Lucifer estaba dormido boca arriba con las manos en su estómago, sus labios entreabiertos y las largas pestañas cayéndole sobre sus pómulos, mientras duerme no puedo dejar de observarlo... Se ve como un niño indefenso que sólo necesita un abrazo o escuchar un <<Todo estará bien>> dice que tiene mil demonios y que yo tengo más Ángeles que él demonios pero no creo que sea así. No me considero un Ángel, al contrario, me considero lo menos ángel que puede haber en esta vida. Lucifer se mueve hasta ponerse de lado y estirar el brazo hasta tocar el mío, su tacto me hace perderme y con un suspiro profundo sigue durmiendo. Su mano en este momento está caliente es como si nunca en la vida hubiera estado fría, es más, quema, arde y yo apartó la mía inmediatamente. ¡Qué demonios!, Después de todo lo que me dijo que fue algo muy sano para mis oídos él se durmió y hasta ahora no ha vuelto a despertar, todavía es temprano pero el cielo se viste de un arrebol muy hermoso y hace que quiera observarlo por unos largos minutos.
Salgo a mi balcón para observar el precioso cielo. Agarro mi mueble y mi portátil, empiezo a buscar cosas sin sentido por la computadora, en realidad no sé mucho de esto, está computadora la tengo no hace mucho y fue porque a mi tía le dio la mágica idea de comprarme una y eso fue cuando estaba de mala onda conmigo, por eso digo mágica idea. Sigo buscando hasta que algo llama mi atención.
—No presiones eso — Salto del mueble en cuanto escucho la voz detrás de mí, coloco una mano en mi corazón.
—No vuelvas a hacer eso, me asustaste — Lucifer se ríe a carcajadas y me levanta del mueble para poder sentarse él — Yo estaba primero.
Le digo pero cuando pensé que me iba a dejar el mueble nuevamente me sentó sobre él con una pequeña sonrisa, así es que él arregla todo, con sonrisas.
—Ahora, quiero saber porqué no puedo entrar a esa página — enarca una ceja.
—Es porno.
—No creo que... — espera — ¿Porno? — Asiente — ¿Qué es eso?
Lucifer abre los ojos como platos por mi falta de experiencia e información y un color carmín se adueña de sus mejillas y de las mía se adueña la vergüenza y un color extremadamente rojo eso lo puedo asegurar — Eso es... Es que no se como explicarle a una adolescente de el sexo.
Trago fuerte y los nervios se adueñan de mí, pero son nervios buenos o eso creo — Es que yo nunca... Bueno... Eso — Tartamudeo y en el fondo se que se está conteniendo para no echarse a reír.
—Deberías saber casi todo eso — Frunce el ceño y sigue — Pero mira; el sexo es cuando una mujer y un hombre, hacen el sexo — Está nervioso — Cuando un hombre le mete la polla en la vagina a una mujer, eso es sexo, ya.
No entiendo porqué de un momento a otro estar sobre él me ha hecho sentir incómoda — Bu-Bueno eso es raro, ¿No?
Él sonríe y dice: — Es todo menos raro, violet. Ya quisieras sentir esa sensación de estar volando, aunque yo si la siento a cada rato y no estoy haciendo eso — Mira mis labios y se acerca a ellos para morder el inferior. Lo muerde tan fuerte que un gemido sale de mí.
—No sé nada sobre eso, y no creo que por ahora vaya a saber algo de eso — Susurro por la vergüenza que me causa esto.
—Nadie sabe — Suelta de una forma dulce — Yo te puedo dar un oral — Frunzo el ceño en señal de confusión — Pronto lo sabrás, sólo deja que pase el tiempo.
—Dejemos de hablar de... Eso y mejor dime, ¿Cómo te sientes? — Cuando pensé que se iba a poner de mal humor y tenso me equivoque, en realidad sonrío y esa sonrisa si llego a sus ojos.
—Estoy bien, no te debes preocupar — Me da un beso en la mejilla.
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.Tres días después.
—No me puedo creer que hoy por fin vas a beber hasta que no te sepas ni tu nombre — Sonrío sin ganas, Amy y mi tía están muy emocionadas y aunque no me lo pueda creer ella se recordó de mi cumpleaños — Anímate, ¿Por qué estas así? ¿Lucifer?
En realidad sí, pensé que... Bueno, no sé. Iba a estar hoy aquí pero desde la última vez que me dijo que estaba bien y que no me debía preguntar dijo también que no iba a tardar mucho, aunque no lo culpo, él no sabía nada sobre mi cumpleaños. Y bueno, no lo debo culpar.
—No es nada, ahora dime que tienes para mí — Amy sonríe y tira todo lo que ella y mi tía me compraron a la cama y es demasiada ropa — Esto es demasiado.
—Eso no es nada, todavía falta mucho más. Los perfumes y cremas, el maquillaje, de verdad que tu tía tiene muy buen gusto, me hizo flipar.
Me espera todo menos que Amy dijera eso de mi tia, ella la odiaba — Parece que te llevas mejor con mi tía.
—No es tan mala onda como antes y eso es bueno, aparte no es de mí de quien debemos hablar, mejor dime, ¿Qué vestido te vas a poner entre estos?
Miro los siete vestidos sobre mi cama y hay uno en especifico que me llama la atención.
—Quiero el azul — Amy lo piensa y asiente — No entiendo por qué eligieron vestidos tan cortos.
—Oh, venga ya, no vas a un maldito funeral, son tus dieciocho. Y eso no se cumple todos los días — Ruedo los ojos, ella dice eso porque sus dieciocho los celebraron a lo grande, pero con tan sólo estar aquí y viva estoy más que bien.
—Me baño y luego, ¿Qué vamos a hacer?
—Te bañas, yo te maquillo, te pones perfume y luego el vestido. Te vas a ver divina y después de esperas a mí, está noche va a ser inolvidable, de eso no que quepa la menor duda — Sonrío y agarro mi toalla para meterme a bañar
Cuando por fin me he dado un baño para quitar el pesar de mi cuerpo me pongo mi bata de baño y me siento frente a mi espejo, mientras Amy me maquilla, su concentración es increíble y no sé donde diablos aprendió a maquillar así, lo hace ver tan fácil como los tutoriales pero anda e inténtalo tú para que veas, con suerte te pones la base bien y ni eso, siempre lo hacen ver tan fácil.
—Estas preciosa, ve a vestirte, quiero ver como te queda — con un suspiro me adentro a mi closet y busco una lencería de encaje, ruedo los ojos cuando veo está, se reforzaron mucho escogiendo la lencería, es roja y llama demasiado la atención, para mí. Me la pongo y luego con mucho cuidado me pongo el vestido.