5. Civilización Interespecie HumanoNim

5. CIVILIZACIÓN INTERESPECIE HUMANONIM

5.1 El primer saludo interespecie (2336-2360)
Como el lector recordará, cuando el ser humano pudo llegar al sistema del planeta Iilnerev, hacía 30 años que la Gran Emperatriz Cleo había abandonado la primera presidencia de las Naciones Unidas Interplanetarias. El ser humano en general, le estaba agradecido, pues había conseguido, junto a Chase Anneru, dar una estabilidad económica al universo humano, al mismo tiempo que daba algo de esperanza a la mayor bolsa de población humana del universo, que todavía se encontraba, de largo, en la Tierra.

Influencia del Decenio Nim en los Humanos
Estas circunstancias habían hecho de Cleo, y de los Nims en general, personajes muy queridos en toda la galaxia terrestre, pero especialmente en la Tierra. No es que la Tierra fuera en aquellos años ni una sombra de lo que es hoy en dia, seguía siendo un planeta sumido en la miseria, pero el ambiente en general era distinto. Se respiraban ganas de crecer, ganas de salir del hoyo, porque por una vez en mucho tiempo, sus habitantes habían visto que era posible, tras demasiadas décadas de esfuerzos que no se veían recompensados en lo más mínimo. En el decenio de Cleo se pasó de una cantidad de unos 50 millones de muertes por hambrunas cada año, a una cantidad totalmente nula. Y la cosa continuó mejorando cuando ella se marchó del planeta.

Percepción humana por parte de los Nims
Por otro lado, cuando los humanos llegaron a Iilnirev, la política del planeta estaba funcionando correctamente, pero existía una pequeña sensación general de peligro e impaciencia por el descubrimiento humano. Los nims en general aprobaban la decisión de su emperatriz de dar a conocer su existencia de esta forma, y aplaudían la eficiencia con la que había dominado por 10 años a todas las instituciones humanas. Pero por otro lado seguía existiendo la duda de que este servicio prestado por su emperatriz fuera suficiente como para no ser conquistados y masacrados por el ser humano, que tenía una ventaja en individuos de 100 a 1, y en planetas de 300 a 1.

Cómo se produjo el contacto
Recordemos que este encuentro no se había podido producir antes debido a que el ser humano desconocía como llegar al planeta Iilnirev aún sabiendo su localización. La imposibilidad técnica por fin se había resuelto en 2336, y es que habia dado la casualidad de que todos los agujeros blancos situados a una distancia superior a ese límite de 333 años luz eran tan pequeños que no se habían descubierto.
Los agujeros blancos pequeños son otro tipo de agujero blanco que existe en una cantidad incluso superior a la de los agujeros negros, pero son mucho más pequeños. Con un diámetro de entre 3 y 35 kilómetros, son todavía más difícilmente detectables que los agujeros blancos simples, y no sabemos que relación guardan con estos, a parte de tener unas características similares (fuera del tamaño). Ningún agujero blanco pequeño “comunica” con un agujero blanco grande, ni tampoco al revés. Así pues, uno puede usar los agujeros blancos pequeños para viajar solo entre agujeros blancos pequeños. Como hemos dicho actualmente, estos son mucho más numerosos que los grandes, y una vez se ha detectado el primero, simplemente a base de saltos y pruebas se pueden ir descubriendo todos los demás.

Los agujeros blancos grandes, los primeros que fueron utilizados, siguen en uso, pero tienen mucho menos “tráfico” que en épocas anteriores. Cuando se descubrieron los pequeños, además, pudo comprobarse que estos agujeros blancos “grandes” forman “burbujas” de entre 150 y 700 años luz de diámetro dentro de las cuales todos los agujeros blancos grandes comunican entre sí, pero no hay ninguno que comunique con uno del exterior de la burbuja. El sistema Sol y la Tierra se encuentra, por pura casualidad, casi en el centro de una de estas burbujas. Los agujeros blancos pequeños, sin embargo, se distribuyen de forma más o menos uniforme por el espacio, formando prácticamente una cuadrícula con una distancia entre los puntos de entre 1 y 2 años luz.

A partir del momento en que los seres humanos descubrieron todo esto y consiguieron llegar hasta las coordenadas que les había proporcioado Cleo, una gran cantidad de ellos empezó a llegar al planeta Iilnirev. Muchos de ellos turistas, pero también otros que querían vivir la experiencia de vivir en un sistema Nim, compartiendo el planeta con seres de otra especie.

Al mismo tiempo, los viajes hacia el otro lado también fueron constantes, si bien, en número total, cumplían más o menos la misma condición del ratio general 100:1 entre el número total de humanos y de nims.

En pocos años, existían barrios Nim en varias de las ciudades más importantes de la Tierra (y en algún que otro planeta Humano), y existían grandes cantidades de tierra del planeta Iilnirev registrada a nombre de seres humanos, así como una gran cantidad de población humana en todo el planeta.

Influencia social del encuentro en ambas sociedades
Toda esta mezcla, que, como hemos indicado en un primer lugar, fue mayormente amistosa, terminó por su propia naturaleza caótica provocando algunos problemas. En Iilnirev la preocupación era, principalmente, el hecho de que la llegada masiva de seres humanos al planeta junto con el relativo éxodo que muchos nims también habían llevado a cabo hacia tierras humanas, había hecho que la población del planeta se acercara peligrosamente a la igualdad entre humanos y Nims en poco tiempo. No se deseaba poner límites a esta colaboración amistosa entre unos y otros, pero el cada vez mayor número de tierras poseídas por humanos en Iilnirev encrespaba a los sectores más conservadores Nim, y algunos rifirrafes llegaron a producirse entre terratenientes nims y humanos, en discusiones que en muchas ocasiones tenian tintes racistas o especistas. Por suerte, al menos en estos primeros años, estos incidentes eran mínimos, y se puede decir que la relación en general fue muy buena.