"This is the illusion I pulled down over your eyes"
Durante veinte minutos, Mandy y yo estuvimos encerradas en Artes. No fue hasta que los profesores salieron de la facultad, se fijaron que estuviera todo en orden, una profesora, tal parece, la directora de la carrera, habló con uno de los guardias que se había estado acercando a la facultad, nos dijeron que las salidas estaban habilitadas, que el comunicado del rector ya había salido: las clases están suspendidas hasta el lunes.
Cuando salimos, acordamos juntarnos con las chicas a las afueras de la facultad de Artes, ya que estábamos cerca de la salida más segura, de todos modos, y aunque me quedase lejos de la parada, tendría que buscar otra ruta para llegar a mi casa. Tenía mensajes de Zareen, mi papá y, obvio, de mi mamá, traté de contestarlos todos, pero me terminaron por saturar y apagué mis datos.
—Ahí vienen —dijo Mandy.
Flora, Cait y Angeline venían tomadas de los brazos, Caitlyn se notaba angustiada, inmediatamente me puse a buscar mi botella con agua, tratando de no abrir tanto la mochila, así no se vería mi ropa. Cuando las chicas estuvieron frente a nosotras, simplemente le extendí la botella a Cait y ella la recibió rápido, luego se la pasó a las otras chicas. Tal parece estaban deshidratadas.
—¿Están mejor ahora? —pregunté, recibiendo la botella casi vacía de parte de Angeline.
—Esa facultad era un horno —dijo Angeline—, en serio. Caitlyn casi se desmaya.
—Me quiero ir —dijo Cait—, por favor, vámonos.
—Esperemos a que salga la mayor cantidad de gente —sugerí yo—. Si quieres voy a buscar más agua.
—No, no te vayas —pidió Flora—. Quédate aquí mientras esperamos salir.
Flora se veía angustiada, tomó asiento en las escaleras y sacó su móvil para hacer una llamada. Ninguna parecía tranquila, en mi caso, sabía que si activaba mis datos tendría, por lo menos, veinte mensajes de mi mamá, y otros treinta de mi papá. Pensé en llamar a mi mamá, pero sabía que no dejaría de hacerme preguntas, y si estaban haciendo un tipo de control, me interrumpiría demasiado. No pensé más, activé los datos y esperé la llegada de los mensajes. Fueron bastantes, pero no le presté atención a ninguno en específico, simplemente abrí el chat de mi mamá y escribí: "Voy camino a casa, te aviso cuando esté en el transporte", luego copié el mensaje y se lo envié a mi papá.
—¡Pandorothy!
Rápidamente me volteé y vi que Lee se acercaba corriendo, seguido de Taylor, pero él parecía estar cojeando, y eso, obviamente, me preocupó. Se acercaron a nosotras, Lee posó sus manos sobre mis hombros y respiró profundamente, miró a mis amigas, les sonrió, luego me miró a mí.
—Pensé que te habías ido —dijo luego de recuperar el aliento.
—Lo intentamos, quisimos irnos por Filosofía, pero estaba cerrado, y cuando intentamos escapar por acá, el olor a lacrimógenos estaba muy fuerte —respondí y luego miré a Taylor—. ¿Tú estás bien?
—Sí —dijo él, como si nada.
—Estabas cojeando —observó Angeline, para la sorpresa de Taylor.
—Ah, no es nada, me tropecé cuando estaba saliendo de la facultad —afirmó, restándole importancia—. Solo me pegué, pero ya se me va a pasar.
—¿Y Andy? —pregunté.
—¡Ah! —exclamó Lee—. ¿Dónde fue que se refugió? —miró a Taylor—. En Química, ¿no?
—En Física —corrigió Taylor—, recuerda que se iba a reunir con Christian para ayudarlo a corregir su informe de segunda lengua.
—Pandora —dijo Caitlyn—, será mejor si nos vamos ya.
—Cierto —me volteé hacia los chicos—, ¿ustedes se quedan?
—Tenemos que esperar a Andy —dijo Taylor—. Le diremos que después se comunique contigo.
—No es necesario, solo quería... —chasqueé la lengua y negué con la cabeza—. No importa. Nos estamos viendo el lunes.
—Avísame cuando llegues a tu casa, Pandorothy. ¡Tú también, Mandy! —dijo Lee.
Dijimos que sí y emprendimos camino a la salida. Caitlyn seguía angustiada, repetía una y otra vez que quería algo dulce, y que esperaba que la tienda de productos veganos que estaba cerca de la avenida -por donde se venía ella- estuviera abierta. No hicimos más que cruzar la reja, y caminar hasta llegar a la calle que está por detrás de la universidad, para darnos cuenta de que estábamos siendo rodeados por carros policiales, y los mismos desgraciados estaban casi formando un cordón.
¿Qué mierda es lo que estaba pasando?
★★★
Apenas me bajé del autobús, mi hermano Derrick estaba cruzado de brazos, pero me vio y se acercó a mí, me ofreció una botella con agua -antes de siquiera decirme hola- y me quitó mi mochila para llevármela. No me había dado cuenta de la sed que tenía hasta que me terminé la botella de medio litro antes de llegar a mi casa. En la ventana, distinguí a mi mamá, ella pareció hablarle a alguien y se abrió la puerta, dejando ver la figura de Zareen.
—¿Qué está pasando? —le pregunté a Derrick.
—Estábamos preocupados —suspiró—. Todo fue televisado, Pandora, pensamos que te habían llevado o herido, porque dijeron que se registraron fuertes enfrentamientos. Algunos estudiantes tuvieron que ser atendidos por especial médico. Papá nos llamó, también, para que estuviéramos atentos por si teníamos noticias tuyas.
No dijo nada más, Zareen me abrazó con mucha fuerza, yo le golpeteé la espalda para que me soltara, me permitió entrar a mi casa y ahí estaba mi mamá. No entendí nada de lo que dijo, habló muy rápido, mas sí me di cuenta de que estaba angustiada, todo por la manera con la que apretaba una de sus manos sobre su pecho mientras que con la otra se tocaba la frente.
—Tranquila, mamá, estoy bien. Solo tengo sed y mucha, mucha hambre —dije.
—Ay, hija —dejó esa pose tensa, sus manos parecieron caer—. Estábamos todos muy angustiados —miró a mi hermano—. Derrick, llama a tu papá y dile que Dora ya llegó a casa.