Untalented

25. El verdadero monstruo es otro

—¿Alguna vez notaste que Madison es una bruja? —dijo interrumpiendo a Blake, quien seguía hablando de las razones por las cuales debían usar tonalidades frías para el baile de navidad.

 

—Claro, es por mucho la peor persona que he conocido en mi vida —contestó como si fuese lo más obvio del mundo—. Ahora, como te estaba diciendo, los tonos fríos harán resaltar mis ojos y...

—Espera —lo interrumpió la pelirroja—. Yo sé por qué creo, o comienzo a creer, que Madi es una mala persona. Pero tú ¿Desde cuándo piensas así de ella? —cuestionó con el ceño fruncido, pues según ella todo el mundo le tenía gran estima a Madison.

—Siempre lo he pensado, o al menos casi desde que la conocí —pronuncio mientras se acomodaba el cabello por enésima vez.

—No entiendo.

Carly se preguntaba si esto no era una mala broma del rubio. Desechó esa idea rápidamente, pues el semblante de Blake demostraba que no tenía ni la más mínima idea del gran descubrimiento que la pelirroja estaba haciendo.

—Es extraño escuchar a alguien más decir eso, por lo general soy yo quien no entiende cuando las personas hablan...

—Blake —Carly lo volvió a interrumpir—, por favor concéntrate. ¿Podrías decirme qué te hizo Madi?

—No es algo de lo que me guste hablar —profirió incómodo.

—Hazlo por mí —pidió Carly juntando las palmas de sus manos en señal de ruego.

—E-Está bien —suspiró y se sentó sobre el césped sin importarle que sus pantalones de diseñador se fuesen a ensuciar—. Todo ocurrió cuando me transfirieron a esta escuela... —Se quedó algunos minutos viendo al horizonte sin decir ninguna palabra, de vez en cuando gesticulaba un poco.

—¡Blake! —La voz de Carly lo hizo volver a la realidad.

—Lo siento, es que a veces olvido que esto no funciona como la televisión y que tú no puedes ver los recuerdos en mi cabeza —se disculpó algo apenado.

Carly solo le dirigió una mirada para animarlo a comenzar con lo que tenía que decirle. Por suerte Blake captó el mensaje en esa ocasión.

—Al principio se portó muy amable conmigo, se ofreció a enseñarme la escuela y ayudarme a ponerme al corriente con las materias. Fue hasta el día en que le pedí que me diera tu número para invitarte a salir, que se puso como loca y me dio un discurso de qué ella era mejor que tú y que debería salir con ella porque tú eras muy extraña y otras cosas que no pienso repetir. No entendí por qué hablaba así de ti, cuando se suponía que eras su mejor amiga. Luego entendí que no había hecho eso solo conmigo.

Eso cayó como una enorme roca sobre la cabeza de Carly. Recordaba cuando Blake llegó a la escuela, sabía que Madi estuvo al pendiente de él, hasta que un día llegó diciendo que era un idiota y que le había confesado que quería salir con ella para que su padre fuese ascendido.

—Pero ella dijo que tú... ¿No hacías esto para que ascendieran a tu padre? Lo mencionabas cada vez que hablabas conmigo —Carly aún no lograba procesarlo todo.

—¿Qué? ¡Por supuesto que no! —negó indignado—. Siempre me pareciste muy linda. Y lo de mencionar a tu padre es porque Madison me dijo que te gustaba mucho hablar de él y ahora que lo digo en voz alta fue estúpido hacerle caso...

Cuando Madison le contó acerca de las intenciones de Blake le dolió saber que solo se interesaba en ella por su padre. Madison la vio llorar y ni se inmutó. En varias ocasiones incluso la animó a prestarle algo de atención al muchacho, sabiendo perfectamente que jamás lo haría sabiendo aquello.

Carly calló en cuenta de que la chica que por tanto tiempo considero su mejor amiga era un monstruo.

—Creo que mi cabeza explotará en cualquier momento —pronunció la pelirroja mientras se frotaba las sienes.

Blake abrió los ojos a tope y su rostro reflejaba miedo.

—No es literal —le aclaró Carly y al instante el rubio se relajó.

—Lo sabía —dijo con fingida seguridad.

Carly siguió reflexionando sobre lo que debía hacer ahora, pues más que enojada estaba decepcionada.

—¿Qué se supone que harás ahora? —preguntó Blake buscando terminar con el silencio.

—No lo sé —profirió honestamente.

—Podrías buscar a Andrew —sugirió Blake.

Carly se sorprendió al escuchar eso, pues era lo último que esperaba en aquel momento.

—¿Cómo es que tú...?

—Vamos, tampoco soy tan despistado —Carly lo vio con una ceja alzada—. Puede que te haya escuchado hablar con la chica del cabello arcoíris —admitió.

—¿Y tú estás bien con eso? —cuestionó la pelirroja.

—Tranquila, como dije antes, me pareces linda y en otro momento no hubiese dudado en hacer algo para deshacerme de Andrew. Pero resulta que estoy intentando ser... ¿Cómo era? —dirigió su vista a la palma de su mano izquierda en la cual había escrito con bolígrafo para no olvidarlo—. Una mejor persona —leyó.

—Gracias. —Carly le dio un abrazo al muchacho, él también había sido una víctima de Madison, y aunque eso no cambiase el hecho de que el rubio tenía un ego más grande que el Gran Cañón, no era el horrible ser humano que ella siempre creyó.

Ella seguía abrazando a Blake cuando un golpe seco se oyó. Carly se volvió en la dirección de dónde provenía aquel sonido y encontró a un chico detrás de un arbusto con una maceta quebrada al lado.

—¡Andrew! —La pelirroja soltó a Blake y se dirigió a él, quien lucía muy avergonzado.

—No los estaba espiando —se apresuró a decir—. Solo... pasaba por aquí y me pareció un buen lugar para tomar el sol y... En realidad, quería hablar contigo —prefirió dejar sus esfuerzos por inventar una excusa y fue directo al punto.

—Debo ir a hacer algo importante —intervino Blake—. Además, olvidé que era el cumpleaños de mi gato.

—¿Tienes un gato? —cuestionó Andrew extrañado por el comportamiento del rubio.

—De hecho, no. Por eso debo ir a conseguir uno y luego celebrarle su cumpleaños.



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En el texto hay: amistad chica y chico, talento, romance amistad

Editado: 31.10.2022

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