-¡Ya llegué muchachos, ya llegué!-dijo Marcelo tocando la puerta desesperadamente.
-¡Ehhh!¡Chelo, ya llegaste!¡Vení entrá, te estábamos esperando, bueno, en realidad estábamos al pedo jugando al Fifa mientras te esperábamos!-exclamó Gervasio al abrir la puerta y hacer pasar a Marcelo a la casa -¡Ya vino Chelo muchachos!¡Levanten el orto y vengan a ayudar!¿Pudiste traer el alcohol no, Marce?
-¡Si,si! Tomá, saquen de ahí y empiecen con lo suyo- exclamó Marcelo dándole la mochila y la caja de cartón que Claudio le había dado. Al ver que del grupo hombres que se acercaba no estaba el anfitrión exclamó-Ehhh…¿Dónde está Ignacio?
-¡De una!-exclamó el gordo al tomar el Frizze- No sabes lo que esperé para probar esto…¿Qué dijiste Chelo? Ahora que lo decís…no, no lo ví. ¡Hey ustedes, manga de salames!¡¿Vieron donde está “Vergacorta”?!
-¡Ya llegaste, Marce! Ni idea gordo, creo que Nacho está arriba con “Polo” y el negro “Cástor”-dijo Federico sonriente al sacar una botella de manaos de uva-¡Que onda con esto! Jajaja ¡Tan poca plata hay que ahora necesitamos comprar esto para tomar!
-¡Tenés razón! Hace como quince minutos que esos giles están ahí arriba calculando la cantidad de travas que se van a comer mañana. ¡Ahí lo busco al puto, Chelo!-dijo Gervasio a Marcelo antes de de juntar sus manos y gritar-¡Vergacorta!¡Vergacorta! ¡Bajá de una vez pedazo de pajero!
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-Es muy importante que ustedes estén donde les dije, en el momento estipulado y con quienes acordamos…-dijo Marcos moviendo la ficha playmobil de un bombero- para ese entonces, yo ya debería haberlos convencido a ambos…o al menos
-Entiendo Pablo pero…¿Cómo se supone que estaremos en nuestros puestos con la cantidad de gente que va a haber?-preguntó Carlos al jefe del grupo- Existe la posibilidad de que otra persona ya esté sentada en “nuestros lugares” para cuando nos toque entrar.
-¡En efecto, querido Cástor!-respondió Marcos enérgicamente con una sonrisa-¡Por supuesto que eso puede llegar a ocurrir! Por suerte para ustedes, ya me encargué de eso.
-¿Cómo?-preguntaron al unísono Ignacio y Carlos.
-¡Fácil!¡Ya le indiqué a Juan Carlos: el barman, la situación de ustedes, aparte de decirle que les guardara el lugar!¡Ustedes solo tienen que ir y sentar el traste en las sillas!
-Las puertas que el dinero abre…¿y vos crees que haciendo solamente eso nosotros ya habremos cumplido con nuestra parte? Digo, porque es muy notorio que esta vez Ignacio y yo hacemos mucho menos de lo que nos solemos ocupar siempre y con los demás.
-Yo también creo eso, siento que ambos podríamos aportar mucho más a esta misión, y más cuando se trata de algo tan importante y beneficioso para todos.
-¡Justamente por eso, querido Nacho, es que les encomiendo que hagan lo mínimamente indispensable!-exclamó sarcástico y alegre Polo, al ver que los otros dos lo miraban extrañado exclamó- Lo que digo chicos, es que con la importancia trascendental que conlleva esta misión no puedo dejar cabos sueltos, cada uno debe hacer solamente lo necesariamente indispensable, no puedo dejar espacios en blanco o tener inseguridades cuando esta vez operamos en un ambiente tan…”cambiante”. Como saben bien, cada uno de los planes que trazo se deben elaborar con una precisión milimétrica, y también entienden que gracias a eso es que siempre tenemos éxito. Con lo cuál, cada uno no debe hacer o “aportar” a esto más de lo estrictamente necesario, ¡aún cuando se trata de ustedes dos!- las palabras de Marcos causaron que ambos adolescentes se miraran entre sí con cierta incomodidad, Polo sabía que tenía que profundizar más-Aunque no suene bien muchachos…no esperó que entiendan lo que les explico, pero si que lo hagan como lo digo. Aunque les duela o incomode, esta vez tendrán que dejarme todo el “trabajo sucio” a mi…Jeje.
Los dos varones volvieron a mirarse nuevamente sintiéndose visiblemente avergonzados por lo que Marcos les pedía. Al final, fue el propio Ignacio el que rompió el silencio.
-No nos sentimos a gustos con lo que nos indicas, Marcos. Como ya dijimos, creemos que somos capaces de aportar más en esta operación, como llevamos haciendo siempre-al escuchar esto, Polo pensó lo peor- Sin embargo, sabemos que siempre que llevamos a cabo tus planes al pie de la letra terminamos logrando lo que nos proponemos…excepto por la vez anterior con las Pre-Quintos. Pero bueno, no fue tu culpa que todo y todos se terminaran yendo a la reverendísima mierda.
-¡Es cierto! Tus son lo único que nos da seguridad cuando estamos en el juego, no soy nadie para criticarlos ahora. Como digo siempre, vos sos el cerebro y nosotros el brazo ejecutor.
-¡Gracias por entender muchachos!-exclamó Marcos moviéndose de su lugar y yendo a donde ellos para extender sus brazos en los hombro de cada uno-¡Solamente que esta vez yo voy a ser el cerebro y los brazos al mismo tiempo, mientras ustedes son mis espectadores! Jaja. Con respecto a tu frase “Castor”, no la usaría mucho, nos hace parecer un grupo de narcos más que unos estudiantes con suerte. Además, no es que nos llevemos muy bien con los narcos de la ciudad…jeje.
-Hay una cosa que no entiendo-preguntó Ignacio-¡¿Cómo haremos para conseguir el dinero para financiar la construcción?!
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Editado: 12.01.2021