Unus Mundus "Conectados A Través De La Mente"

La universidad 1

Conocen esa sensación de incertidumbre que a veces habita dentro de nosotros, porque yo me siento de esa manera y creo que no me he explicado de buena manera. Es como cuando caminas a la orilla de un barranco y sabes que al filo de esto no hay nada más que un enorme vacío, pero aun así te figas a ver la caída, es ahí cuando el estómago se te revuelve, caminas un paso hacia atrás para alejarte y no vuelves a mirar. Pues me siento de esa manera, no hay palabras para definirlo, pero creo que mi explicación se asemeja un poco.

Los tres meses de la segundaria pasaron a una velocidad abrumadora, con el ajetreo de los exámenes, mis maneras de escaparme de los abusos y los malos chistes de Elian fueron unos meses muy llenos de tensión, pero interesantes. Mi problema o mi tensión no radicaba en mis notas finales, si no, en el saber que quería de mi vida, que haría después de graduarme y es hay donde llega la incertidumbre.

No sabia que seria de mi vida después de graduarme, no tenia un punto fijo al cual ajustar al navegador, siempre vivía el día a día, mi meta más larga era llegar a terminar la segundaria con éxito – ese punto ya estaba terminado y logrado– el caso era, que no sabia en que punto me encontraba, y esa era la realidad.

En los últimos días de clases, decidí visitar el taller de dibujo para llevarme alguno de mis proyectos a casa. La cuestión es que muchos de los trabajos que decoraban aquel taller eran de mi propiedad, hasta ese momento note que aquel lugar estaba repleto de mis dibujos y también note la diferencia que había de los demás con los míos, no es que presuma que son mejores, el caso es que en aquel instante recordé a mi madre. Ella había puesto todos sus conocimientos y empeño en hacer de mí una artista como ella, a encontrar la delicadeza de los detalles en cada lienzo, a ver las imperfecciones de los trazos como lo más hermoso en una pintura, que los errores portaban cosas extraordinarias y que sin ellos nunca seriamos capaces de mejorar, porque después de un enorme error podían nacer las mejores maravillas.

Ese fue el momento en el que decidí salir de la incertidumbre, viendo todos mis trabajos, las pinturas y con el recuerdo de mi madre en mi mente. Decidí que era lo que seria de mi vida y a lo que me dedicaría. Iría a la universidad, estudiaría diseño y pintura, era lo menos que podía hacer por el recuerdo de mamá, además de que era lo que verdaderamente me apasionaba, no me vería haciendo otra cosa de futuro.

Cuando le platique de mis planes a mi padre, pude notar su duda, el conocía que para poder estudiar bellas artes tendría que irme de la ciudad y eso no estaba en sus planes. Su trabajo en el bufete se encontraba en nuestra ciudad, lo que quería decir que me tendría que ir de la casa. Sé que las preocupaciones en la vida nunca desaparecen y en cambio aparecen más, a pesar de que mi padre estaba convencido de que mi “enfermedad” estaba curada el siempre mantenía su duda y su preocupación, no lo culpo, después de todo solo los teníamos el uno para el otro y el saber que teníamos que separarlo era muy difícil.

Me sentía preparada, tenia grandes ansias de comerme el mundo, de conocer lo que había después de mi ventana, sentía que si salía de mi cuidad sola como una universitaria cualquiera lograría conocerme a mi misma, tenia esa idea del salir de la conformidad de lo conocido y por una vez en mi vida atreverme hacia nuevas experiencias.




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