Utopía

Capítulo 35.- Exigiendo respuestas

Sentía la mirada de todos en mi rostro, pero yo no quería mirar a ninguno de mis amigos. No quería saber si sentían asco por lo que era, o si simplemente me veían como un bicho raro... Yo era un Vampiro... pero la profesora Morgana también.

>>Existen Vampiros menores- sentí la voz de Angelique y dirigí mi mirada directamente a ella, aunque ella no me miraba a mí -. Nadie más está escuchando esto. Sólo quiero explicarte que existen criaturas semidemoníacas que pertenecen a los mestizos del Clan de la Nada, pero no poseen el poder total de nuestro Clan.

<<¿Puedes leer mi mente?>>

>>Puedo leer la de todos, y nadie piensa en ti con asco... con asombro sí. Maritte piensa que es "cool" conocerte. Niel se da cuenta que eres más especial de lo que él pensaba. Thom está viendo la posibilidad de que puedas reclamar el trono. Esme está un poco asustada de que necesites tomar su sangre y calcula la cantidad que podrías tomar de cada uno y en cuanto tiempo podrías volver a extraer su sangre después de regenerar tejidos. Aidan te ama y sólo quiere protegerte, al igual que Aless, que daría su vida por ti y sabía lo que eras desde el principio.

Respiré un poco aliviada. Sólo tenía que quitar de la mente de Aidan y Aless esas ideas extremas y ridículas que me asustaban. Me agaché y ayudé a Aless a incorporarse en esa burbuja de televisión astral.

>>Y mientras esa tonta profecía existiese, yo podía respirar tranquila y mandar sobre todos- continuó, esta vez para todos -. Pasé de ser una refugiada en el reino de las Hadas y que su madre tuvo que hacer esfuerzos sobrehumanos para conseguir lo mínimo, a ser tratada como a una princesa. Me consiguieron un amigo. Argento fue esclavizado específicamente para ser mi sirviente, pero al tener sólo 5 años yo y 9 él, sólo fue mi compañero de travesuras, aunque al principio lo trataba como a un sirviente más. Él había sufrido de hambre y posterior esclavitud. Tampoco había tenido padres porque fue abandonado y había tenido que sobrevivir por sus propios medios en tierras lejanas y hostiles. El siguiente en entrar a mi vida fue el príncipe Nathaniel un año después, al que conocí con 8 años; junto con Daisy de 12, ambos partes de la realeza, sin mucha historia detrás de eso. Yo pensé que llegaban a mi vida de casualidad, pero lo cierto es que mi vida estaba siendo cuidadosamente planeada para que esa profecía que una vez le hicieron a Childerico, fuese cumplida... Al cumplir 16 años, se me informó que iba a casarme con el príncipe Nathaniel ya que, al ser rey, nadie objetaría nada si yo reclamaba el trono. Ningún problema parecía haber...

-Excepto que estabas enamorada de Argento- añadí cuando ella no continuó.

>>Si tan sólo hubiese hecho lo que ellos exigieron, nada hubiese pasado y la Puerta no se hubiese creado- dijo muy arrepentida -. Los 8 Clanes fueron reunidos en 8 jóvenes que no tenían ni idea de lo que intentaban crear- colocó las manos en su cabeza y empezó a tirar de su cabello corto -… No sabíamos las consecuencias que iba a tener... No queríamos dañar a nadie... No queríamos que nadie saliese lastimado- estaba empezando a mostrar inestabilidad emocional bastante grave llegando a arrancar su fantasmal cabello blanco -… No sólo los necesitaba por su Sangre... No necesitaba su poder... Si tan sólo no hubiese nacido...

Todo empezó a temblar en mi cuarto. La burbuja se había disipado con la locura de Angelique.

-Angelique- la llamé avanzando hacia la bola encogida que era sobre la alfombra, pero no respondía y seguía murmurando cosas que ya ni entendía.

-¡Aléjate de Nathaniel!- dijo sujetando mis antebrazos con los ojos desorbitados cuando saltó como un gato asustándome cuando estuve lo suficientemente cerca -Es peligroso, para ti... ¡ALÉJATE!- gritó antes de que Aless entrase en el Círculo y con su Magia evaporase la figura de la que en su tiempo, había sido la Maga más poderosa... y ahora sólo mostraba a una mujer asustada que había clavado sus uñas en mis brazos.

-¿Qué fue eso?- preguntó Thom asustado viendo los hilos de sangre que atravesaban mi piel hacia las manos.

-Está loca- respondió Niel ayudándome a sentarme en la cama.

-Seguimos sin saber cuál es nuestra Misión- añadió Esme algo asustada.

-No- dijo Maritte mordiendo la uña de su pulgar -. De hecho, nos mostró que Beth necesita nuestra sangre y cómo funciona su Magia.

-Y que tienen que ser los mejores- dijo Aidan antes de abrazarme muy fuerte por el cuello -, sino su sangre no servirá de nada y tendrán que morir para que pueda obtener el poder de alguien más- aclaró mostrando una actitud demasiado siniestra para su edad.

-Utopía es bastante... inestable- dijo Niel haciéndole una señal a Esme para que me curase.

-Está loca, pero logró hacer una Puerta capaz de cumplir cualquier deseo... se llama la Puerta del Cielo y la Tierra- dije viendo como mis heridas se cerraban gracias a Esme, para luego introducir mi sangre dentro de mis venas.

-¿Cómo sabes eso?- preguntó Thom viéndome como a un bicho raro.

-No te conté todo lo que pasó en la prueba de ingreso al Torneo- me arrepentía un poco... pero sólo un poco.

-¿Qué ocurrió?- preguntó sorprendido.

-Mi amigo Anás, un fénix- expliqué cuando pusieron cara rara -… bueno, él me dijo que...

-¿Cómo conociste un Fénix?- preguntó Maritte.




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