14. Me eleva como el helio.

—¿Por qué me dices eso? — Pregunto cuando él saca su cabeza de mi cuello.

—Pero es la verdad, siempre supe que serías un problema y también que serías mi favorito — Dice con un toque de burla pero por otra parte lo dice en serio.

—Bueno... Eso me ofende pero me da gusto.

—¿Gusto?, Explícame — Me pide.

—Es que... Es raro, tú vienes aquí, me besas y todos felices y contentos...

No me dejó terminar porque me corta — ¿No te gustó el beso?

—¿Qué?, No, quiero decir, sí, sí me gusto...

—¿Entonces?

—Sé que te vas a enojar por esto pero Es que todavía sigo sin saber nada de ti y esto me pone.

—Incómoda — termina por mí y yo asiento — Te voy a contar un poco más de mí, pero no aquí, hay demasiadas personas observando y pueden escuchar. Aparte no quitan su asquerosa mirada de ti —Dice lo último con asco.

Me saca del lugar sin siquiera darme tiempo de decirle a mi tía y a Amy que voy a salir, mi vista choca con la de Arturo sentado afuera con una Copa de champán en las manos, baja la mirada apartándola de la mía. Con Lucifer sosteniendo mi mano le sigo el paso mientras me lleva por el patio del lugar donde se adentra al otro patio donde no se encuentra nadie. Se detiene en medio de este y sonríe sentándose en el césped.

—Quítate esa mierda de los pies, se que te duelen un montón — y es cierto, no estoy acostumbrada a llevar tacones así que me los quito — Ahora siéntate aquí, vamos a hablar si eso es lo que quieres.

Me siento a su lado y sin siquiera darme cuenta mis manos empiezan a sudar aunque la noche este fría.

—Pregunta — Dice mirando hacia el frente y quitándose su saco de vestir y dejándolo en el césped dejando a la vista su cuerpo marcado por la camisa negra.

—¿De dónde vienes?

—Del infierno — No es la respuesta que esperaba y menos en ese tono, esperaba que me hablara mal.

—De verdad.

—Nací aquí pero me crié en Australia —Interesante.

—Tú nombre completo.

—Lucifer haniel — enarco una ceja y él sonríe — De verdad, sé que es un poco raro pero es lo que hay.

—Está bien. ¿Tú color favorito?

—Creo que es un poco obvio ¿No? — apunta hacia su ropa y yo asiento — dejemos de hablar de mí y mejor dime algo sobre ti.

—¿Qué te puede interesar sobre mí?

—Todo, absolutamente todo — mojo mis labios con la punta de mi lengua y Lucifer me imita.

—No sé que decirte.

—¿Dónde te gusta que te besen?

Antes de que pueda responder, Lucifer captura mis labios inclinándose para poder besarme bien, agarra mi cara entre sus manos así como a la luna, me agarra de las caderas y me hala hacia él haciendo que me ponga en su regazo para poder besarme mejor, me deja de besar para ver mis labios y luego mis ojos, me aparta de su regazo para levantarse y dejarme confundida, me tiende su mano y yo la miro por unos segundos hasta que él me dice:

—Quiero bailar esta canción contigo — Lo miro con el ceño fruncido — Es justo birthday de JP cooper. Aprovéchame.

Sonrío y me levanto sacudiendo la parte trasera de mi vestido y haciendo que Lucifer me vuelva a sostener como ahorita en la fiesta. A lo primero empieza suave y con su mirada penetrante en la mía, sus manos sosteniendo mi cadera y pegándome a él, hasta que me da una vuelta sorprendiéndome y haciéndome reír. Miro sus ojos que muestran felicidad, en realidad baila muy bien y Dios mío, no entiendo porque no conocí a este hombre antes, me da un pequeño beso antes de ponerme de espaldas y hacer que baile pegada a él, muerde mi cuello haciendo que eche mi cabeza hacia atrás y la coloque en su hombro y de un momento a otro me vuelve a poner en la antigua posición, acerca sus labios a los míos y los muerde. Nuestras respiraciones hechas mierdas mientras nuestras miradas se sostienen y nuestros labios se llaman. Trago fuerte mientras comienza una canción más suave que la otra y Lucifer sonríe mientras se empieza a mover más despacio y la luna empieza a brillar más fuerte. Forever young.

Sus pies se mueven muy bien al song de la música mientras la brisa viene más fuerte, sus labios entreabiertos y los míos esperando a que él los bese, me da una pequeña vuelta y cuando vuelvo a la posición me besa, sus labios se acoplan a los míos y hace que sea yo quien busque su lengua que parece que me lleva al cielo y me vuelve a traer de una sola vuelta. Con un suspiro siento como la mano de Lucifer se mueve hasta mi muslo y lo aprieta haciendo que gima, su mano extremadamente fría hace que mis piernas se conviertan en gelatina y que mi mundo cuelgue de una soga, mis manos de mueven a su cabello y lo Halo sin siquiera darme tiempo Lucifer pega su cuerpo para que no haya ningún de aire entre nosotros que nos separe. Lleva una de sus manos a mi mejilla y la acaricia con sus generosos dedos. Nos separamos por falta de aire pero el contacto nunca falta.

y ahora me doy cuenta; Él, él no besaba mi piel ni mis labios, él besaba mi alma... No sé como lo hacía, pero se metía dentro, sin tapujos. Tenía todo perfectamente planeado para que yo estuviera jodidamente...

—¿En qué piensas? — Pregunta sacándome de mis pensamientos, aunque la canción se había acabado yo y él nos seguíamos moviendo, aunque ya nada nos estuviera incitando a hacerlo.

—Sólo pienso que esto es demasiado.

—¿Por qué? — Susurra.

—No quiero terminar...

—Enamorada — Dice terminando lo que iba a decir nuevamente y yo asiento tímidamente — No te tendrías que enamorar, ¿O si?

¿Cómo debo responder a esa pregunta?, No sé. Él es tan amable y pasa tanto tiempo conmigo que lo estoy empezando a echar de menos cada vez que no está a mi lado, cuando me besa bajo y subo a las estrellas y sin siquiera darme cuenta las toco, ¿Cómo pretende que no me enamoré de alguien que hace todo eso? 

Es tan difícil pensar cuando el corazón quiere hablar y mandar y siente que si lo dejas te va a lastimar porque el maldito siempre elige mal, cuando quieres que tu mente te gobierne siempre termina mandando tu corazón porque parece que el sentimiento puede más que la razón y duele. Duele, cuando te das cuenta que el maldito corazón tenía más razón, porqué por más que intentes tu mente te termina traicionando, porque esa también se enamora.