Underclass Hero

Capítulo XIII

“Trying to blow out the pilot light”

Estábamos tomando café, la temperatura se estaba poniendo un poco más fresca de lo normal. Angeline y Caitlyn estaban murmurando algo, muy amenamente. Flora carraspeó la garganta, llamando la atención de ambas.

—¿Se puede saber qué traen entre manos? —preguntó, arqueando una ceja—. Me pone nerviosa que secreteen tanto frente a nosotras.

Angeline apoyó ambas manos sobre la mesa, juntándolas, como si fuera la gerente general de alguna empresa, o bien, una jefa cualquiera que estuviera a punto de despedir a sus trabajadores en cuestión, en este caso, Mandy, Flora y yo.

—El día viernes —empezó a decir—, me enteré de quién era el susodicho que le gustaba a Caitlyn.

—¡Angeline! —Caitlyn cubrió su rostro, avergonzada—. ¡No digas el nombre tan fuerte! Alguien más puede escuchar.

—Se trata de un tal Taron, de la sección B, creo —siguió hablando, ignorando por completo la petición de Cait.

—¿Qué sección somos nosotras? —preguntó Mandy.

—La “C” —dijo Flora, luego volvió a ver a Angeline—. ¿Y? ¿Eso es todo lo que secreteaban?

—No, precisamente, lo que hablábamos era... Una especie de promesa entre ella y yo —sonrió satisfactoriamente—: idearé un plan de siete pasos, y haré que ambos queden juntos.

Tanto Flora como Mandy y yo estábamos un poco perplejas. Angeline sonreía y arreglaba su cabello, que estaba un poco más ondulado de lo normal, y sus ojos perfectamente delineados le complementaban ese toque de superioridad que quería imponer.

—¿Y tienes confianza en que te funcionará? —pregunté, antes de beber un sorbo de café.

—Me ofendes, Pandora —negó con la cabeza—. Este plan es infalible.

—¿Cuál es? —dijo Mandy—. Si es infalible, quiero conocer detalles.

—No puedo decirles, al menos no ahora. Ni siquiera Caitlyn lo sabe —tomó una oreo y se la llevó a la boca.

—Todavía no lo has planeado, ¿verdad? —preguntó Caitlyn, haciendo que Angeline se atorara y todas nos riésemos de ella.

Todas, claro, menos Angeline que era la afectada... ni Flora, ella estaba extrañamente seria.

—Ya les revelaré toda esa información, pero no ahora —Angeline ya había podido tragar y había dejado de toser.

La verdad, es que no sabía quién carajo era ese tal Taron.

—Es más —siguió hablando, aun cuando nadie le había seguido preguntando—, lo haré en la reunión que tendremos en casa de Pandora.

—¿Qué reunión? —pregunté confundida.

—La que vamos a organizar ahora. El sábado a las ocho, nos podremos quedar a dormir.

—Espera, espera, ¿estás organizando una reunión en mi casa sin haberme preguntando primero? —ella asintió—. ¿Por qué lo haces?

—Tu mamá nos dijo que fuéramos cuando quisiéramos, ¿no? —no respondí—. Pues yo quiero ir el sábado a las ocho, y como me quedará lejos, me quiero quedar a dormir.

—Le preguntaré a mi mamá —suspiré—, les avisaré en la noche.

★★★

No fue necesario preguntarle, porque cuando le dije que las chicas querían organizar una reunión, de inmediato sugirió hacerla aquí en casa. Y ahora, estábamos esperando a que llegaran.

—¿Y puedo invitar a un amigo? —preguntó Derrick—. Solo la enana trae visitas tan seguidas a casa.

—No me digas enana, estúpido mocoso —reclamé, apuntándolo con el cuchillo—. No sabes de lo que soy capaz.

—No amenaces a tu hermano con eso, Dora —mi madre secó sus manos en el delantal, yo seguí picando el tomate—. Ni siquiera puedes salvarte de alguna cortadura cada vez que los manipulas y amenazas a tu hermano —se burló—. Además, esa clase de comportamiento no debiese existir entre hermanos.

—Somos enemigos naturales —dijo Derrick—. ¿Que no has visto “Los Simpson”, mamá?

—Puedes traer un amigo, sí —mi madre ignoró la pregunta de mi hermano—. Con tal de que no molesten a las amigas de tu hermana.

—¿O sea que a mí sí me pueden molestar? —pregunté.

—Tampoco a tu hermana.

Las chicas querían hacer pizza de nuevo, aunque ahora tendríamos una opción con carne. El alcohol también lo traerían ellas, de todas maneras, aún quedaba la botella de vodka de la otra vez, así como un par de cervezas en el refrigerador —las que tuve que mantener lejos de Derrick, ya que él quería bebérselas— que le podía dar a Mandy.

—Genial, entonces le diré a Calvin que venga.

—Calvin —me volteé—, él me cae bien.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.