El fin de la felicidad, no fue más que un nuevo comienzo, el fin de aquellos días en los que si pude sonreír con sus amistades, incluso con ella como amiga, compartir momentos agradables mientras soñaba que algún día valoraría el amor que yo sentía por ella, mientras crecía la esperanza en mi de que se diera cuenta que yo era alguien que valía la pena, aunque tal vez no lo era, por el contrario esa insistencia mía hacía que me valorara menos… En fin ese día en el que se fueron todos a la Playa y yo no pude ir, por las mismas circunstancias de antes, No tener un vehículo, tener que ir a trabajar ese día, la llegada del primo de su amigo, las circunstancias favorables para ellos y adversas para mí, como si el mismo destino y ella ya no me lo hubiesen dicho suficientes veces, no es para ti. Porque ya ella misma me lo había dicho de frente, me había hecho saber que estaba bien con la persona que estaba y por si fuera poco me había hecho sentir que solo me podía ofrecer una amistad.
Ya tras varios mensajes en visto, tras desplantes educados y un montón de videos que vi en You tube, me di cuenta, al fin, que debía desilusionarme de ella, que eso nunca pasaría y si quería una oportunidad, se la tendría que dejar a Dios o al Destino, ese destino que ya había hecho bastante por alejarme de ella, por hacerme ver que ella no era la persona para mí, por más que yo la hubiese escogido a ella, ella no me había elegido a mí, el mismo destino que me abría las posibilidades a un nuevo comienzo con alguien más compatible, que me quisiera y me valorara sin tanto esfuerzo y sin forzar tanto las cosas, un lugar y un momento donde las circunstancias mismas fuesen más favorables… Un nuevo comienzo. Significaba dejar y soltar todo ese tiempo que dediqué a querer e ilusionarme, que seguiría perdiendo si no abría mi mente a una nueva posibilidad de encontrar el amor, el lazo azul en otra parte, con miras a un futuro y no hacia el pasado.
El día de la playa me terminé de dar cuenta de su desamor hacia mí, también el día del baile final, donde bailó con su amigo y no conmigo, supe que mi causa estaba perdida y mi última carta, mi último as, sería irme de verdad, a ver si me buscaba… Pero su insistencia por buscarme después de eso, fue tan poca, que no pasó de un par de mensajes. Que por supuesto no respondí, para medir lo mucho que podría importarle, y hasta el sol de hoy dos días y 5 meses después, no supe más de ella.