En cuanto pueda lo haré

Graciela llegó a su escritorio después de haber hecho los buenos días. Al entrar esta se sentó en su sillón presidente con una gran fatiga y cansancio, si bien el acto del día de la Soberanía Nacional había transcurrido sin problemas la noche anterior había estado varias horas preparando sus palabras. Al no saber bien que decir se había decido por una introducción directa y corta. Aún así, se había acostado tarde y levantado 15 minutos después de lo normal, por esa razón optó por salir cuanto antes y no llevar a su hijo al colegio, además de que Claudio está exento de ir obligadamente por sus buenas notas.

 Por esta razón aprovecho para recostarse lo más relajada y placenteramente que podía mientras los administrativos no llegaban. Tras unos minutos intentando poder recuperar algo del sueño que no había tenido durante la noche decidió ir al salón de profesores a ver si podía sacar algo para aplacar el apetito, ya que tampoco había desayunado a antes de venir. Al llegar a la habitación se hizo un café y comió un par de bizcochos antes de prender la televisión para distraerse un poco. La Directora dejó caer un bizcocho cuando vio en el canal provincial que en el penal de la ciudad, el mismo en el que ayer un grupo de presos se habían escapado, ahora había ocurrido un motín en el que los presos amenazaban con quemar el penal y matar a los guardias si no los dejaban salir.

De repente entró la profesora de Música al salón. La Directora, sorprendida y con el bizcocho en la boca todavía preguntó a la otra si necesitaba algo.

-¡Graci! Hay un alumno que quiere hablar con vos.

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Crotona entró al salón de profesores del colegio, como no tenía ningún curso a esa hora decidió hacer la video llamada que sus amigas habían acordado con ella el día anterior. Al conectarse ella y sus tres amigas empezaron a hablar sobre su semana de trabajo los problemas de pareja que tenían y demás cuestiones de mujeres que si las mencionáramos todas abarcarían tres hojas como mínimo.

-¿Y vos Lupi?-exclamó María, si mejor amiga, llamándola por la abreviatura de su nombre.

-Descubrí lo que me preguntaron la otra vez-exclamó Crotona con gran energía. Las otras, impacientes,  la presionaron para que escupiera lo que tenía para decirles hasta que al fin habló-¡Bueno!¡Bueno!¡Jaja!¡Va a haber fiesta al final!

Tras esto las amigas empezaron a gritar exageradamente a propósito, provocando que los demás profesores que pasaban por la galería se giraran a ver a Crotona por la ventana.

-Y Lupi…¿Cómo es esta fiesta en particular? Osea…¿Qué motivo tienen tus alumnos para salir a joder por ahí?...bueno, es lo que siempre hacen ¿no? jaja-preguntó una de sus amigas.

-Ni idea la verdad Tami, creo que le habían puesto un nombre.

-¿Un nombre? Jaja, pero que estúpido- agregó la tercera amiga.

-  ¿En serio no? Jaja, creo quue lo habían llamado UPD o algo así… pero lo que de verdad importa es que ¡hoy se sale chicas!-tras esto las mujeres volvieron a celebrar otra vez. De repente a Crotona le llegó otra llamada de  WhatsApp, la cuál al ver de quién era decidió atender- Disculpen chicas, llamó mi mamá.

Tras esto, Crotona salió de la llamada grupal y abrió la de su madre. Al hacerlo vió que su madre estaba cocinando en su casa mientras su hijo de 8 meses estaba en el cochecito.  De la nada apareció  la cara de su madre en el celular.

-¡Hola hija!-dijo esta causando que a Crotona se le cayera el celular del susto.

-¡Mamá, la puta madre!¡Me asustaste!-dijo esta levantando el celular.

-¡Ay, disculpa!¡Mira quién está acá!-dijo la madre acercándose al bebé en su cochecito, el cuál al ver a su hermanastra sonrió con sus pequeños dientitos.

-¡Ay, pero mirá quien es!¡¿Cómo estás Matías?!¿Quién es el niño bonito de Lupi?-tras esto, la profesora le dio mimos “virtuales” a su hermanito junto con su madre y habló con ella unos minutos sobre su trabajo hasta que esta se interesó por el motivo de su llamada- Mamá, ¿necesitas algo en particular? Digo, porque me llamaste.

-¡Ah, sí! Te acordás mi reunión de lo que te dije la otra semana.

-¿La otra semana? No ¿Qué cosa?

-¡Ay, hija!¿Te acordás que hace un par de semanas nos juntamos con las tías?…bueno ese día te dije que en esta semana iba a ser la fiesta de la promoción de mi colegio. ¿Te acordás Guada?- preguntó la madre, a lo que esta le respondió negándole con la cabeza- Bueno, resulta que la juntada con mis compañeros es hoy a la noche, en la escuela de mi pueblito natal.

-Entiendo mamá, pero ¿Cómo me afecta eso a mí?

-¡Ay hija!¿Tan poca memoria Tenés? Te pregunté si vos podías cuidarlo a Martincito esa tarde y me dijiste que sí ¿Te acordás? Bueno, resulta que la fiesta es hoy. Por eso quería confirmar a que hora puedo pasar y dejarte a “Tincho”?

-Eh…todo bien mamá, pero resulta que me apareció…-dijo Crotona buscando una palabra que no tenga que ver con lo que estaba armando con sus amigas- una reunión con mis amigas. ¿Viste que esta semana terminan las clases? Bueno,  como todas trabajamos en algo de la docencia decidimos festejar.

-¡Ay, pero que bonito!¡Mejor entonces, vas a poder llevarlo con tus amigas, además de que Tincho va a poder conocer ”mujeres”! Jaja.