Universo League Of Leguends: La Leyenda Del Rey Lobo

Capitulo XXIV: DESTINADO A LA GRANDEZA

7 días después de la lección con Eyra. Vulvain había sido llamado para su primera prueba, aquella tarde después y del entrenamiento físico no hubo descanso, Por primera vez el adiestramiento con espadas y hachas fue tremendamente complicado. Después de las luchas de práctica pasaron a otros niveles entrenamiento.

Corridas por todo el asentamiento, y luchas cuerpo a cuerpo sin armas de filo.

---- Un día estarán desarmados. Deben aprender a pelear con manos, puños y dientes, si quieren sobrevivir.--- Decía Harald.---- Cuando tengan que hacer caminatas forzadas, cuando tengan que perseguir a un enemigo en concreto o cuando los persigan y tengan que resguardarse de un inminente ataque, no habrá madres que los protejan. Deben ser fuertes. Más fuertes si tienen que dirigir a hombres en batalla.

El resto no dijo nada, solo se limitaron a asentir en silencio y a seguir entrenando, acatando el mandato de su maestro de armas. Vulvain, sin embargo, pensó mucho en aquellas palabras. Un día tendría que estar sin Hellie y Eyra, y eso lo asustaba. Un día tendría que dejar aquella manada.

Él no lo sabía, pero la garra invernal le arrebataria lo único que más le importaba, pero aún faltaba mucho para eso. Aún asi, la sensación de pérdida la tubo presenté en el interior.

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Aquel séptimo día se tornó algo calido en un abrir y cerrar de ojos, y del mismo modo, aquel día, también llegó la prueba para los nuevos miembros de la Turma, y pose que Vulvain era uno de los tantos aspirantes se le llamo para un combate en concreto.

---- ¡Vulvain! --- Empezó el maestro de armas---- Un lance contra Erikcson. Esta será tu primera prueba.

El resto calló. Nadie se atrevió a protestar y Vulvain tampoco. Erickson, por su parte ya estaba en el cuadrado principal de entrenamiento y tenía un hacha y una espada con fragmentos de hielo verdadero plegados a la hoja. Su pelo blanco permanecía moviéndose de izquierda a derecha acordé el viento silbaba siempre cambiante: el joven se mostraba cauto, así como lo estaba Vulvain.

---- Es tu hora, Vulvain. --- Le dijo Harald asintiendo.---- Demuestra de que estás hecho. Demuéstrale a tus hermanos que eres digno de empuñar una hoja de hielo verdadero. Demuestra que eres un Hijo del Hielo y un descendiente del lobo.

Harald le hizo una señal con la cabeza, para que escogiera su arma de hielo. Vulvain estudio el túmulo de armas que se cernían en su delante. Había una espada, un mazo, un hacha y un hacha de doble filo, todas imbuidas con fragmentos de hielo verdadero. Espero unos segundos y luego asintió.

---Si---.Susurro asintiendo.

Entonces tomando su última decisión escogió la espada que ya hacía en medio del hacha y el mazo. Era extraño, no sintió dolor, no sobrevino un poder extraño sobre él. El dolor, típico, de aquellos que tomaban por primera ves un arma con un fragmento de hielo verdadero no recayó sobre él. Aquello desconcertó a los presentes, sobre todo a Harald quien miro al joven con tremenda extrañeza. Lo que más le desconcertó al maestro de armas fue que el pelo rubio del joven no cambio de color, siguió con aquel color rubio claro y siempre revoltoso.

"¿Aquí ocurre algo raro? ¿Porque su pelo no ha cambiado?" Pensó Harald.

Vulvain asintió haciendo el giro característico para entrar en combate y reto a Erickson. El otro joven con muestras de confianza lo miro con una sonrisa de burla pintada en el rostro.

----Voy a tratar de no lastimarte demasiado. ¿Vale?---Le espeto Erickson.

Vulvain no contesto, de hecho no hizo ningún gesto de socarronería, parecía por su parte estar analizando a Erickson, como un lobo estudia a su presa. El maestro de armas asintió y luego se vio en la obligación de hacer una última pregunta:

----Vulvain. ¿Estás seguro de solo tener una espada como adquisición?

Vulvain asintió.

---- Seguro maestro de armas.---- Fue lo único que contesto.

Harald asintió.

"¿Pero qué es lo que pretende? Su oponente lleva dos armas. ¿Cómo pretende derrotarlo?" Pensó Harald con el ceño fruncido.

--- ¡Están listos!--- Exclamo Harald alzando el brazo.

Los dos jóvenes asintieron.

Vulvain espero unos segundos, preparándose:

---¡Lance!

Cuando la palabra "lance", se alzó por todo el ambiente el primero en reaccionar y lanzarse al ataque fue Vulvain. Erickson, quien siempre estaba acostumbrado a ser el primero en atacar se vio pillado por sorpresa, bloqueo con sus dos armas el inminente ataque de su contendiente, pero sin que antes la punta de la espada de Vulvain le rozará un poco la mejilla. Erickson retrocedió con rapidez, un poco aturdido por el repentino ataque de Vulvain, pero recuperado de la sorpresa se recompuso y se lanzó al ataque.

Espada y hacha describieron arcos y tajos veloces capaces de hacer pedazos a cualquier rival, pero Vulvain logro esquivarlos con rapidez, bloqueo un segundo pliegue, esquivo otro tajo en vertical y entonces empezó a detectar los fallos en Erickson.

Vulvain Kalsefni, empezó a notar que cada tajo proporcionado, cada pliegue efectuado por Erickson dejaba una abertura abierta en su defensa, pero solo por un palmo de segundo. Si conseguía penetrar en aquella defensa lograría ganar. Tendría que aguardar, ser paciente, esperar su oportunidad.

Erickson, por su parte volvía a lanzar con el rostro lleno de furia. Está ves cambio de táctica y empieza a golpear de manera horizontal y vertical, el hacha describía golpes horizontales y la espada verticales. Vulvain retrocedió, se percató de que su oponente lo estaba arrinconando, queria flanquearlo para luego desarmarlo. Evade un tajo, gira la espada para bloquear otro pliegue del hacha, se hace a un lado para esquivar otro tajo en sentido vertical, se percata de que Erickson se está dejando llevar por la rabia, por la ira, por la frustración, su oponente ha dejado las sutilezas y solo se lanza a por él como un poseso. Por un breve instante entrechocan armas; Vulvain maniobra la espada con rapidez, todos sus movimientos son de parada y defensa. Entonces en un determinado momento empieza atacar, Erickson lanza otro tajo en vertical con la espada y Vulvain detecta la abertura abierta en la de defensa de su oponente, desvía el tajo y luego se lanza a por Erickson.




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