Capitulo XXXII: Un Último Intento. Rumbo al Nor-este

Noreste Adriatico, limite con la frontera Celtibera.
Cruzando el mar de Hielo.

Quien quiera que la viera diría que Sejuani caminaba de manera feroz de lado a lado. La matriarca de la Garra Invernal se encontraba furiosa, había tenido un plan perfecto, pero otro nuevo enemigo se había cruzado en su camino. Creía que al eliminar a gran parte de los Volkos y los Celtiberos de las regiones desconocidas del Noroeste Freljordiano el problema hacia su ruta señalada estaría abierta hacia las tribus avarosanas, pero al cruzar el mar de hielo solo se encontró con un nuevo y feroz enemigo: Los Moretani. Estos habían reunido una fuerza lo bastante suficiente, como para detener el avance de los Osunos y los hijos de la tormenta. Varios de los Moretani habían hecho mucho más que eso: Habían herido a la mismísima matriarca y creado una tremenda emboscada donde los osunos he hijos dela tormenta terminaron casi diezmados.

Lo peor era que la mitad de los 300 osunos que la acompañaban habían muerto, y ahora solo le quedaban 150 osunos y 40.000 efectivos, entre saqueadoras damatrix, hijos de la tormenta y algunos jinetes de mammut bien pertrechados. El maldito invierno y los obstáculos en el camino los estaban matando. Tenia que ver la forma de atravesar aquellas defensas de los Moretani. Aquellos hombres había creado trincheras de hielo puro. Sin embargo, noto que aquellos salvajes estaban siendo dirigidos por un Draklorn. Sejuani asintió. Eso explicaba el porque no podía atravesar las defensas de aquellos salvajes. Aquellos sacerdotes, portadores de la voluntad de Lissandra eran feroces guerreros y hábiles estrategas. Seria difícil, pero no imposible.

Aún le quedaba un buen trecho para llevar a cabo sus designios y, mas aun, su objetivo: La Garra Implacable. Claro, aún tenia faltaba atravesar los Alpes, pero nada de eso funcionaria si no se quitaba de encima a aquellos aliados de la Guardia de Hielo. Además una vez alcanzado los cipreses podría tomar rumbo hacia dos sectores estratégicos de aquel sector: el este y el oeste adriatico. De ahí reunirse con las fuerzas de Vrynna y Thorva, quienes en su momento voltearían sus fuerzas contra la Garra Implacable.

Solo con habilidad y cautela se abriría paso por fin hacia su verdadero destinó. Su camino en el noroeste y noreste Adriático.

Su camino hasta ahora había sido complicado, pero ahora se complicaba más. Sin embargo, una parte de su interior le decía que todo estaba saliendo a la perfección. Cuando acabará con aquélla molestia en el limite oeste repartiría una parte de sus fuerzas al este Freljordiano para reforzar los ataques en las regiones del Ebro y luego ella partiría hacia el noroeste nuevamente para terminar con los pocos aliados de las tribus de su gran rival. Ahora solo restaba ver de qué forma repelerían los Avarosanos su estrategia, quedaba por ver cómo contraatacarían, claro estaba, si es que eran capaces de contratacar. ¿O quizá se limitasen a una guerra defensiva? No lo sabía.
_"Supongo que eso también tendré que averiguarlo."_Pensó con una sonrisa lobuna al tiempo que se centraba en el combate que tenía delante.

Un riachuelo corría junto a sus fuerzas, en su avance hacia la desembocadura que volvía a conectar con el Río Helado. La temporada de los vientos fuertes estaba cerca y el frió se hacía cada vez más intenso. Vientos furiosos caían sobre las fuerzas osunas y sobre los guerreros ahí reunidos he incrementaba una sensación extraña de asfixia. Todavía tendría que pasar mucho frió y muchas más olas de tribus sin someter, hasta que lograrán adentrarse en los Alpes. Sejuani sabía que muchos no sobrevivirían, pero era un pequeño precio a pagar por la victoria final. No podía echarse para atrás, no podía. Había iniciado una empresa descomunal y una parte de la voluntad ferrea que había en su interior se preguntó si tendría las fuerzas para continuar aquella empresa. Si fracasaba tomando los Alpes sería el fin, pero lo intentaría. Por todos los dioses, lo intentaría.

Asintió.

---- Al menos lo intentaremos, lo intentaremos.

Fueron palabras susurradas al viento, quien pareció llevarse aquellas palabras con un extraño desprecio. Aquel era un último intento.

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Todo estaba dispuesto para partir, cuando Eyra llegó de inmediato a su posición, la curandera y emisaria de los Garra Implacable estaba abordando un barco y dio órdenes de colocar amarras para dar el informe a su Matriarca.

---- Las fuerzas de la Matriarca Sejuani han cambiado de rumbo, en ves de dirigirse hacia el noroeste se han dirigido hacia el noreste.

Thenglir asintió. De inmediato se percató de la intención de la matriarca de la Garra Invernal.

---- Están repartiendo sus fuerzas. Algo me dice que Sejuani vendrá con la otra mitad de sus efectivos, pero estará en desventaja. ¿No lo comprendo?

De pronto la sospecha de una turma traidora dentro de las filas de la Tribu Avarosana le llegaron a la mente, pero lo desechó. Quizá por adrede o por qué le parecía ridículo. La matriarca Ashe no enviaría a una comitiva avarosana sin tener la confianza total y absoluta de su lealtad.

---- Supongo que nos la jugaremos.

---- ¿Que ordena matriarca?

---- Bien... ¡Rumbo al Nor-este Adriático y rápido!---- Fue la única orden---- Si mis sospechas son ciertas, la matriarca de la Garra Invernal se dirige a los Alpes del sector de Massila. Ahí iremos, solo espero llegar a tiempo antes de que se pierda en los Alpes.
Apretó los dientes; Sejuani no era tonta, algo planeaba. Algo grande.

----Hija---- le interpeló Harald----, las órdenes de la matriarca Ashe han sido el de dirigirnos al Noroeste Adriático lo antes posible... ¿Que es lo que ....?

Thenglir negó con la cabeza.

---- No padre, La Matriarca Sejuani no estará en el noroeste Adriático. Si lo que supongo es acertado, y lo que varios de mis exploradores me han confirmado es cierto... Lo más probable esque Sejuani quiera cruzar los Alpes, hara un cambio de ruta. Supongo que se habrá dado cuenta que la interceptaremos en el Noroeste Adriático. Y sobre todo supongo que ahora debe estar en pugna con los Moretani, son tribus aliadas a la Guardia Helada, la mayoría dirigidas por Draklorns y sacerdotes guerreros. No. Tenemos que interceptarla cuando llegue a la península altica.