Underclass Hero

Capítulo XVII

“The time you swim against will carry you back home”

—Me rehúso a beber esa asquerosa infusión.

—No lo hagas —me apoyó Mandy—, tiene sabor a harina.

—¡Es solo agua con linaza! —se defendió Caitlyn, mirándonos ofendida.

—A Mandy no le gustó, y todas sabemos que a esta chica —la señalé— le gusta todo lo comestible.

—El agua se bebe —me corrigió Flora.

—¿Por dónde pasa? —pregunté, levantando mis cejas.

—Eh... La garganta —dijo una insegura Flora.

—¿Y adónde conduce la garganta? —intervino Mandy, inclinándose un poco sobre mí, ya que Flora estaba sentada a mi derecha.

—¿Estómago? —respondió.

—Entonces cuenta como comestible —dije, luego volví a mirar a Caitlyn—. Entiendo que te preocupes por mi salud, de verdad lo aprecio, pero no pienso beber agua con esas semillas. Son sabrosas en pan.

—Mucho pan te hará engordar —señaló Angeline.

Estábamos sentada en los pastos, por lo que me pude echar un poco hacia atrás, poner mis manos alrededor de mi abdomen y apretarlo para formar un rollo; no era muy grande, pero ahí estaba, solo sonreí mientras encaraba una ceja.

—No hay nada más sexy que mi rollito regalón —empecé a apretarlo un poco—. Mi jelly belly.

Angeline no me respondió, de hecho, me dedicó una mirada de desaprobación, en tanto yo me divertía con mi rollito. Escuché su suspiro, y todas la miramos. Se puso de pie, sacudió su trasero, se cruzó de brazos y sonrió satisfactoriamente.

—No es por nada, Caitlyn, pero ya voy en el paso número dos.

Miré a Flora, ella también estaba un poco confundida, pero al darnos cuenta de la superioridad que intentaba expresar Angeline, así como el rubor y la sonrisa que aparecían en el rostro de Caitlyn, nos hizo recordar ese famoso plan que tenía Angeline para ayudar a Cait con el tipo que le gusta.

—¿Cuál era ese? —preguntó Mandy.

—Hablarle a Turrón, quizás —dije, en español.

—¿Turrón? —dijo Caitlyn, arqueando una ceja—. ¿Qué es eso?

—Cómo no sabes lo que es un nougat —entrecerré mis ojos—. Aunque claro, el nougat es francés y el turrón, español.

—Me sorprende tu habilidad para cambiar tan radicalmente de tema —comentó Angeline, negando con la cabeza—. Dios, Pandora... Como sea, y no, ese no era el plan dos —aclaró su garganta—: era ganarme su amistad. Resulta que empecé a hablar con el amigo de Taron —recalcó su nombre—, y de ese modo, hemos empezado a hablar y solo espero que nuestra amistad se logre forjar bien —asintió—. Desde ahí, podré acercarme a Taron, ese sería el tercer paso.

—¿Crees que funcione? —preguntó Caitlyn.

—¿Dudas de mi capacidad para ejecutar algo que yo misma planeé? —preguntó Angeline, poniendo una mano sobre su pecho.

—Definitivamente lo está dudando —dijo Flora.

A la distancia, por el camino que llevaba a nuestra facultad, se podía ver al tal Taron con su inseparable amigo —al que, asumí, era el tipo que Angeline le hablaba— dirigiéndose al edificio. Angeline miró a Caitlyn y le hizo una seña para que también mirase.

—¿Me acompañas a darle un saludo? —le preguntó Angeline a Caitlyn.

—Si hago eso, ¿no estarías saltándote algunos pasos de tu plan?

Chasqueó sus dedos y la señaló.

—Toda la razón, absolutamente toda la razón.

Flora me tocó el hombro y al voltearme hacia ella, me pidio que me acercara.

—Creo que quiero unirme a UH —fue lo que susurró.

Me alejé luego de eso. La miré fijamente, ella parecía no querer parpadear, era como una batalla de miradas. Relamí mis labios, arqueé mis cejas y miré a Mandy, quien revisaba su celular.

—Mandy —reaccionó y me miró—, creo que a Flora le interesa unirse a nuestras clases de gramática.

No reaccionaba, solo intercambiaba miradas entre Flora y yo, creyendo de seguro que se trataba de alguna broma. Hasta que se dio cuenta de mi referencia a las clases de gramática y abrió la boca, demostrando su sorpresa.

—¡Ah! ¡A esas clases!

Flora rio, yo jalé de su manga para que se tranquilizara y no llamara la atención de Angeline ni Cait, puesto que ellas sí que no sabían nada. Flora era simpatizante, ellas nada, y una de ellas tiene un particular rechazo a la organización.

—Vamos a plantearle la situación al resto de los chicos —dije—. Pero al menos estoy segura de que no se podrían negar.

—De hecho —añadió Mandy—, creo que esperaban que fueras miembro oficial —me miró—. Ahora que lo pienso, ¿no fue un tanto extraño el cómo nos unimos?

—Yo pienso lo mismo, pero creo que debe estar en algo de ese librito hecho a mano.

Mandy puso su mano en mi boca, callándome; tenía una expresión de reproche en su rostro. Claro, estaba metiendo la maldita pata con información que podría ser escuchada por alguien. Ambas miramos a nuestro alrededor, pero no había nadie cerca. Fue alivio.

—Flora —empezó a decir Mandy—, cuando tengamos la reunión, te aseguro que plantearemos tu unión como miembro oficial.

—¡Aquí están mis iniciadas favoritas! —exclamó Lee, haciendo que Mandy y yo gritamos un poco por el susto.

Mandy se había alejado un poco de mí, por lo que Lee pudo colocar cada brazo en nuestros hombros y abrazarnos.

—Tanto amor, Lee —dije.

—Por supuesto -asentía mientras nos dejaba libres—, soy una persona que brinda mucho amor al mundo —se dio cuenta de que Flora y hasta Caitlyn y Angeline nos miraban—. Qué tal, chicas —intercaló miradas entre Mandy y yo—. ¿Tienen un momento para mí?

—¿Es urgente? —preguntó Mandy.

—Bastante.

Lee sonreía, haciendo que sus ojos se vieran más pequeños y como el cabello negro le caía sobre la frente, parecía una expresión de algún niño travieso. Nos miramos entre nosotras y luego al resto de las chicas, es que parecían bastante interesadas en saber de qué teníamos que hablar con él.




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