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Pasaron años y a la chica la llamaron para que publique en físico su libro, le fue bien. Lo logró, lo hizo. Estaba feliz. 

Nunca más volvió a ver a su amigo, pero siempre lo recordaba como el mejor. Gracias a él, logro todo esto.

Gracias Robin....

Franshesca L.Y.D

- Hola, buenos días hija.

- Buenas mamá, ¿como has amanecido? - le pregunto a mi madre, estos últimos días ha estado un poco mal - ¿Ya te sientes mejor?.

- Sí, hoy vuelvo al trabajo - asiento - ¿Que carro vas a usar hoy? - sí, teníamos varios carros. Me había vuelto millonaria.

- Cualquiera - respondo.

- ¿Hoy vas, no?.

- Sí, hoy es el día - era el día en que mis padres fallecieron en un accidente... Como los extrañaba.

Al comienzo, no quería ver a nadie, no quería hablar con nadie, no quería a nadie, solo quería a ellos, a mis padres. Así fue un largo tiempo, estuve en un orfanato durante cuatro meses, los peores diría yo. Pero después de eso una familia, la mejor familia me saco de ahí, me adopto como su hija y me puso su apellido. Como estaba agradecida.

Y bueno esa familia era millonaria, y ahí fue cuando me llamaron para publicar mi libro. Tenía 17 años cuando paso todo esto. Ahora tengo 20 años, una casa gigante, una hederedad muy grande , un papá y mamá  que me quieren como su propia hija, y bueno... un hermano mayor por un año, así es, nos llevamos un año. No somos unidos para nada, se podría decir que no llevamos un poco mal... a quien engaño, nos llevamos muy mal. No podemos ni vernos, pero se que en el fondo nos queremos, muy al fondo.

- Hola cara de moco - y ahí viene...

- Hola careculo - digo muy feliz, estos últimos días no se me ocurría algo bueno. Creo que me voy a quedar con este - sin palabras careculo.

- Cállate.

- Oh... ya se molesto, pobre.

- Te vas a arrepentir por esto - que risa.

- Aja si claro.

- Solo espera y verás - se va. Hay pero que bebé... JAJA, punto para Fransh.

Termino de desayunar y me voy. Iba a ver a mi papá antes, pero ya se me hacía tarde, lo haría después. Llego...

- Hola, mamá y papá, como están... Tiempo sin verlos... Los extraño mucho - me salen las lágrimas, no podía soportarlo.

Paso como una hora hablando con ellos, se que es raro hablar con personas que no te van a responder, que ya no están, pero... lo necesitaba.

- Adiós, pronto volveré.

Me subo a mi auto y me voy directo a la oficina de mi papá.

- Hola, papá, no te vi hoy - le digo saludándolo con un beso en la mejilla.

- Si, solo que salí temprano, tengo bastante trabajo que hacer.

- Ah bueno, entonces te dejo para que sigas. Adiós - camino hacia la puerta pero...

- Franshesca hija, espera - paro - ven siéntate - asiento y hago lo que me dice.

- ¿Que pasa papá? - estaba serio.

- ¿Quieres saber porque tengo tanto trabajo? - digo que si, era obvio no... Me preocupaba que estuviera así de cansado - nos estamos yendo a la ruina.

- ¡Que! - no podía creerlo, estos últimos años la empresa de mi papá era una de las mejores, se estaba expandiendo por todos lados, que habrá sucedido para que pasara esto - ¿Que paso, porque paso esto?.

- No lo sabemos todavía, pero lo que si sabemos es que si no hacemos nada ahora, nos vamos a la quiebra definitivamente.

- ¿Que quieres que haga? - se calla, no dice nada - Papá...

- Lo siento, pero te necesito - no me gusta mucho...

- ¿Que, de que hablas?.

- Te vas a casar... - pero que cara...

- ¡Casarme que! - alzo la voz más de lo normal. Le grite - papá no, no quiero casarme con alguien por dinero. Sé que estamos mal, pero tiene que ver otra manera. Por favor - no podía aceptar, si yo me casaba, me casaba con alguien digno, que me respetara y lo más importante que me amara.

- Hija por favor, hazlo por la familia, por favor - seguía negándome - Por favor, la familia va a venir en la noche - Pero que... No podía creerlo, mi papá me estaba vendiendo.

- No y no - le grite, esta vez mucho más fuerte - No puedo creer que me estés vendiendo, porque eso es lo que estas haciendo. No - dicho esto salgo de su oficina, estaba molesta. No podía creer lo que había hecho mi papá, ni si quiera me pregunto ni me comento. ¡Porque...!.

Llegue a mi casa, no había nadie. En ese momento extrañe a esa persona, a mi lindo Rob, quería saber de él, como estaba, que era de su vida. Pero no, nunca mas nos volvimos a ver. Lo necesitaba.

Como no lo tenía me puse a escribir, eso me distraía de todo, de problemas... de todo. Realmente me relajaba hacer esto.

Me pasé todo el día en mi cuarto, ese día no fui a trabajar, no tenía ganas de eso. Ya era de noche cuando escuche varias voces abajo. Salí de mi cuarto y vi quien era sin que me vean y sí. No quería creer que era la familia quien iba a venir en la noche para ver sobre la boda, pero estaba equivocada, si era.

- Carajo - digo. Ups, creo que lo dije muy alto.

Las personas miran hacia arriba, a mi suerte que soy rápida o sino lo que me esperaba.