Cuando estás mal, que te sientes mal con la vida que llevas o las cosas que haces y que no se parecen a las cosas que quisieras hacer, entonces te tratas de escapar de esa realidad, buscando a alguien que te saque de ese estado en el que estás y que no te gusta y te salve, te saque a un mundo mágico, un mundo fantástico, donde todo es posible y la energía te cambie, te lleve a un nivel de emoción y felicidad nunca antes experimentado por tu realidad… Pero es un error, porque esa realidad fantástica, alegre y feliz pudiera ser tu realidad sin tener que buscar a nadie externo a ti para que te la proporcione, se puede alcanzar desde tu misma persona y partiendo desde tu realidad actual hasta alcanzar la que más te agrade, pero trabajando en ella, haciendo ciertos esfuerzos, tal vez ciertos sacrificios y hasta usando la creatividad para resolver los percances que se encuentran en el camino, pero que a la final te lleven a una realidad totalmente feliz en la que tu te puedas dar el lujo de proporcionarte toda la felicidad que necesites sin depender de alguien exterior a ti para proveértela… Por eso cuando te sientas mal en lugar de ir por allí buscando a alguien que te haga feliz, dedica te ese tiempo a ser feliz por tu propia cuenta, haciendo esas cosas que te hacen feliz, esas cosas que quieres hacer y que has postergado durante mucho tiempo, como aprender un nuevo idioma, aprender a tocar un instrumento musical, a dar ese paseo o ese viaje que quieres hacer, en fin muchas cosas grandes y otras sencillas que te puedan aportar la felicidad que quieres y mereces, solo o en compañía de seres queridos que te respeten y te valoren, así como tú también te debes valorar y querer.