Underclass Hero

Capítulo XXVII

You might be right but I don't care

Luego de ese viernes, el ambiente en la universidad parecía dividido, no por posturas con respecto al discurso del director, es que después de eso jamás se lograron anunciar represalias, tampoco se mencionaron los protocolos a seguir. ¿Era posible que nos estuvieran siguiendo? Esa idea no parecía tan irreal si consideramos que no hubo un anuncio público al respecto de ello. Además de eso, ya estábamos a tres semanas de cerrar el jodido semestre y todo estábamos concentrados en cumplir con todos los trabajos para no dar los exámenes finales.

—Si el semestre fuese un tren —dijo Laia—, me gustaría tirarme a las vías.

—Esa no es la mentalidad que debemos tener —dijo Flora a modo de hacernos entrar en calma, me di cuenta de que empezó a sobar la espalda de Caitlyn, quien tenía unas enormes ojeras—, sé que también es un poco ridículo que venga y les diga lo que debemos hacer o cómo debemos comportarnos, pero les aseguro que tener una actitud pesimista no nos sirve de nada. Piensen que ya estaremos de vacaciones.

—Ah, sí, la ley de atracción —apuntó Amalia destapando su botella de agua—, si me mentalizo con Miami Beach, estaré pronto en ese lugar y la universidad pasará sin que me dé cuenta.

—Creo que soy partidaria de la idea de Laia —dije—, además, mi única motivación para aplicar la ley de atracción sería mi propia y pronta muerte.

—A veces me da miedo que digas esas cosas en serio —dijo Angeline.

—Je.

Personalmente, no esperaba que anunciaran represalias, si no lo hicieron el día del conflicto, podría significar que: nos tienen identificados o nos tienen vigilados a todos. Si nos vigilan y nos están siguiendo, según coincidamos con las características o perfiles, es posible que arriesguemos sanciones tan graves como la expulsión. Pero ¿y si no hacen nada? Da para interpretarse como que fue todo planeado... Esa idea me aterraba un poco.

¿Es posible que alguien, tan obsesionado por el poder y el control, sea capaz de eso? Me inquieta no tener respuesta, y más el saber que existe una.

—¿Me permiten hacer un descargo? —dijo Almendra luego de haber soltado un largo suspiro.

—Adelante —le dijo Angeline echando su cabellera negra hacia atrás.

—Encuentro ridículo que el rector crea que con ese discurso las cosas se hayan solucionado. Básicamente, presentó el papel perfecto de una víctima cuando él podría ser el victimario —soltó una enojada Almendra—. ¿Qué creen que pase?

—Pienso que deberíamos dejar que las cosas fluyan —dijo Caitlyn—. No vale la pena que pensemos en qué haríamos cada una, porque no lo haremos. Nos queda acatar.

—O luchar —dijo Laia.

—Claro, o luchar.

Ambas guardaron silencio e intercalaron miradas con nosotras. Pero ninguna dijo nada, parecía que no estábamos listas para entender esa realidad, recién era nuestro primer año, y aunque estuviese concluyendo, era imposible que pudiésemos haber llegado a una especie de verdad a partir de esta corta experiencia, porque eso era, una corta experiencia. Me mofé, es curioso que piense así, pero para unirme a UH solo tuve que pensar en lo ocurrido con Rosetta, básicamente, fue un impulso.

Incliné mi cabeza y suspiré. No tenía ganas de formar parte de esa conversación. A veces prefería desconectarme, no quería formar parte de nada, ¿eso era normal? Me excusé diciendo que iba al baño, les pedí que cuidaran de mi mochila. Me estaba alejando de la mesa cuando me di cuenta de que Mandy venía tras de mí.

—¿Todo bien? —me preguntó.

—Sí, sí —respondí rápido y le sonreí—. Quería un poco de aire, me siento algo incómoda cuando tocan esos temas.

—Es porque no puedes opinar libremente, ¿verdad?

—Creo que me entiendes.

—A veces, envidio a Flora —dijo cuando ya estábamos por entrar la puerta del baño.

Llevé mi dedo índice a mis labios para pedirle que guardara silencio, ella entendió.

—Esa facilidad que tiene para relacionarse con los demás y decir lo que piensa sin tener miedo —volvió a hablar Mandy una vez que nos asomamos para asegurarnos de que no hubiera nadie.

—Vacío —dije.

—Mejor esperamos a cuando estemos lejos —dijo ella, yo asentí.

—De todos modos, yo también le envidio lo mismo. Ojalá yo pudiera opinar libremente sin tener miedo a que me juzguen ni me acusen de algo.

—¿Te arrepientes de haber tomado la decisión?

—No realmente —me asombré por lo rápido que contesté—. Es solo que dudo de mi capacidad para ello, pero tengo ganas de estar ahí, lo siento muy necesario.

—Es increíble lo bien que te entiendo —suspiró Mandy mientras apoyaba sus manos sobre el lavabo y observaba su propio reflejo en el espejo—. ¿Sabes? Estoy pensando en cortar mi cabello.

—¿Y por qué lo piensas? Espera, ¿vas a hacerte otra cosa en el cabello?

—¿Otra cosa? Solo me lo he teñido.

—Ah, entiendo, te cortarás las puntas dañadas.

—No, quiero una melena.

—Te quedará genial.

Seguimos mirando nuestro reflejo, lavé mis manos y las sequé con la tela de mi pantalón. Precisamente por esta situación es que dudaba si había sido buena idea unirme. No podía hablar con libertad, si decía algo relacionado a Underclass Hero me tomarían de sospechosa y eso traería ciertas consecuencias para mi continuidad académica, y no solo en Pedagogical, al menos eso es lo que yo creo. Pero, luego de pensarlo mejor, cambiaba de idea.

—¿Nos juntamos a terminar el ensayo del señor Wilson? —preguntó Mandy.

—Vale.

Sabía, perfectamente, a qué ensayo se refería.

★★★

Nos reunimos con Mandy en la sección de obras de referencia. Solía ser nuestro habitual lugar de reuniones, ahí podíamos hablar un poco más fuerte y no molestaríamos a quienes estuvieran en nuestro alrededor y, lo que era mejor, sabríamos si alguien nos estaba espiando.




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