Universo League Of Leguends: La Leyenda Del Rey Lobo

Capitulo XXII: Un Nuevo Miembro, Viana, El Giro de la Espada

--- ¡Muy bien muchachos! ¡El descanso termino!

El resto de los jóvenes ahí reunidos se acercaron formando un círculo alrededor del maestro de armas.

--- Como sabrán, y como ya se habrán dado cuenta, hay un nuevo miembro para nuestra turma. --- Harald, le hizo una seña a Vulvain quien estaba sentado en las sombras.---¿Nos harías el favor de presentarte ante todos?

Vulvain se levantó, y de inmediato avanzo por el surco que sus captores estaban creando acordé caminaba hacia adelante, hacia la enorme maraña de aspirantes. Todos le habrían un camino que llevaba directamente hacia el maestro de armas. Acordé pasaba se iba percatando de que cada joven ahí reunido lo miraba con recelo. Otros lo miraban con cierto aire burlón y otros con cierta indiferencia. Al final, llegó hasta el lugar donde aguardaba su maestro de armas quien lo miro de manera firme, pero seca.

Harald le asintió.

Vulvain repitió el gesto

--- Este ---.Dijo Harald posando su enorme mano en el hombro izquierdo de Vulvain---Es nuestro nuevo hermano de armas. ---Luego mirando al joven pregunto:--- ¿Puedes presentarte?

Hubo un extraño silencio, que solo duro el tiempo de un resoplido extraño en el ambiente.

--- M... mí nombre es Vulvain.--- Fue lo único que dijo; no era una gran presentacion. Pero a esas alturas habían muchas cosas que no lo eran. Para Vulvain, nada parecía grandioso, se sentía abrumado. Extraño. Aquello de interactuar no era lo suyo, pero el destino parecía ser indiferente a esto último.

--- Bien---. Harald miro al resto para percibir alguna increpación o absurdo alarde, pero nadie dijo nada. Un control interesante. Escruto a cada uno de sus pupilos, pero no encontró signos de burla o desden. Acto seguido, asintió para si mismo--- Perfecto. Demosle la bienvenida.

El resto asintió, aunque de mala gana. Ahora Harald sabía que Vulvain tenía que ganarse el respeto de todos aquellos muchachos, sería duró, pero en la senda del guerrero muchas cosas no eran faciles. Vulvain tendría que dejar una muy buena impresión.

--- Perfecto..... Sigamos con el adiestramiento. No quiero que se queden ahí parados con la cara de idiotas.

Nada más decir aquello el grupo reunido se separó y empezó a tomar sus respectivas armas. Harald, quien estaba supervisando al resto, le indico a Vulvain que solo observara, este ultimo simplemente asintió con cierta decepción. Tenia pensado demostrar su valia aquel primer dia, pero parecía que el maestro de armas quería que fuera paciente y que aprendiera a esperar su momento, como el guerrero que espera el llamado del combate un dia antes de la batalla.

Entoces el joven empezó a ver: contempló como algunos miembros de la tribu luchaban los unos con los otros con espadas de madera. Empezó a darse cuenta de que habían dos grupos. Los que menos habilidad tenían con un arma y los que eran hábiles y ágiles en el combate cuerpo a cuerpo. Fue en ese momento cuando empezó a percatarse de que los más hábiles eran por naturaleza arrogantes y confiados, con un carácter osco y sin sutilezas en el combate, demasiado aventados, demasiado lanzados. Eran como un Druvasks que ataca todo lo que se pone delante. Sin embargo, los menos hábiles intentaban usar la cabeza al atacar, pero se dejaban llevar demasiado rapido por la inseguridad y más importante aun, por el miedo. Se debía a que Harald siempre hacia que el resto sobrante, es decir, los mas denigrados, se enfrentarán a los más experimentados, minando asi su confianza.

--- Los típicos busca gloria y los otros miedosos con prudencia.--- Dijo entre susurros.

¿Por qué Harald no hacía nada para mejorar el rendimiento del grupo más denigrado? Quizá por que eran débiles, pero incluso entre esa debilidad, Vulvain podía ver a guerreros letales que podían conquistar lo inconquistable y abatir lo lnamobible. De improviso decidió que quería unirse a ese grupo de perdedores. Quizá ahí podría empezar, se dio cuenta que eso era lo que quería Harald, así que lo miro y este también lo miro con un asentimiento, como si estuviera de acuerdo con la decisión de Vulvain.

"Bien, creo que ya se a decidido.....Uhmmmm.... No creo que fuera elegir tan rápido, pero..... Eso es bueno. Si decide por si mismo, es por qué tiene perspectiva". Pensó Harald, al tiempo que le asentía a Vulvain.

Harald también había observado el escrutinio de Vulvain y se percató que este había empezado a moverse, caminaba lentamente entre la maraña de guerreros expertos e inexpertos, rodeando los cuadrados de entrenamiento, entre el chocar de espadas de madera y el rugido de los jóvenes guerreros ahí reunidos.

"Ya veo." Pensó Harald sorprendido, percatándose de aquella extraña y rara forma de moverse del joven. "Está analizando, estudiando..... Bien... Creo que ya es tiempo. Si ya es tiempo"

Harald volvió a asentir y entonces alzando la voz, hablo:

--- ¡Muy bien! ¡Todos aqui!

Los hachazos de madera, de espadas de madera y de gritos de forcejeo cesaron cuando la voz gruesa de Harald se hizo presente.

Harald desenvainó su espada con un fragmento infimo de puro hielo verdadero y la clavó en la blanca nieve.

El resto empezó a congregarse poco a poco, y los más adiestrados en el combate empezaron a percatarse de que Harald, había hecho traer aquel día armas con fragmentos de hielo verdadero.

Vulvain, quien ya se había acercado lo suficiente al cuadrado principal de entrenamiento observó con curiosidad las armas; habían 50 en total.

--- Ven estas armas.--- Señalo.

El tumulto asintió.

--- Bien.... De los 100 que hay aquí, solo---. Harald miro a los ahí reunidos.---50 tendrán la posibilidad de empuñar un arma cómo está. El resto que fracase, será enviado como tropa de apoyó. Pero solo decirles esto, para aquellos que fracasen. No es un deshonor, el fracasar no es un deshonor. De hecho hay una frase de nuestro antecesor, el rey lobo, que dice así: "Solo en el fracaso se allá la perfección." Así que aquellos que fracasen y no puedan sostener en sus manos una de estas armás no deberá sentirse deshonrado. Siempre habrá otra oportunidad. Sin embargo, para el final del año, para aquellos que puedan empuñar en sus manos una de estas armás, será sin duda un hijo del hielo, pero también.... Aparte de eso, será un hijo del lobo. Por que nuestra descendencia procede del "Padre de todas las cosas", del Señor del invierno y la ruina. Si... hijos míos, es por ese motivo por el cual no rendimos culto a los Dioses del Freljord, es por ese motivo por el cual no sentimos reverencia a las tres hermanas, por qué esperamos el retornó de aquel que fue y de aquel que será.




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