-¡¡¡Beth!!!- gritaron Niel y Thom.
Apenas fue un pestañeo… y estuve en los brazos de ambos.
-¿¡Estás bien, Beth!?- preguntó Thomas preocupado.
-Lo lamento, Beth- dijo Niel soltando mis piernas con cuidado y cogiendo mi mano.
-¿¡Qué pasó!?- pregunté aterrada.
-Te subimos con Magia- respondió Thom rápidamente.
-¿Estás bien?- volvió a preguntar Niel.
Respiré hasta tranquilizarme, me puse de pie un poco tambaleante, los miré a ambos con rabia y subí hacia mi habitación.
-¡Beth, espera!- decía Thom subiendo detrás de mí corriendo.
-¡Déjame en paz!- grité haciendo que me miraran aún más estudiantes mientras seguía en media escalera -¡Eres un estúpido! ¡Niel me está enseñando a pelar y caí mal! ¡ESO ES TODO! Pero eres un estúpido…
-Yo… pensé que…
-¿¡Qué pensaste!? ¡Sólo querías ver que tan hombre eres comparándote con Niel!- estaba completamente enfadada.
Niel se rio desde el piso inferior.
-¡Cállate tú también, estúpido!- grité.
-Yo sólo me defendí- me respondió molesto.
-¡Podías haberlo alejado de ti, en vez de darte de golpes como un estúpido cavernícola!
Me di la vuelta y subí resoplando enfadada. Puse mi cabeza contra la puerta de mi habitación y respiré un par de veces antes de girar el picaporte. Sentí que tiraban de mi camiseta en el momento en el que empujaba la puerta. Iba a regresarme y gritar a quien fuera que me estuviera reteniendo… pero era Aidan.
-¿Estás bien, mami?- preguntó preocupado.
Respiré una vez más y entré a mi cuarto, sonriéndole y diciendo que pasara.
-Todo está bien- dije sentándome en la cama -. Lo único que mi vida es muy complicada.
-Pero me dijeron que te caíste por las escaleras- dijo sujetándose de mis rodillas.
-Fue por culpa de Thomas y Niel- dije sentándolo en mis piernas.
-Si ellos están juntos, te van a causar problemas- dijo con sus ojitos lechosos.
-¿Por qué?- pregunté sonriendo hacia él.
-Los dos te quieren mucho, si eliges a alguno, todo se va a dañar.
-¿El qué se va a dañar?
-Todo- dijo estirando sus brazos -. Incluso tú te vas a poner en peligro si eliges a alguno de ellos.
-Señorita Smith- la profesora Morgana apareció en mi cuarto, dándome un susto de muerte -, el Director requiere de su presencia.
-Ya voy- dije colocando a Aidan en la cama -. Pórtate bien y ve a dormir- dije despeinándolo.
Él sólo asintió y se fue corriendo hacia las escaleras, mientras yo aparecía en el despacho del señor Süllinger, viendo los múltiples cuadros que adornaban la columna central.
-Siéntese, señorita Smith- decía a mi espalda el Director.
Giré sobre mí misma y fui hacia el piso intermedio, desde donde veía que mi luz estaba encendida, aunque no se distinguía nada a través del opaco cristal. Me senté entre Niel y Thomas, que evitaban mirarse viendo hacia otro lado.
-Ahora que ya están todos- dijo sentándose, masajeando su sien -… ¿¡Por qué razón se pelearon en mi Academia!?- gritó muy enfadado golpeando su escritorio con fuerza.
Miré hacia ambos, que se removieron incómodos en sus sillas, pero no hicieron nada.
-¡Agh! ¡Son unos estúpidos mocosos! Estaba yendo a mi habitación, saludé a Thomas- lo nombré y regresó a verme -y él vio que tengo un morado en la espalda y que me pasó por pelear con Niel- levanté mi camiseta y me giré para que el Director lo viera, él se enfadó cambiando su cara de póker -. Luego se comportó como un estúpido y no me dejó explicarle que fue sin querer, me caí mal. De ahí empezó a pegarle a Niel y en vez de ser gente pensante, se agarraron a golpes y me ignoraron.
-¿Y qué sucede con lo que me contaron los profesores que cayó por las escaleras?- me preguntó cruzando los dedos en la mesa.
-Eso… se iban a lanzar- tampoco podía decirle que querían lanzarse rocas de la pared y hielo a la cabeza -… cosas, y corrí al centro. Tuve una memoria- dije mirándolo significativamente -, y mi Círculo Mágico colapsó o algo, lanzándome para atrás o algo, porque me caí sola… y luego me salvaron- añadí señalando a ambos.
-No te caíste sola, generaste gravedad inversa desde tu posición para evitar las rocas… pero también te afectaste a ti misma- dijo Niel muy serio.
Su mandíbula estaba comenzando a ponerse morada donde Thomas lo había golpeado, mientras que Thom tenía el pómulo morado y la nariz hinchada aún.
-Eso es ridículo- dijo el Director moviendo su mano como si nada, pero su expresión se notaba tensa, al menos para mí -¿Tienen algo que añadir?- preguntó mirando a ambos.
Thom se revolvía en la silla muy enfadado, era como si quisiera quejarse, pero sabía que era su culpa. Niel, en cambio, tenía los brazos cruzados y pensaba en algo, aunque también estaba enfadado.
-Está bien- dijo el Director poniéndose de pie y dándonos la espalda -… Obviamente, asumo que saben que van a ser castigados y lo aceptarán sin quejarse- ambos se removieron incómodos en sus asientos -. Un castigo físico, sería algo medieval… Echarlos de la Academia- todos nos tensamos -, sería excesivo ya que nadie resultó herido de gravedad, por suerte… ¿Cuál sería un correcto castigo?