Universo League Of Leguends: La Leyenda Del Rey Lobo

Capitulo XLIII: Una Llegada Inesperada, EL Joven y la Valkyria.

Aquella octava estacion había sido un día extrañamente clara, soleada.

La matriarca, sin embargo, se afanaba en estudiar los mapas que los Volkos, los celtíberos y los exploradores oretani habían bosquejado a partir de los reconocimientos de los días anteriores. El río Sigva era una frontera natural que la Garra Invernal tardaría en cruzar. Era allí donde se debía detener a la matriarca Sejuani. Sin embargo; ¿Que hacer si la matriarca de la Garra Invernal emergía de los Alpes? De improviso se volteó cuando sintió que alguien la observaba. Una de sus Valkiryas había entrado en su tienda. La matriarca suspiro y pidió los siguientes informes.

---- ¿Que a ocurrido, Grunhild?

---- Se trata de Vulvain, ya está aquí.

Thenglir sintió que el corazón le daba un vuelco de alegría.

---- Comprendo. Que pase, que pase.

Al segundo apareció Vulvain, alto, fuerte, con su armadura de combate y oliendo a Elnuk; se podían notar algunas señales de fatiga, debido a la caminata que habría tenido que hacer, pose que el viaje había sido de varios días. Siete días de caminatas forzadas. Thenglir supuso que Vulvain debía estar agotado. La matriarca dio unos cinco pasos adelante, para mirar mejor al joven guerrero.

---- ¡Por todos los viejos y nuevos dioses! ¡Has crecido más de lo que esperaba! ¡Si sigues así terminarás siendo igual de gigante que mi padre!

Vulvain sonrió mostrando unos dientes filudos.

---- Eso lo dudo, pero sí, parece que algo he crecido estos últimos meses.

---- ¿Meses ya? ¿Tanto tiempo? ¡Por todos dioses es cierto! Hace ya 5 meses que deje la tribu. Es cierto.---- La matriarca parecía abrumada por la velocidad del tiempo. Frunció el ceño.

---- ¿Estás bien, Thenglir?---. Solo Vulvain, quien había derrotado a la matriarca en combate tenía el derecho a llamarla por su nombre.

Thenglir salió de su extraña divagación y asintió.

---- Si, claro que sí. Ven siéntate. Cuéntame, ¿que tal el viaje? ¿Y mi madre, lleva bien esta extraña guerra?, ¿y tu hermana?, ¿está bien Hellie? ¿También ha crecido tanto como tú?

Vulvain sonrió. No sabía por dónde empezar.

La matriarca Thenglir soltó una carcajada.

---- Te he hecho venir hasta aquí en caminata y ahora te estoy agobiando con preguntas y ni tan siquiera te he ofrecido algo de beber. ¿Agua? ¿Vino?

---- Un poco de ambos estaría bien.

Aunque un poco más alto Vulvain tenía la voz de un joven, y aquella voz contradecía mucho los rasgos de su semblante y su estatura.

Thenglir asintió.

--- Claro, claro---- la matriarca llamo a uno de sus insubres y este trajo dos cuernos y una buena jarra de vino. Entretanto Vulvain intentaba calmar los ánimos de la matriarca.

---- Mi hermana ha crecido, no tanto, pero también ha crecido. Erickson la esta pretendiendo, creo que cuando regresemos de las Guerras la va a desposar, pero es algo que están pensando con tranquilidad. Hellie es muy joven. La gran madre Gnauril está saludable. Se ocupa de todos los asuntos con ayuda de mi hermana y otras mujeres. Te echa de menos. Un día me dijo que le hubiera gustado ir en campaña contigo.

Thenglir asintió.

---- Si, a mí me lo propuso antes de partir, por desgracia me negué. No sabes cuánto la hecho en falta.

Vulvain sonrió.

---- Y tú no sabes cuánto echo en falta a Eyra.--- Sonrió llevándose un buen trago de vino.---- Y también a Harald. ¿Por cierto donde está? Tengo muchas ganas de hablar con él.

Thenglir negó con la cabeza.

---- Envié a mi padre al Esté, a la desembocadura del Río Ebro. Para cortar los refuerzos y suministros de la Garra invernal.

Vulvain frunció el ceño.

---- La Garra invernal. Si, nuestro enemigo. Bueno, hay algo que debo añadir a todo esto; pocas horas antes de que me fuera, Eyra había llegado a la tribu y me hizo un informe detallado de todo lo acontecido en la capital Avarosana. Las cosas en Rackelstake están hiendo de mal a peor, un sacerdote escarchado a hecho saltar el pánico entre los pueblos Avarosanos. Las cosas no parecen ir tan bien, la matriarca Ashe ha transformado a este sacerdote en su Nomen, ya sabes su asesor personal.
Thenglir abrió los ojos de par en par.

---- ¿¡Como!?

---- Si lo sé, Tryndamere su Jurasangre se opuso a esto, pero la presión de la gente y el miedo del pueblo y más que toda la guerra que empezó a sucitarse..... Todo se fue patas arriba, las matriarcas guerreras de Ashe tendrán ahora que apañarselas con este nuevo segundo al mando, y lo peor es que ahora a enviado a varias fuerzas al Camn. Al parecer, ahí estallara otra guerra contra la Garra Invernal y los ursinos, las saqueadoras damatrix avanzan por el este y la matriarca por el oeste, y el Rey Ragnar V por el sur de su fortaleza.

Thenglir estaba impresionada. El cargo de Nomen era algo que no se pronunciaba desde la era de la gran Avarosa. Un cargo de Nomen era un cargo solo por debajo del Jurasangre, era como un segundo al mando en ausencia de la matriarca, eso significaba que Ashe abandonaba la capital para defender alguna frontera.

Thenglir se preguntó cómo habría hecho aquel sacerdote escarchado para ascender a aquel puesto. Negó con la cabeza.

---- Por otro lado--- continuó Vulvain----.¿Es cierto que la Garra invernal a atravesado los Alpes?

La matriarca miro al joven Vulvain, y se reclinó en su silla antes de responder.

---- No lo sabemos con exactitud. Tengo exploradores por todo el bosque y por los valles congelados. Si Sejuani sale de aquellas montañas, lo sabremos y estaremos preparados. La matriarca Sejuani no debe pasar por el Noroeste y no pasará.

Vulvain asintió.

---- ¿Y esas dos madres marcadas?

---- ¿Quienes? ¿Vrynna y Thorva?

Vulvain asintió.

---- Crees que son de fiar.

Thenglir vaciló por unos momentos.

---- ¿Tu instinto que te dice?




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