Underclass Hero

Capítulo XXII

“We don't feel like outsiders at all”

Mi mamá, cuando llegó a casa ese día que me enfermé, me llevó al hospital y terminaron dándome licencia por tres días. Era resfriado y algo más, recuerdo que dijo algo de la faringe. Sin embargo, le insistí y le insistí a ella que me dejara invitar a Wilson, Lee y obviamente a Mandy para que pudiésemos practicar como el DC que somos; me dijo que sí, pero con la condición de que no me agitara demasiado. Ella no me dijo nada sobre Andy.

—Gracias por traerme los apuntes —dije a Mandy extendiéndole una limonada.

—Nada de “gracias”; son $25 por página —respondió recibiendo el vaso.

—¿Te perdiste de mucho? —preguntó mi mamá que salía de la cocina revisando su celular.

—No tanto, no tardaré en pasarlos —aseguré.

—Pandora —llamó Mandy y su expresión demostraba preocupación—, ¿te sientes mejor ya?

—Sí, solo ese día fue horrible —afirmé.

—Horrible solo cuando se fue tu amigo —dijo mi mamá con un tono de voz algo sugerente.

—¿Qué amigo? —se sorprendió Mandy.

—Nadie —respondí rápidamente—, nadie.

—Dora —volvió a hablar esa mujer—, no lo niegues...

—No es que lo niegue, es solo que no importa —recalqué cada sílaba de esa palabra.

—Pero yo ahora quiero saber —afirmó Mandy.

—¿Conoces a un tal Andy? —y ahí está, la mujer que me dio la vida se entromete donde nadie la llama.

—¿Andy? —Mandy me miró, yo solo me encogí de hombros—. ¿En serio?

—Nos... O sea, nos vinimos juntos, pero... ¡Ugh! Él se ofreció, solo eso, yo me sentía tan mal que terminé aceptando —me molesté, como siempre.

—Y dile, también —empezó a decir aquella mujer—, que te preparó una limonada, te tomó la temperatura y esperó a que yo llegara para no dejarte sola.

Esta señora se está ganando carbón como regalo del día de la madre.

—Bueno, pero tampoco es para tanto —rodé los ojos—. Yo haría lo mismo por un amigo.

—Qué bueno —comentó Mandy—. No me lo hubiese esperado de él.

—¿También lo conoces? —preguntó mi mamá.

—Sí, es un chico un poco mayor, lo conocimos porque es amigo de nuestro consejero. Es agradable.

—No tengo dudas al respecto —asintió Dakota.

—Ya, ya, como sea. Mandy —ella me miró—, llamaré a Lee y a Wilson, les preguntaré dónde vienen para que podamos empezar.

—Dora, voy saliendo —dijo Dakota tomando la cartera que había dejado a mi lado en el sofá—. Derrick irá a cenar a casa de Kevin, así que no lo esperaremos.

—¿Tú traerás la cena?

—Sí —miró a Mandy—. Espero que te quedes, comeremos comida tailandesa —sonrió con entusiasmo.

—¿Puedo quedarme? —se asombró.

—Claro que sí —miró la hora—. Ya, chicas, vuelvo en un poco más de tres horas... No tengo problemas si los chicos quieren quedarse a comer, porque traeré mucha comida.

Observé a mi mamá hasta que salió por la puerta principal, luego de eso suspiré pesadamente y busqué entre mis contactos el número de Lee.

—Andy se portó...

—...como cualquier amigo —intervine antes de que ella pudiese concluir la frase—. Bien dicho, bro.

★★★

—Me gusta mucho tu casa —afirmó Lee, sin dejar de admirar la sala.

—Gracias —le respondí—, pero mejor me ayudas a terminar de correr el sofá.

—Déjamelo a mí —dijo Wilson.

Ambos empujamos hasta la pared y dejamos libre el centro de la sala, así podríamos tener un espacio más amplio para empezar el ensayo.

—¿Ya encontraste el video? —pregunté a Mandy.

—Sí —asintió mientras se hacía a un lado para dejarnos ver la televisión—, ahí está.

“Oh NaNa” de K.A.R.D., práctica.

—¿Okay? —dijo Wilson frotando sus manos—. ¡Oh! ¡De verdad es mixto!

—Sí —se emocionó Mandy—, son ideales para nuestra coartada.

—Se supone que cada uno debe interpretar a uno de ellos, ¿no? —Mandy asintió y Lee exclamó—. ¡Una de ustedes tendrá que teñirse el cabello a rubio!

—No, no, no es necesario —rio Mandy un poco—. La verdad es que solo sería necesario si tuviésemos que ir a alguna competencia, a menos que ocupe una peluca —se encogió de hombros.

Hey, dijiste "ocupe" —observé—, eso significa...

—¡Ah, sí! Pandora, tú serás Jiwoo, la rubia; Wilson, tú serás el más alto, BM; Lee, tú serás el otro chico, el que tiene la gorra, J.Seph; y yo seré Somin.

Wilson, Lee y yo, al parecer quedamos un poco confundidos.

—Ya lo tenías todo planeado —dijo Lee.

—Obvio.

El video terminó, y la verdad es que el ritmo no me había desagrado en lo absoluto ni a los chicos. Mandy estaba emocionada y algo ansiosa por empezar a practicar, así que aplaudió un par de veces llamando la atención del resto de nosotros.

—Es obvio que no nos aprenderemos la coreografía de inmediato, y que tampoco desarrollaremos habilidades de baile tal y como las tienen ellos —dijo Mandy—, pero es solo el inicio de nuestra coartada.

—Me gustó la canción —dijo Wilson—, y me cayó bien el chico ese, el grande.

—BM —aclaró Mandy.

—Ese, BM.

—¡Chicos! —dijo Lee—. Dejen que tome una foto, una selfie.

—¿Para qué? —pregunté.

—Para presumirnos en las redes sociales —dijo con un tono de obviedad—. Ya, ya, ya, Wilson —le extendió el celular—, tómala.

Nos acomodamos, de tal modo que quedamos, Mandy y yo, entre los chicos; yo, al lado de Wilson. Él y yo hicimos el gesto del conejito con los dedos índices y medio, Mandy sonrió al igual que Lee; eran los más felices, al parecer.

—Debemos tener un nombre —dijo Mandy luego de que tomaran la foto—, pero eso lo veremos más tarde.

—Podemos pensarlo más adelante —dije, ella asintió.

—Ya, empecemos a ensayar —pidió nuevamente—. No tenemos tiempo que perder.

—Antes de eso —interrumpió Lee, recibiendo su celular de nuevo—, se quedarán a la fiesta el viernes, ¿cierto?




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