Capítulo 11

En la bodega colocándose su equipo de trabajo, su overol, escoba fundas de basura y el tacho para la basura Derek salió de su pequeño espacio llamado bodega, empezando a recoger los desperdicios que los niños pequeños empezaban a dejar en el suelo. Y la sirena toco. Se volteó mirando a Sofía ingresando a dar sus clases. La miro con detenimiento, cada vez que la mirada, aunque sea de lejos sentía un fuego arder dentro de él. Diciéndole. Ve a por ella y bésala como nunca has besado a otra chica.

—Ya se fue —dijo Margarita —oh es que, puedes ver a través de las paredes. —Derek no respondió y Margarita solo rió —parece que te has enamorado de mi hermana Sofí.

—Sin comentarios —respondió Derek.

Margarita rió más fuerte —te enamoraste de mi hermana. ¡Ay Derek! Parece que ahora tendré que llamarte cuñado. Dime ¿Qué se siente tener un espíritu por cuñada?

—Espeluznante.

—¡Qué! —Margarita hizo puchero —¿Cómo te atreves? —tomo la escoba y empezó a golpear.

—Era broma. —sujeto el palo de la escoba —no hagas eso Margarita. Recuerda donde estamos.

—Pues entonces no digas cosas feas.

—Está bien. No lo hare.

Caminaron por el lugar recogiendo los desperdicios por pequeño que fuera. El celular de Derek timbro y en su pantalla se mostró el nombre del capitán de bomberos Marco Estrada.

—Mi capitán. Buenos días —saludo.

—buenos días —saludo rápido —Derek necesito que vengas a la estación de bomberos de inmediato. Tenemos una emergencia, unos jóvenes quedaron atrapados en las ramas de la quebrada, mas debajo de la estación de servicios el Tablón. Necesito que vengas de inmediato.

—Voy enseguida.

—¿Qué paso? —pregunto Margarita.

—Un accidente unos jóvenes se quedaron atrapados en la quebrada más debajo de la estación El tablón. Me voy. —tomo sus cosas dejándolas en la bodega que no cerro y también envió un mensaje de voz al rector explicando de su ausencia el resto del día, pero una vez que termine vendrá a limpiar el colegio incluso si pasa toda la noche.

Corrió hasta su casa subiendo la pendiente de tierra y piedras en el suelo, saco el plástico que cubría una moto Suzuki Gixxer de seis velocidades, entro a su casa sacando su propio equipo de rescate en su mochila. Preparado salió hasta el cuerpo de bomberos, demoro unos ocho minutos en llegar hasta la estación y todos estaban moviendo de lado a lado, al parecer este era un accidenta más serio.

—Derek. Rápido cámbiate —dijo el capitán que lo vio.

Asintió entro rápido al cuarto de vestido cambiándose de ropa, puesto su propio equipo. Salió y el capitán no paraba de decir rápido, rápido. Y todos se apresuraron a subirse al camión de bomberos, saliendo disparados hasta el lugar donde se habría sucedido el accidente. Pasaron la estación de bomberos del siguiente pueblo.

—Y ellos porque no asistieron —dijo uno de los bomberos.

—Lugareños del lugar intentaron rescatar a los jóvenes y se quedaron también atrapados. Y por si fuera poco, esos jóvenes que supongo estaban borrachos hicieron que un carro Aveo chocara contra la montaña. Es una suerte que no hayan terminado al fondo de la quebrada —explico el conductor del camión.

—Estos jóvenes —dijo Derek.

—Parece que podremos lucirnos otra vez cierto Derek.

—Hay que salvarlos. No lucirnos —respondió Derek.

—Pero un poco de atención no vendría mal.

—Has lo que quieras. Yo voy salvarlos —continuo Derek.

—Ya dejen de comadrear —dijo el conductor —estamos llegando.

Había una larga caravana de autos, divididos en los sentidos contrarios de ruta, pasaron sin ninguna dificultad, hasta llegar al lugar de los hechos donde ya se encontraban el cuerpo de bomberos del pueblo próximo a la ciudad, los paramédicos atendiendo a los heridos del auto. Que por lo que alcanzo a ver tenían cortes en el rostro cabestrillos por lo que pudo ver el auto se había volcado en la cuneta por lo que la parte superior está destrozada. Dedujo que tenían aperturas a nivel del rostro y del brazo sin mencionar que estaban lesionados posiblemente de una fractura de hombro, del brazo, o ante brazo.

—Derek rápido. Necesito que bajes junto los otros —dijo el capitán Estrada.

Se preparó con su arnés y el cabo atado al camión la sujetarlo, bajaron con dificultada debido a las ramas y el monte alto que dificultaba el descenso hasta donde ellos estaban al llegar encontraron a cuatro jóvenes atrapados en las ramas de un árbol, que milagrosamente los había retenido, de lo contrario estaría en el fondo de la quebrada.

—Ayúdenos —dijo uno de los lugareños que habían bajado a rescatarlos.

—Quédense ahí sin moverse. Mantenga la calma —dijo Derek.

—Hagámoslo —dijo su compañero.

Con sumo cuidado empezaron a sacar los jóvenes del fondo de para, que los paramédico lograran atenderlos debidamente sus rostros estaban mallugados seguramente los golpes que recibieron de las ramas y el monte, pero ninguno de ellos tenía heridas que los pusieran en peligro, sacaron a los dos primeros sujetos que intentaron rescatarlos.