El culpable, quien empieza y quien termina con el tormento.
Aquel que se estremece con los sucesos, sabe que es culpable de los hechos, pero no se doblega ante el consuelo.
Sin ninguna razón, me convertiste en culpable de tu amor.
Fuimos cómplices durante una larga travesía, enfrentando dudas que hoy perduran.
Hoy somos culpables de un respeto sin amargura, enfrenta tus miedos y libera mis ataduras.
Provoca el derrumbe que yace por dentro, somos sueños muertos de alguien que nunca fue nuestro.
Nos liberamos de la carga, pero culpables siempre seremos.
Aunque nos cueste entenderlo, el destino es inquieto, los culpables siempre seremos y jamás nos perdonaremos.
Porque nos liberamos de la carga, pero culpables siempre seremos, y el honor es algo que no entiendo.
Probablemente no seamos perfectos, ni tampoco pretendemos serlo.
Editado: 10.12.2020