Utopía

Capítulo 37.- Volviendo al origen

-¿Hay más de una Beth?- preguntó Niel atónito mirándome.

-Con distintas edades y personalidades- respondió Aidan saltando encima de Moon que lo abrazó y acarició con su enorme cuerpo.

-Esto no es loco, es lo que sigue- dijo Esme dejándose caer sentada en la cama.

-¿Qué es el Clan de las Bestias?- preguntó Thom saliéndose de la conversación por completo.

-Es un Clan casi tan extinto como el de los Vampiros- suspiró Aidan -. Era un grupo de Mestizos entre Polimorfos y Comunes que no lograron desarrollar el suficiente poder, y sólo tenían una transformación. No podían hacer como los Metamorfos o Polimorfos, pero su transformación era demasiado poderosa después de generaciones, por lo que fueron cotizados en las guerras, sobre todo, las guerras donde peleaba el Clan Vampiro, donde eran los únicos que podían frenarlos a base de fuerza bruta, sobre todo con forma de hombres lobo.

-¿Y tú puedes transformarte?- preguntó Esme con recelo.

-Aún no he decidido transformarme, aunque tal vez un gato gigante como Moon pueda ser muy útil.

No lo dijo como diversión a pesar de que el resto sonreía. Su mirada me decía que había visto mucho más… posiblemente con su poder de Vidente.

-¿Por qué puedes usar dos magias?- pregunté confundida -¿Eres como yo?

-Soy como tú, en el sentido en que eres una copia de mi madre… o la original… eso no lo sé- respondió sin mirarme, y eso me dolió -. Por eso Nathan me quiere: puedo usar más de una Magia sin necesidad de tomar sangre como los del Clan de la Nada.

-¿Por qué eres Vidente?- preguntó Niel.

-El abuelo me dijo que era porque mis papás me engendraron cuando mi mamá había bebido sangre de Vidente… pero no sé que es engendrar- dijo levantando los hombros.

-Aún es pronto para que lo sepas- añadió Thom acariciando su cabello castaño.

-¿Qué más sabes sobre Beth?- volvió a preguntar Niel.

-¡¡¡SUFICIENTE!!!- gritó Aless azotando la puerta asustándonos a todos -Ya has cambiado suficiente el futuro… ¡Lo has vuelto inestable!

-Debía saberlo- respondió Aidan cruzándose de brazos.

Aless hizo un pequeño Círculo Mágico y tocó la frente de Aidan.

-¡Oh!- exclamó abriendo los ojos de par en par.

-Es mucho más que un simple ¡Oh!- le recriminó Aless volviendo a sangrar por la nariz.

-¿Estás bien?- pregunté levantándome de un salto para sujetarla cuando se tambaleó.

-Invocar a la loca fue demasiado para mí… ¡Soy un asco como Vidente!- dijo mientras se sentaba en mi cama -¡Los necesito a todos fuera!

-Pero- empezó a decir Esme…

-¡¡¡AHORA!!!- Aless estaba desquiciada.

Los chicos salieron sin añadir una sola palabra, incluso Thom me sorprendió al no quejarse o insultar a Aless, que se dejó caer como un saco en mi cama.

-¿Pu-puedo ayudarte?- preguntó tímida Esme antes de quedarse congelada por la mirada fría de Aless cuando levantó la cabeza hacia ella en el marco de la puerta.

-Lo cierto es que me vendría bien una ayuda- Aless cerró los ojos y dejó caer su cabeza sin cuidado.

-No tengo demasiada magia como para hacer una transfusión… ¿qué tal estás tú?- me preguntó.

-Creo que puedo donar un poco- dije con una sonrisa tímida.

Esme me sonrió de vuelta y con un Círculo en cada mano, sentí cómo drenaba mi magia, pasándola a Aless.

-Mucho mejor- se estiró Aless después de unos segundos -. Gracias.

-De nada- respondimos Esme y yo al mismo tiempo antes de reírnos.

-Va bene- dijo Aless poniéndose seria -. En estas horas donde me dormí, ya vi que han muerto profesores y casi lo hace Beth- las manos de Aless no paraban de moverse -. Apenas descanso, y todo se vuelve un desastre.

-Es mi culpa por ser débil- respondí cansada de todo.

-Y la mía por no haberlo visto, igual que la de la profesora Divya Johar, que se supone la mejor Vidente de aquí- obviamente no lo creía -… pero nadie estuvo preparado. Y sí… hoy diste asco dejándote atrapar. Creo que un plato de spaghetti tenía más consistencia que tú, pero aún podemos arreglarlo hasta que sea el Torneo…

-¿En serio te importa el Torneo con todo lo que está pasando?- pregunté anonadada.

-Obviamente, de eso depende todo… literalmente, todo- enfatizó con su dedo haciendo un círculo en el aire.

-¿Y ahora qué?- pregunté sin saber qué más hacer.

-Tienes que beber sangre, y aprender un poco de todos… Pero podemos esperar a mañana- su estómago se quejó reclamando por la cena -. Todos tenemos que recuperar fuerzas y descansar.

………………………

Realmente me dolía todo, acaricié la cabeza de Moon y pasé mi cama de largo. No había cenado en el comedor, sino recluida en mi habitación. Realmente no quería escuchar las críticas de los otros alumnos… les tenía miedo. El Director no se sorprendió con lo que le contamos, más bien lo que le sorprendió era que lo supiéramos y lo dejó pasar hasta que nos mandó a nuestras habitaciones.




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