Las personas obedecieron mientras que los tres fueron hacia el pobre auto que estaba todo sucio y con un vídrio roto, sacaron las bolsas en tres mesas que llevaron los fuertes hombres a ellos mientras que les repartían la comida chatarra, frutas, vegetales hasta arroz por cada hombre y cada mujer y a los niños, les daban líquidos, ya sean jugos, agua, refrescos etc... para que se lo llevaran a casa. Después de que terminaron de todo y las personas organizaron todo en sus despensas comieron un gran buffet de comidas variadas, arroz, ensaladas y habichuelas que traían André todo en su pobre carro.
TRES UNICORNIOS MAS TARDE....
Los poblanos llegaron y les pidieron disculpas por aquellos moretones y ofensas, la mujer que había estado encima de Unicorniocienta le pidió perdón a Katia para luego decirle un par de groserías a Unicorniocienta por haberle roto su brasier y dejarla con algunas de sus extensiones en manos, pero entonces ella también se alteró y le sacó en cara los arañazos y si no hubiera sido por André y Katia las dos se arreglan para después. Luego de todo aquel show les contaron sus ideas de un festival, a la mayoría les gustó y a algunos no, pero al final se pusieron de acuerdo cuando Katia les dijo que llegarían personas de diferentes reinos, pueblos, barrios y nacionalidades, después de alguna que otra idea que dieron los Willinguinos la mayoría las aceptaron ya que eran buenas, después de todo André les dijo que hicieran una lista de todo lo que necesitaban para traer y empezar a organizarse porque aquello tenía que estar listo lo más pronto posible.
—Entonces quedamos para mañana a las tres tardes. —avisó Katia
—Por cierto. —dijo Unicorniocienta hablando después de casi dos horas—. Traten de barrer las calles, organícense para que mientras alguien barre otra persona va recogiendo la basura.
Todos se miraron entre sí asintiendo y poniéndose de acuerdo para después.
—-Y por favor, usen guantes porque por ahí vi una rata muerta creo, y no queremos una enfermedad para nadie, y menos para los niños. —dijo Katia con una cara de asco y miedo.
—Disculpen. —dijo un hombre alzando una mano para decir algo como en la escuela—. Y por qué ustedes no nos ayudan, digo, porque somos los poblanos pero la princesa también lo es, y si quieren ayudar demuestrenlo y no sólo estén mandando ahí, porque si es por todo esto que nos trajeron y la idea del festival es su responsabilidad como la futura reina que será.
Los tres se miraron entre sí, aquel señor tenía mucha razón, mientras que los poblanos lo apoyaban. La cosa era que Katia no sabía prácticamente hacer nada, de
Andre ni se hablara y Unicorniocienta era la única opción libre para eso, pero para ella sería una mala idea pasarse las tardes allí estando ausente en su casa para que la madrastra se enterara de todo porque esa bruja a la primera no se la llevaba, pero ella no tenía un pelo de estúpida como sus hijas. Y lo que menos quería era que supiera que era amiga del príncipe porque si se llegaba a enterar no quería saber de que era capaz para destruir aquella amistad y casar a Anaspizza con él.
—Y... —preguntó el tipo alzado de brazos.
—Katia tiene muchas cosas que hacer en el reino del rey Brinco, venir aquí y traerles todo lo que necesiten cosa en la cual André es quien pone todo el dinero, y él —miró a Andrés sin saber que sin saber que hacer—, él tiene que hacer muchas cosas también. Yo me apunto para ayudarles, claro está que no podré venir en las mañanas, Sólo en las tardes..
Lo más seguro es que se arrepentiría después, pero ya se había comprometido valiendole un caracol las brujas de su casa.
Todos se quejaban ahora con más intensidad por lo injusto que era para ellos que mientras ellos recogían ratones muertos su futura rey estuviera allí pasando el día bien, ya que es también culpa de ella toda la asquerosidad que se propagó había ahí.
—No, no, —negó Katia moviéndose un poco más adelante—. Lo que vamos hacer es que mañana vamos a venir a traer lo de las listas, entonces el miercoles osea después de mañana me las arreglaré para quedarme aquí a ayudar y durar unas semanas, pero claro, yo me quedare una semana, ellos no.
André y Unicorniocienta sólo respetaron su decisión pero ninguno las iba a dejar sola, por otro lado todos lo aceptaron ya que para ellos era muy justo porque por su padre era que estaban así, ya que su padre se gastó todo el dinero en negocios que no tenían ningún futuro haciendo perder todo la fortuna que tenían. Era algo loca y estúpida aquella situación ya que los padres de Katia habían tenido millones en el banco, eran una de las familias más ricas allí y el dinero que Katia tenía, el cual ella se lo había ganado con los negocios que su padre había puesto para ella fue con lo que sobrevivieron los últimos tres meses ella, su familia, y todo el pueblo.
Al cabo de tres horas terminaron de escribir todo lo que necesitaba cada negocio y local del pueblo, André sólo suspiro al ver la nota mientras que Unicorniocienta tenía en manos para leerlo frente a todos y tener claro cada cosa.