Unncany

Capitulo 5

— No — 

— Si — 

— ¡Nooo!— 

— ¡Siiii! — 

— Seguramente es gay — 

Paula aún no daba tregua de lo que les había contado, no le daba credibilidad a lo sucedido con aquel chico inglés o más bien a lo no sucedido. 

— O no le gusta — se encogió de hombros la morena sin apartar la vista del móvil — ¡Wow, eso es nuevo! Un chico que no cae en tus encantos — se acercó hacia nosotras acostándose en la alfombra.

Para ser honesta , no había ni siquiera pensado en aquella posibilidad, en mi mente había miles de respuestas lejos de esa ; Como que era tímido o que jamás había besado ...

 Aunque eso estaba demasiado lejos a ser verdad.  

— ¿Serán mis ojos café? No son azules, ni verdes pero... — me senté rápidamente — ¡Si ven, miren, en la luz ... Como que tiene tonos otoñales! — dije mientras abría mi parpado. 

Las dos chicas se miraron entre si y soltaron una carcajada. 

— Sigo pensando que se la come — se metió el dedo en la boca provocando un ruido al sacarlo, como si  hubiera descorchado una tapa.  

Negue levemente divertida tras aquello. 

— Debes de dejar de ser tan exagerada, no a todo el mundo le vas a gustar , pero a la mayoría sí ... — siguió Bárbara.  

— ¿Será porque subí de peso? — lleve mis manos hacia mi vientre. 

 En ese preciso momento , sentí las manos de estas dos , que me hacían hacia atrás volviendo a recostarme junto a ellas ; formando una ronda en la alfombra.

—No es momento para inseguridades, aunque te entiendo yo tampoco me he sentido bien con mi cuerpo últimamente — hizo una pequeña pausa e interrumpió a la morena cuando iba a hablar — Tengo pensado empezar el Gym —  

— Siii, tenemos que ir me uno —- dije rápidamente. 

— Me gustaría ver eso, con solo pensar en ejercicio ya te cansas —  

Ayyyy  que feos modos 

No perdí mucho el tiempo en impactar mi mano en el hombro de Bárbara golpeándola, aunque probablemente tenía razón, ofendía.

— Auch, ya — me devolvió el golpee — ¿Desde cuándo te sientes, vos, mal contigo misma? —  

— Todo el tiempo — me encogí de hombros 

Probablemente, no lo demuestre y a veces tenga una confianza que acaparian miles de soles, pero eso no significaba que no haya cosas de mí que me gustaría mejorar o cambiar.

 — ¿Enserió? Sos hermosa, tienes un cuerpazo, un rostro que parece salido de portada de revista y te quejas? —

Tal vez, no lo entendían y no las culpaba. 

Eran igual o más inseguras que yo, la diferencia era que mientras ellas proyectaban en mí el prototipo de chica bonita, yo no me veía así. 

 Es más reconocía que era físicamente linda para los demás, pero no lo suficiente para mi misma. 

Lo más difícil es cuando no te apruebas a ti, total la aprobación de los demás no es más que una efimeridad constante.

 — Me gustaría ser auto para recorrer esas curvas y quedarme sin frenos, bebe —soltó Pau entre risas.

— ¡Sos una pelotuda! —  

Había muchas cosas que solía reservarme con ellas, por más que sentía bastante aprecio por aquellas chicas, algo en mi sabia que era lo correcto. 

Siempre tendía a tener la sensación de no encajar generalmente, como si no fuera parte del mundo. 

Recuerdo que siempre me sentía la pieza del puzzle que no encajaba y ese pensamiento ,por mas esfuerzo que hacia por desviar la atencion hacia otro lado, seguia intacto en mi. 

Por que , era mi mundo ... o eso es lo que pensaba para ese entonces.

Antes de que llegara, él, a cambiarlo todo y cuando digo todo... Abarca muchas cosas, más de las que habría podido adivinar. 

— ¿Qué vas a hacer con el trabajo? ¿Estás segura que quieres seguir ahí? — 

— No tengo otra opción, por ahora, tengo muchos gastos por solventar — me encogí de hombros — Nunca pensé que independizarse iba a ser tan complicado y costoso — 

— Sabes que podés contar con nosotras podemos compartir gastos, venite a vivir a nuestro depa — inquirió Paula con cierta emoción. 

La oferta era bastante tentadora y más cuando la guita no me alcanzaba lo suficiente ... Alquiler, servicios esenciales (luz, agua, gas) y el wifi ... Y eso sin contar que a veces no me alcanzaba para comprar mercadería. 

— No, tranquila ya voy a ver como lo soluciono ... Solo unos meses más y termino la carrera —

Aquello era bastante reconfortante y al mismo tiempo algo aterrador; la búsqueda laboral iba a ser demasiado compleja.   

— Estoy muy feliz por ti, ya no te falta nada para terminar, te envidio yo todavía no — soltó un suspiro la morena — Psicopedagogía me está exprimiendo más de lo que había pensado — 

— ¡Ya! — se inclinó dándose apoyo con los brazos — ¿Soy la única que piensa que es una locura que sigas trabajando con ese gordo asqueroso? — 

La pelinegra no daba rienda suelta al tema e insistía en que era lo mejor para mí. 

— ¡Tendrías que denunciarlo a ese viejo verde! — prosiguió. 

Más de lo que me parecía cómodo.  

— ¿Y? ¿Qué voy a decir? — me levante del suelo provocando que ellas hicieran lo mismo — Ah, sí que me propone cosas asquerosas ... Que básicamente no me gustaría repetir ... ¿Y qué constantemente lo tengo encima con piropos nefastos?— 

— Se llama acoso, no deberías tener que soportar sus pelotudeces — dijo Bárbara. 

Claramente no entendían nada, era muy fácil para ellas decir que tenía que hacer y más cuando no saben la dimensión que implicaba aquello. 

 — Solo es hasta que consiga otro empleo y ya ... Estoy en eso — me pasé una mano en el cabello.

— ¿A qué le temes tanto? — 

— A nada, y no es un tema que voy a seguir hablando — tome mi chaqueta y salí de la habitación dejando dos personas confundidas y con más preguntas de las que me gustaría responder.  

 

 

 

 

 




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