Universo League Of Leguends: La Leyenda Del Rey Lobo

Capitulo LXI (61): La verdad detrás de la Verdad.

Rakelstake sexta estación,

Vulvain estaba en la biblioteca del patriarca volko de aquella impresionante casa, aquel día había estado de visita. Estaba observando los rollos pergaminos que el Patriarca Viggo tenía recopilados; era increíble, habían rollos de pergamino que hablaban de la era anterior a las tres, registros de la teología Vorin y pergaminos que hablaban de una deidad creadora que estaba sobre todas las cosas, y por sobre todas las deidades del mundo conocido; dejo de lado los pergaminos de la teología Vorin y se dirigió hacia un estante que mostraba mapas extraños de una era pasada. El joven se afanaba en revisar con minuciosidad aquellas cartografías, pero los mapas trazados eran extraños; habían nombres que no conocía, como: Mirthariniel, Mirila y Murela y sobre todo la capital de aquellas regiones: Urthistan.

El joven Vulvain, entre curioso y expectante se había quedado mirando los gráficos desconcertado. Aquel era un mapa total y completo del viejo mundo, de una era anterior a la actual. Dirigió su mirada en otro punto del mapa que decía:

"Mapa de la cultura Vorin, cartografiado por Askelad, rey Umbrío de Etruria."

Y más abajo había otra nota que decía:

"Aquí dejo mi último recopilatorio, es algo que he ido explorando acorde fui viajando a estos sectores, al parecer en occidente hay una isla, es extraño hay gente muy espiritual en esa región, pero es demasiado pragmatista para mi gusto, he dejado este gráfico para el que lo encuentre observe como era el mundo en un pasado remoto, quizá en el futuro..... Creo que el propósito es apreciar el pasado, y lo que quedara después de este."

Ahí parecía terminar la nota.

Era una nota extraña, parecía que Askelad, o conocido como el rey Umbrío, no era bueno en el tema de la expresión didáctica, pero no le extraño, en su fuero interno Vulvain supo que era una interesante información. Enrolló el pergamino y se fijó en otro rollo que ya hacía a su izquierda, ahí, justo en medio de unos textos que hablaban de religiones viejas y olvidadas; apartó los otros pergaminos y tomó el rollo en el que había fijado su atención. En este, se hallaba el mapa actual del mundo conocido, con una nota que decía:

"Cartografía de Manlio Tauro Aecio, general del Rey Lobo. Año -859 después del deceso y las guerras de Ur."

En el mapa se detallaba un centenar de regiones: Shatrad, Nothker, Noxii, Beatica, Rhuanda Roundi, el Freljord y entre otras regiones que parecían curiosas. Sin embargo, se detuvo en una región en específico, una que no había en los mapas que la matriarca Gnauril le había proporcionado y, que llamo mucho su atención; la región se llamaba: Koqru. Era un sector extraño, y estaba más alejado de otra isla: Jonia.

Koqru estaba situado más a occidente alejado a unos 700 o 900 kilómetros de las islas jonianas. Era una isla enorme, rodeada de un cumulo de islas pequeñas y archipiélagos que parecían formar la figura de un hombre muerto y con la cabeza cortada, al lado del mapa había una nota que decía:

"Isla de Koqru, aquí gobierna el emperador vastayano Mapidere, el cruel."

No decía nada más, ni los detalles, ni la cultura, ni la religión, nada. Parecía que los viajes de Manlio habían acabado ahí.

— ¿Algo interesante, joven Vulvain? — Pareció inquirir una voz en medio de la nada.

Vulvain pillado por sorpresa, se levantó agresivamente, demasiado sorprendido por la forma en como el patriarca de los volkos había aparecido, se volteo de manera veloz, rápida y se detuvo un momento para contemplarlo. En la oscuridad, Viggo parecía un espectro negruzco con unos ojos verdes que parecían penetrar en el alma de cualquier incauto. De improviso, Vulvain se preguntó, como se vería el viejo Viggo en el campo de batalla. No pudo imaginarlo.

— a…a..ahhhh….No.

— ¿No?--- Inquirió Viggo, con cierto aire de desconcierto y sorpresa.

Vulvain vacilo.

— Q…..Q…Quiero decir..... Si, encontré cosas interesantes aquí..... ehmm yo.. Yo le agradezco que me haya dejado entrar a su pergaminario privado. Tengo una parecida en casa de mi madre, allá en la tribu, pero es pequeña y bueno..... —y dirigiendo su mirada en los mapas, preguntó:----- ¿Estos mapas? ¿Donde los consiguió?

Viggo sonrió. Aquel joven tenía una curiosidad muy interesante, le recordaba a su joven hijo, Einar, habido de conocimientos y un ansia por querer saberlo todo.

— De mi padre, por supuesto, y mi padre lo consiguió del padre de su padre y así sucesivamente hasta llegar al rey Umbrío quien se lo sucedió a su hermano el Rey Lobo, y el rey lobo a su primer teniente de confianza y así sucesivamente hasta llegar aquí, pero estas cartas de navegación y cartografias no fueron lo único que le sucedió.

Vulvain observo los pergaminos y mapas dispersos.

— ¿Le sucedió todos estos pergaminos y libros?

Viggo sonrió y asintió, acto seguido se dirigió hacia una mesa enorme y la aparto de su lugar, quito la alfombra de debajo del estudio y le hizo una señal a Vulvain para que lo siguiera; el patriarca de los Volkos abrió una compuerta secreta que dirigía a un sótano húmedo y extraño.

— Ven joven Vulvain, hay algo que quiero que veas y que te puede interesar.

Vulvain dudo, pero al cabo de unos segundos avanzo.

— ¿Quizá en tu tribu te contaron algo sobre el reino fata? ¿No es así? Creo que tu tribu y la mía tienen un cierto parentesco, sobre todo en lo que respecta a culturas e historias. ¿Compartimos ciertas creencias?

Vulvain abrió los ojos desconcertado, al tiempo que Viggo encendía una lámpara y lo miraba con fijeza. Sin embargo, el patriarca se extrañó del tendido y abrupto silencio de su joven interlocutor, y lo interpretó como una extraña negativa a su pregunta.




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