Universo de Imagination #1. La Era de las Bestias.

Prólogo de la Historia

 Historia: Universo de Imagination. Temporada 1. La Era de las Bestias (Erol Bestial)

 

Volumen 1: Campeonato Sub Menor de Konor.                  

 

Prólogo de la Historia.

 

La maldad y la crueldad en contra de unos inocentes animalitos se ha vuelto ingente sobre todo el globo terráqueo. Abandono, lo que más se loaba por doquier, era el factor principal que denotaba la falta de razonamiento entre la cruel sociedad; la cantidad de animales en situación de calle era indecible, ya para ellos no había leyes ni reglas, lo único que les tocaba al nacer era tener la dichosa suerte de ser adoptado por una buena familia.

 

Hasta eso se perdió. Son pocas las personas que piensan de esa manera.

 

Los grupos de rescate de animales eran pocos, pero su minoría le brindaba la mayoría de la ayuda necesaria a los animales más necesitado de atención; animales enfermos, maltratados, subyugados por pulgas y garrapatas, con sed y sedientos de hambre fulgían ufanos al ser rescatados de la calle y colocados en estado de recuperación.

 

Todavía existía esa luz de esperanza que iluminaba su camino a la salvación.

 

Somos el ser viviente más malo que puede existir sobre la faz de la tierra. Hacemos y no comprendemos. Criticamos y no vemos. Ordenamos y no aceptamos. ¿Cómo es posible que un perrito, que ante era la mascota de una familia, le fuéramos hallado en estado de desnutrición, con signos de maltratos físicos y martirizado por garrapatas? ¡Maldita sea con nosotros el ser humano! ¿A dónde se fue la conciencia? Si no te sientes apto para criar a un animalito de estos, pues no te sacrifiques, porque tú decisión le cambia radicalmente la vida a ellos. Ellos quieren ser feliz a lado tuyo, por siempre acompañarte y serte fiel. Así que no le dañes la vida a ellos, no se lo merecen”

 

Éstas fueron las palabras de Vilma Senovich, la fundadora de la compañía más grande en el mundo dedicada a la salvación y recuperación de animales en situación de calle; la Ámbar Company de Estados Unidos de América.

 

Muchos la odiaron, la criticaron y la envidiaron por sus campañas dedicadas a la recuperación de la conciencia de la gente para un razonamiento preciso de que los animales no son un mero objeto que desechan a la basura cuando ya está inservible, que son más que eso, son seres vivientes que tienen el mismo derecho a ser amados y ser felices como cualquier niño. Pero a ella no le importó nada de esas críticas insignificantes, a toda esa sociedad inclinada a la hipocresía les hizo caso omiso, le importaba solo en tener éxito en lo que siempre había soñado desde pequeña.

 

Y lo estaba logrando.

 

Cómo Vilma Senovich, también habían personas que tenían el mismo pensamiento, y uno de esas personas tenía la meta de recuperar a todos los animales del mundo en situación de calle; ese siempre fue su sueño. Ese hombre tenía por nombre Ren Orechime, de nacionalidad japonesa, que apenas siendo un adolescente de 12 años, heredó la gran fortuna de los Orechimes; sus padres fallecieron repentinamente en un accidente de tránsito. Siendo el unigénito de la poderosa familia, no quiso maniobrar más la empresa que volvió totalmente ricos a sus padres y la expropió para construir una vasta edificación para un gran propósito: comenzar con el rescate masivo. La colosal edificación llevó por nombre, el Orechim Company, en honor a su hermanastra que feneció por una incurable enfermedad; amaba muchos a los animales, y tanto era así su amor que su único hermano le hizo un gran funeral, en donde los perritos y los gatitos fueron los protagonistas de la despedida fúnebre.

 

Ren fue increpado, difamado y repudiado ya llegado a esa edad sin comprender la razón de tal difamación hacía su persona; la envidia de saber que un niño sea poderosamente rico a su corta edad era la causante de que los de su alrededor le hicieran caer tan bajo sin que él les brindara al menos una pizca de envidia. En su caso era extraño: todo el dinero que tenía lo volvió demasiado humilde y no engreído como fuera pasado con cualquier niñato con mente prematura, en relativo caso, el dinero no lo sedujo, sino que le abrió su mentalidad para entender la verídica personalidad del mundo. Por ese hecho, hasta sus compañeros de clase y algunos mayores de edad le increparon y le envidiaron por desaprovechar el dinero en cosas aburridas y no en lujos, incluso intentaron atentar contra su vida por su naturalidad serena, pues como era una clase de persona de paciencia pasiva, no le importó un comino lo que hablaran o lo que intentaran en contra de su persona.

 

Mejor es ignorar para no entrar en un conflictivo, porque es mejor que se molesten contigo que crear un conflicto por culpa de ellos; hipócrita la persona que entra en discusión para solo tener la razón, pues mijo, la razón siempre las hemos tenido, los que nunca la han tenido son los ignorantes osados, es por esa razón que hay que darles la razón aunque no la tengan.

 

A los 18 años cumplido, con el 90% del dinero heredado en su poder, Ren compró un vasto terreno alejado de la sociedad hipócrita para convivir tranquilo junto a sus animales, fuera del alcance de cualquier hipócrita envidioso; tenía un perrito llamado “Loby”, que lo quería como un hijo, pues se lo había regalado su padre antes de fenecer. Pagó una gran cantidad de dinero a un ingeniero y comenzado el invierno ya estaba instalado en su gran casa del campo.




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