Capítulo 28

Las cosas han cambiado estos últimos días en Utopía, desde que Héctor decidió revelarse tomo el mando de todo esto y desde entonces todo el mundo sabe en todo momento cuánta comida llega y cuando le toca a cada uno, Paulo acompaño a Andrew al templo y éste organizó una asamblea reconociendo que se había equivocado y que había ocultado cosas a todo el mundo. También reconoció que le cedía el mando a Héctor y que no se hacía responsable de todo lo que ocurriera.

No se con exactitud si ha sido una buena decisión o si a la larga será un error pero de momento el cambio ha sido para mejor.

Lo único y es realmente la única realidad es que la comida cada día va disminuyendo, no se que pretende esta gente que nos han traido aqui que son los verdaderos culpables pero como esto siga así la gente va a empezar a luchar entre sí por la comida.

Salgo para la calle, necesito salir un rato para poder despejarme, sé que no son las mejores condiciones para irme por ahí pero si no lo hago me volveré loco.

George está fuera, parece preocupado, no para de moverse nervioso.

—¿Qué te ocurre? —le pregunto a George que me mira con resignación.

—Nada, me voy a mi casa —me da una contestación que me deja helado.

—Espera… espera… espera —le digo cogiéndole del hombro.

—Es mejor que me dejes en paz Jacob —me responde mientras se mira la mano y trata de hacerle que no se mueva.

Parece que le tiembla.

—¿Qué te ocurre? —le miro con una mirada desafiante.

Me mira, me mantiene la mirada durante varios segundos hasta que consigue que la aparte, en ese momento aprovecha para salir de mi vista sin darme una explicación.

Decido no tomarselo en cuenta, son muchos días los que llevamos aquí encerrados y al final afecta.

Me conduzco en mi camino, veo el jeep acercarse con la comida que ha llegado.

—¿Cuánto ha llegado? —le pregunto a Hector que viene con una hoja apuntando cuanto ha llegado y para cuanto dias viene.

—Para quince personas para desayunar, comer y cenar, una persona menos que ayer, si seguimos así no creo que aguantemos mucho tiempo —dice Hector comiendose la cabeza para ver cómo puede alargarlo.

—Creo que es mejor por el momento que la gente no sepa toda la verdad —se sincera Hector convirtiéndose en uno de ellos.

—Hector tu llegastes al mande para ser transparente, no merecen que les mientras —le ruego y es la verdad, a mi tampoco me gustaría que se ocultase la realidad.

Resopla y ya es la segunda persona hoy que se aparta de mi vista, no está siendo un buen dia para que nos vamos a engañar.