Capitulo 2

Después de que Park Jung-Hee vio a su nieta sintió gran nostalgia al pensar en que se había perdido muchos años de verla crecer y pensar que su hijo pudo ser capaz de abandonar a una criatura que no tenía culpa de nada le daba coraje. Invadido por los sentimientos que experimentaba se dispuso a ir la casa de su nieta y enmendar el error de su hijo.

—Señor Park — le llamó el secretario Oh haciendo que detuviera sus pasos —, la sra. Jang está ahí — le señaló a la mujer que caminaba a unos escasos metros de él. Al verle, le era difícil creer que una mujer como ella sea capaz de ser "la otra".

—Sra. Jang — dijo luego de acercarse hasta ella. Por otro lado, Jang DanBi al verle sintió mucho miedo, nunca creyó que alguien le encontraría y ahora estaba frente al padre del tipo que le hizo mucho daño —, necesitamos hablar.

—Disculpe, pero quisiera evitar eso — hizo una reverencia y trato de caminar, pero se vio obstaculizada por el señor Park.

—Sra. Jang necesito hablar con usted. No planeo señalar lo que hizo años atrás, pero vine aquí por algo y no pienso irme sin lograrlo — dijo con seguridad, ella solo asintió aún temerosa por lo que le pudiera hacer el sr. Park.

El sr. Park decidió ir a una cafetería cerca de ahí, ambos permanecieron en silencio hasta ubicarse en su respectiva mesa; el lugar estaba casi vacío a excepción de 3 parejas que estaban disfrutando de su compañía, algo que no se sentía igual en la mesa donde estaban ellos.

—Antes que nada, quiero disculparme por lo que pasó entre su hijo y yo — dijo aquella mujer con la mirada al suelo sin dejar de jugar con sus manos nerviosa por todo lo que pasaba.

—Usted no parece ser una mujer que disfrute meterse en un matrimonio — él inclino su rostro a un lado —, al verla tan nerviosa confirma que no es ese tipo de mujer. Sin embargo — ella levantó la mirada encontrándose con su mirada —, no entiendo porque me escondió a mi nieta.

—Pasaron muchas cosas desde que conocí a su hijo, era ignorante sobre su apellido o sobre... — se detuvo y tomó una bocarada de aire — su esposa — dijo finalmente—. Cuando él decidió dejarme al enterarse que estaba embarazada, su esposa me dijo que si no desaparecía... usted o ella harían desaparecer a mi hija.

—Entonces ella sabía que estabas embarazada — masculló enojado —. Esa mujer no deja de sorprenderme.

—Sr. Park, no permitiré que dañen a mi hija, prefiero que siga ignorando todo lo que respecta a su padre o su familia — dijo con los ojos llorosos.

—Yo no sería capaz de dañar a mi nieta, no me sorprende que esa mujer le haya convencido de lo contrario. Hace meses atrás me enteré de su existencia, así que no pienso pasar más tiempo lejos de mi nieta.

—¿A qué se refiere? — frunció el ceño — ¿Planea quitarme a mi hija?

—No — contestó firme—, quiero que ustedes vivan conmigo. Quiero reparar el daño que le ocasionó mi hijo y su mujer, no pienso dejar que mi nieta viva sin su apellido.

—Lo siento, pero quiero permanecer lejos de ellos. Por favor, no quiero que mi hija tenga que ver con su Su-Ji...

—Lo que menos le debe preocupar es Su-Ji, después de todo esa casa me pertenece.

—De igual manera sr. Park, no sé si estoy preparada para ver a su hijo y tener que recordar todo lo que pasé...

—Mi hijo... falleció —balbuceó, ella abrió sus ojos completamente mientras se tapaba su boca con una de sus manos —, fue atropellado por un conductor ebrio...

—¿Qu... qué? — sollozó sin creer lo que había escuchado, por un momento creyó que estaba teniendo una horrible pesadilla. A pesar de todo ella aún amaba a ese hombre, no hubo ni un día que no haya esperado porque venga a buscarla y ahora él ya no estaba en este mundo.

—Antes de morir me dijo sobre ustedes y también... — suspiró y tomó la mano de la mujer que sollozaba — dijo que le perdones por haberte dejado, ... — ella solo asintió sin dejar de llorar, no podía articular ni una palabra — que te amaba y que las cuidara desde ahora.

—Yo... siempre esperé por... él — susurró, el secretario Oh le brindó un pañuelo —. Gracias — dijo mientras tomaba el pañuelo con una media sonrisa. Al limpiarse sus lágrimas trataba de tranquilizarse para poder hablar con Yung-Hee —. A pesar de todo, siempre tuve la esperanza de que él viniera por nosotras — sorbió su nariz —, ahora sé que nunca le volveré a ver... ¿Sabe? le perdoné desde hace mucho tiempo, nunca fui capaz de odiarle...

—Mi hijo fue muy tonto al permanecer con Su-Ji. Si se hubieran conocido de forma distinta nunca me hubiera interpuesto entre ustedes — sonrió.

—Ella le describió muy diferente a como en verdad es — afinó sus labios.

—Como te habrás dado cuenta no llevamos una buena relación — soltó una carcajada —, ni con mi nieta Yang Mi, pero presiento que con ustedes será diferente. Quisiera que aceptaras venir con tu hija a vivir conmigo.