En el verde bosque, donde los árboles crecen enormes y frondosos, vive una ninfa. Ella se llama Taiga, y su deber es cuidar de él y de los animales. Con sus dones, puede sanar heridas en las plantas y en los animales. También puede comunicarse con ellos. Taiga es amable y cariñosa con las criaturas que habitan el bosque. Suele ser efusiva y curiosa la mayor parte del tiempo. Cuestiona a las otras ninfas siempre que puede. El bosque colinda con una apacible pradera. Después se encuentra una playa y el mar turquesa. Este paisaje es capaz de transportar tu mente a un estado de paz, enamorar tu corazón, y desearás vivir allí, con las hermosas ninfas.
La Reina Raven fue elegida por Urania para restaurar la barrera en cada luna azul. Ella también posee dones naturales, relacionados con los elementos y la magia que le obsequió Urania. La reina es noble, dulce, amable, un ser encantador y de gran belleza. Loreto es la guardiana de los lagos. Ella posee dones que le permiten manipular el agua, así como su apariencia. También puede comunicarse con los animales acuáticos. Loreto tiene una actitud muy estricta con su misión; es noble, reservada y cariñosa con todos los animales que cuida. Las tres se llevan muy bien y tienen un vínculo de hermanas. Ha sido así desde que fueron elegidas por Urania para la protección de esta tierra.
Los cambios en las estaciones son muy importantes para ellas, pero sobre todo el invierno. Aquella fría época es fundamental para renovar la barrera. Se lleva a cabo una ceremonia en la laguna Aqua. Todos los habitantes de la tierra se reúnen para celebrar junto a las ninfas.
Ese día, la estación cambia. Mientras se celebra el festival, un humano llega hasta el Palacio. De alguna manera, ese hombre consiguió llegar hasta donde todos estaban reunidos. Los habitantes lo observan con desconfianza y asombro, pues nunca habían visto a un humano tan cerca.
—Hola, ¿cómo has llegado hasta aquí? —preguntó Raven, sonriendo al acercarse al humano.
—Hermana, que se vaya —masculló la guardiana del lago—. Es un humano, no puede estar aquí.
—¿Un humano? —cuestionó Taiga, elevando sus cejas marrones por la sorpresa. No podía creer que tenía a un humano ante ella. Gracias a la magia de Urania, él seguía vivo.
—Estoy perdido —respondió el hombre sin temor. Actuaba con mucha confianza, como si ya hubiese visto a todas las criaturas que lo rodeaban.
—Comprendo. Trataremos de ayudarte a volver a casa. No puedes quedarte aquí, no es tierra para los humanos —dijo Raven, observando fijamente al humano. Los latidos de su corazón eran rápidos.
—¿Se podría quedar para el festival? —preguntó Taiga—. Ahora no podemos interrumpir la ceremonia.
—Agradezco la invitación, no quiero causar molestias —comentó el joven de ojos azul turquesa.
Esa noche, el extraño se quedó en la celebración en el Palacio. Fue testigo de la ceremonia para restaurar Urania. El joven parecía divertirse. La reina se encargó de que estuviera cómodo. Loreto, sin embargo, se sentía intranquila por la presencia del intruso; había algo en él que no le agradaba, una sensación extraña, pero era decisión de la reina. Raven buscaría la manera de hacer que el humano volviera a su mundo.