas y sonría — Lucifer..., ¿Por qué no me lo quieres dar?

—Porque quiero que vengas y me lo quites tú — dejo el cepillo donde mis estaba y me acerco a la orilla de la cama — Adelante.

Me subo de rodillas al igual que Lucifer y él sonríe y me pone en celular para que lo agarré — No es una trampa, toma.

Lo miro a los ojos pero algo me dice que si es una trampa, pero para lo que me importa, agarro el celular pero Lucifer se encarga de agarrar mi mano, su mano está fría como siempre. Sus ojos están oscuros como la noche y su sonrisa no está en su rostro, sus facciones están relajadas y eso lo hace lucir. Pasa la punta de lo lengua por sus labios haciendo que yo muerda los míos, sus ojos negros se mueven de los míos a mis labios, me sostiene la mano con más fuerza y sonríe un poco. Muerde su labio superior y se queda con él entre sus dientes, se acerca un poco más a mi quedando sólo a centímetros. Mi corazón empieza a ir más rápido y vaya mierda, mi respiración es entrecortada y cierro mis ojos para poder sentir ese fuego que me quema cuando su mano me toca, cuando los abro Lucifer está más cerca de mí, puedo sentir su respiración y eso me pone nerviosa, dejo mi celular en mi mano pero yo lo dejo caer a la cama, mueve su mano hasta mi antebrazo de arriba abajo. Eso hace que mi corazón de un vuelco y sienta cosas en el estómago.

—¿Qué sientes, Violet? — Susurra y lo único que hago es asentir, se acerca a mi oreja — Dime — Susurra en esta haciendo que los vellos se me pongan de punta. En mi habitación ya no existe la gravedad, siento que puedo volar.

Besa mi mejilla muy despacio y de tan sólo sentir el caliente de sus labios en esa zona hace que mis dedos tiemblen y la sangre se suba a mis mejillas, su respiración de un momento a otro se combina con la mía y sus ojos penetran los míos mientras sus dedos suben y bajan de mi brazo, cuando creía que no podía sentir nada más roza sus labios con los míos y el mundo me da vueltas, no me besa, no sé porqué no me besa. Cuando me voy a acercar para que sus labios toquen los míos se echa hacia atrás dejándome en el aire y jadeando.

—Ya tienes tu celular, yo tengo que hacer algunas cosas. Te habló luego — Dice con voz dura y se baja de mi cama y sale dejándome confundida y deseando más de algo que él ni siquiera me dio a probar.

Me siento en mi cama y ahora siento los sudores que corren por mi frente. Echo mi cabello hacía atrás, me acuesto boca arriba en la cama y sonrío hiperventilando. Sentir su mano en mi brazo y su respiración con la mía fue una de las mejores sensaciones y no me arrepiento, para nada, es como un subidón y... No sé... Me encantaría volver a sentir eso. Me levanto de la cama y agarro uno de mis libros, es temprano. Es que no quiero leer, por Dios, no quiero leer, ¿qué está pasando conmigo?

No entiendo porqué no me besó. Cuando sentí que sus labios casi estaban sobre los míos no pensé y me lancé, sentir su mano fría en mi brazo fue como algo tan simple que me hizo sentir tan caliente que me hizo querer más y más. De sólo ver sus ojos tratando de comerme sin siquiera tocarme, esos ojos que cambiaron de color cuando me dijo que no le gustaba y que me miraban tan firmes y únicos, que podía sentir como me llevaban al infierno y me traían de vuelta con sólo pestañear. Me deja helada con sólo mirarme y provoca muchas cosas, aunque en el momento no le dé mucha importancia, Lucifer, me hace ver el mundo de una forma distinta a la que estoy acostumbrada y eso me mata.

—¿Qué me haces, Lucifer?

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Son las una de la mañana y Lucifer nada de aparecer, me estoy empezando a preocupar, siento que algo malo le está pasando es un muy mal presentimiento, las manos me sudan y estoy tratando de mantener la calma, no quiero estar así. Debería por lo menos llamarme o darme una señal de que esta bien, él dice que no tiene donde ir pero ha dormido fuera de la casa. Si mi tía supiera me mataría, miro la hora nuevamente, relajate, Violet, no porque hagas eso las horas van a ir más rápido.