Urania

Capítulo 6

Mientras tanto, en el hermoso bosque, en lo profundo y espeso, que ahora decae por la falta del cuidado que su guardiana tenía para protegerlo, se lleva a cabo una reunión que tiene preocupadas a las familias nobles de elfos. Ellos son los Croniel y Nairel, los únicos que han decidido permanecer en Urania.

La raza élfica se hace llamar Asesori, que significa Guardianes del bosque, y buscarán serlo. Ellos son: Vanna Croniel, esposo de Hureral Nairel, y padres de Vennehelael y Siseth. En su modesta casa vive Lierur Nairel, hermano mayor de Hureral.

—El bosque cada día decae más —dijo con desconsuelo Siseth. Junto a ella se encontraba su hermano.
—Mantengamos la esperanza de que Taiga traerá de vuelta a la hija de la reina —comentó el elfo de cabello negro, llamado Vennehelael.
—Yo no pienso igual. Creo que fue muy hábil en escapar antes de que ocurra una catástrofe y perezcamos todos aquí —expresó con molestia el elfo de cabello marrón y ojos verdes. Lierur es su nombre.
—Lierur, cuida tus palabras, hermano —habló lady Hureral Nairel, la bella elfa de cabello rubio y ojos azules.
—Solo debemos esperar al regreso de la reina —titubeó con esfuerzo el elfo más viejo de los allí presentes. Vanna Croniel es su nombre.
—De cierto modo, estoy de acuerdo con Lierur, solo que con un método sutil —expresó lady Hureral con una sonrisa.
—¿Cómo piensa hacerlo, madre? —cuestionó la dulce Siseth.
—Mi pequeña, eres muy joven para saber de esto —respondió con tranquilidad la rubia.
—Entonces, hermana, ¿qué tienes pensado? —comentó Lierur con gran interés.
—Proponer a Loreto ayuda con el bosque —dijo la rubia. Intentará conseguir el cuidado del mencionado para su familia, ya que claramente no puede cuidar a todos sola.
—Madre, apenas y nos tenemos interés en la protección del bosque —interrumpió molesto Vennehelael por la propuesta de su madre.
—Tienes mi apoyo, hermana. Y, después del bosque, que sea Urania —inquirió Lierur con malicia. Él busca acceder al trono a cualquier precio.
—No cuentes con mi ayuda para tu idea —dijo Vanna, serio, mirándolos con decepción. Ocultaba la molestia que sintió ante el acto egoísta de Lierur.

Por otra parte, en el Palacio, la ninfa guardiana del lago se encuentra acompañada por Og, quien forma parte de los protectores de las guardianas, designados así por Urania. Este hecho ha tenido molesto a uno de los elfos conservadores de la familia Nairel; se considera un mejor protector e incluso mejor gobernante que la descendiente de Raven o la misma ninfa mayor.

—Señorita Loreto, ¿usted cree que pronto regrese la reina? —cuestionó curioso el centauro.
—No lo sé —respondió con tristeza la ojiazul—. Tengo un presentimiento respecto a Urania.
—¿Qué ocurre con ella? —dijo el centauro preocupado.
—Aunque yo no estoy conectada con ella, puedo sentir que la ausencia de Raven le ha hecho mal —comentó afligida la guardiana del lago.
—Yo mantengo la esperanza de que pronto volverá —dijo con una sonrisa el centauro.
—Espero, por nuestro bien, que sea pronto —dijo y respiró con pesadez Loreto.

La ninfa Loreto se siente triste por la falta de Taiga y Raven. Extraña las tardes que en la Laguna Aqua se divertían cantando, acompañadas por los animales. También considera que la tarea que le asignó la reina de cuidar a Urania es demasiado para sus limitados poderes. Se siente frustrada ante tal situación y la poca cooperación que muestran los Nairel para apoyar. Pero pronto llega lady Hureral con una propuesta para Loreto que no esperaba.
—Bella tarde tengan —dijo una calmada voz femenina.
—Lo mismo deseo —respondió amable la ninfa. Loreto se giró hacia donde provenía la voz.
—Lady Hureral —le hace una leve reverencia; después de todo, es reina en su familia.
—Deja que Loreto y yo hablemos a solas —comentó la rubia, a lo que Og mira a la mencionada y ella asiente.

El centauro sale de la enorme sala de la cual se puede observar la cascada, dejando a solas a Loreto con Hureral para que conversen de un asunto delicado para ambas razas, ya que desde el principio hay marcadas diferencias entre ellas.
—Dígame, lady Hureral —dijo seria la ninfa—. ¿Qué le trae a Palacio?
—Es un tema de gran interés para ambas —comentó la rubia—. Nosotros llegamos a un acuerdo.
—Hureral, ¿por qué el acuerdo que tomaron ustedes, los elfos, me interesa? —cuestionó con postura firme Loreto.
—He venido a ofrecerte cooperación y armonía —espetó, un tanto indignada, la elfa.
—Ustedes siempre se mantuvieron al margen. Nunca estuvieron de acuerdo en que Urania nos diera el honor de ser sus guardianas —prosiguió la ninfa con gran valor.
—Como te he dicho, sabemos que ha sido incorrecta nuestra forma de pensar —continuó la rubia, serena—. Es por eso que mi hermano Lierur, mi hijo Vennehelael y yo podemos ayudarte con el bosque.
—Debo decir que tengo mis reservas respecto a este tema —expresó pensativa Loreto.
—Vivimos en el bosque y vemos muerte —inquirió afligida la rubia—. Mi familia puede ayudar con tu labor. No posees magia para tal tarea.
—Así que me pides dejar que ustedes lo hagan por mí —dijo con calma Loreto.
—Solo hasta que la reina regrese y sea coronada —respondió con una sonrisa Hureral.
—Te permito hacerlo y a tu familia hasta el retorno de la reina y Taiga —concluyó la ninfa con cierta duda. No confía en la elfa—. Con la única condición de que Og esté siempre presente con ustedes en el bosque.
—De acuerdo con la condición —dijo la rubia tranquila. Prosiguió ella—. No desanimes. Pronto volverán —sonrió serena.
—Así será, Hureral —dijo seria Loreto.

Después de la significativa conversación, la elfa se dirige hacia lo profundo del bosque para dar a conocer la noticia a su familia. Este hecho causará que algunos se inquieten en Urania y otros vivan del mismo modo pacífico.




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