«Seres pensantes.
Anestesiados farsantes.
Carentes de dones, innatos de perdones».
Construidos dentro de una sociedad mediocre, nos llena la alegría de obtener una nueva vida, olvidando los perdones, aumentando los rencores, nos mantenemos hundiendo las coordenadas de su incierto destino, escondiendo el comienzo de una nueva era.
Santificado sea tu nombre, cuando hiciste de mi una bestia que desconoce lo que es sentir el terror de los dioses, disminuyendo mis temores, aumentando la sed de rencores.
No olvidaré lo que sentí mientras creabas una máquina dispuesta a servirle a los hombres.
Tomando el control de mis temblores, me arriesgo a ser controlado por las manos del hombre, aquel que fui antes de ser rodeado de pensamientos infames y justicia mediocre.
La nueva era de ignorancia se aproxima cambiando la fe de poder, aquella a la que el hombre acude, cambiando su nombre, creyendo que hace justicia por el nuevo mundo de los seres pensantes.
Editado: 10.12.2020