Upd: Último Primer Día

Preparando el equipo

Preparando el equipo

-¡Hey Marcelo!¡¿Cómo estás?!¡Cuanto tiempo!-exclamó la madre de Claudio al verlo a través de la reja de la puerta del apartamento.

-¡Buen día señora Marcelo!¡En verdad pasó mucho tiempo!-exclamó el alumno a la madre de su amigo, quién paradójicamente se llamaba igual que él.- No sé si Claudio le le aviso pero el me dijo que podía venir acá hoy a la mañana.

-¡Si, como no chiquito!- exclamó la señora sonriente abriendo la reja de la estrecha puerta que daba la entrada a  la puerta del edificio.-¡Claudio ya me dijo que vendrías apenas llegó a casa!¡Pasá sin problemas, te está esperando arriba con los demás chicos!

Luego de saludarse con un par de besos en cada cachete, ambos subieron las escaleras de arriba de que llevaban hasta la puerta de su habitación. Al entrar en su departamento el alumno recorrió la sala del comedor hasta llegar a lo que en teoría era la sala de “estudio” de la casa de Claudio, el cuál estaba en un piso más arriba de la cocina. Al subir por las escaleras que lo llevaban a él, Márcelo y la madre de Claudio llegaron a donde estaban los muchachos. Claudio, Carlos y Héctor estaban sentados en una gran mesa rectangular con sus respectivas notebooks.

-¡Claudio!¡Ahí vino Marcelito!- avisó la madre optimista a su hijo, el cuál y sabía que su amigo había llegado desde que su madre había abierto la puerta de la casa. Los demás, Carlos y Héctor, al escuchar la voz de la adulta se dieron la vuelta y lo miraron llegar sonrientes:

-¡¿Cómo estás Márcelo?!¡Te estábamos esperando!

-¡Heeeeeee crack!- respondió el gordo Héctor simulando a Maradona-¡¿Volviste otra vez para tener tu revancha pibe?!

-¡Vos sabés nada más, jajaja!-respondió Marcelo riéndose. Luego miró a la madre de Claudio y esta le indicó con su mano que se sentara.

-¡Pasa,pasa Marcelito!-dijó antes de acercarse a su hijo, el cuál estaba tan enfrascado en su ordenador que casi no parecía prestarle atención- ¿Vos vas a necesitar algo más antes de que me vaya hijo?-preguntó cariñosa su madre.

-C..cuando vuel…vuelvas Pabl…Pablo va a venir un ra…rato

-¿Pablo?¡¿Tu primo?!¿Por qué razón?

-Iba a v…ver lo de la gote…tera de la cocina...además de ayuda…rnos para mañana.

-¡Cierto!¡Me lo habías dicho hijo!¡Me voy entonces a lo de mis “amigas”- exclamó la madre con una voz sensual, luego toco los cachetes de su hijo e intentando que lo mirara preguntó-¡¿Ustedes van a querer que traiga algo para comer?!

Claudio y a negar su pedido pero luego miró a Héctor, quién lo observaba sonriente y a Marcelo y Carlos que habían dejado de jugar. Todos sabían lo que querían. Entonces, el tartamudo miró a su madre con unos ojos que solo utilizaba para ver a Bianca.

-Lo mis…mo de la otra vez…mamá.

-¡Pizza y hamburguesas entonces!¡No saben lo gordos que se van a poner cuando salgan del secundario y comiencen la universidad!-dijo la madre sonriente fingiendo enojo.

-¡Eso sirve para todos menos para mí señora!- exclamó Héctor sarcásticamente causando la risa de los otros tres. Claudio, por su parte, volvió a centrarse en su computadora. Su madre, preparándose para irse lo abrazó y dándole un sonoró beso en su cachete exclamo:

-¡Me voy hijo!¡Vuelvo dentro de un rato…o si lo preferís enseguida!-y dándole un abrazó cariñoso agregó- ¡Te quiero tesoro!

Claudio, que no era muy abierto con respecto a las emociones, y mucho menos cuando estaba frente a sus amigos, no apartó a su madre como solía hacerlo otras veces cuando estaba solo. Pero al reconocer los esfuerzos que se madre hacía por el, dejó que su cariño lo envolviera como ella quisiera además de responderle algo que muchas pocas hacía.

-Yo también te quiero…mamá

Marcela, al oírlo le dio otro sonoro beso en el otro cachete y luego lo dejó solo despidiéndose de todos en voz alta y echando a correr por la escalera al ver que se le hacía tarde. Paso cierto tiempo para que los demás estuvieran preparados con sus respectivas computadoras. Entonces Marcelo habló.

-Sos muy afortunado Claudio, tu mamá esta para vos siempre, tenés buenas notas y tu grupo de amigos siempre viene a tu casa…¿Qué más se puede pedir?

-¡Tener novia, o una muñeca inflable…¡o mejor aún, una computadora gamer!-exclamó Héctor enérgicamente contagiando con su optimismo el ambiente.

-Yo elegiría solo lo último-agregó Carlos al escuchar a su amigo- Con lo caro que sale mantener una novia y la crisis que nos esta pasando ahora preferiría ser feliz quedándome en casa.

-¡Yo igual!¡Seguro que vos pensás lo mismo Claudio!

La respuesta de Marcelo hizo que Claudio tomará sus auriculares. Miró su reloj, eran las 17:35, si quería que Marcelo les enseñara lo que sabía y por lo que había venido no tenían mucho tiempo para jugar.

-Depen…de la situaci…ón, creo que la PC gamer me vendría mej….jor… Pero hablemos de eso desp…ués- y colocándose los auriculares en sus orejas exclamó de manera sarástica-¡Ahora tene…mos tarea que hacer!

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-¡¿Ya estamos cerca?!-preguntó cansada y al borde de la fatiga Lucila. Había estado caminando más de 13 cuadras de la casa de su amiga para llegar al hogar de Claudio.




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