[Fecha: 2126]
* Se dice que en la vida hay seis decisiones que de verdad importan. Son aquellas decisiones que no sólo cambiará tu vida, sino la de todos los que te rodean y son esas las que te definirán como persona. Peter estaba cara a cara con una de ellas, debería decidir. *
Él, siendo un sintético de alto rango en su facción, era responsable del último acorazado de lo que una vez fue una orgullosa flota estelar, y como tal, se le había una misión de suma importancia, la cual consistía en resguardar la evaluación de una pequeña colonia fronteriza. En estos momentos estaría diciendo a su tripulación ''Misión cumplida chicos, vamos a casa'', o al menos eso eso creía hasta que el destino lo puso en esta tan delicada situación.
Debía decidir. Momentos previos, una flota diez veces más grande había aparecido sin previo aviso, el hecho de que no los derribaran fue cosa de suerte.
La guerra había acabado hace relativamente poco, al igual que el plazo que se le dio esta colonia para desaparecer del sistema, la operación se había retrasado por la escasez de naves y la gran cantidad de planetas a evacuar. La aparición de aquella gigantesca flota solo significaba una cosa: Venían a exterminar a los rezagados del exilio.
Pero a pesar de que la flota enemiga los tenia en rango no atacaron, por el contrario, un contacto llegó a la consola de la nave de Peter, si quería sobrevivir no podía errar en sus palabras, en sus manos estaban más de 75.000 vidas civiles, más la suya y la de los tripulantes a bordo de las naves de combate.
La solicitud de conexión llegó como un fugaz disparo, todos guardaron silencio al oír los pitidos de aquella petición, Peter, sin hacer esperar al adversario, presionó un botón que dejó al líder enemigo frente a él en forma de holograma. Una mujer cercana a los 50 años era quien comandaba aquella flota, el color amarillento del holograma no dejaba apreciar su tez exacta u otros rasgos de color como su cabello, el cual era corto y estaba tomado al estilo militar, sin embargo, se notaba claramente sus rasgos caucásicos por la alta definición del holograma.
Esta dichosa mujer mostraba autoridad, lo que resaltaba en su placa de almirante. Tomando la iniciativa, habló firmemente y con desprecio. — No esperaba menos de tu repugnante facción, dejar que una maquina este al mando de semejante nave no es otra prueba de su traición a la raza humana. —Peter se mostró tranquilo ante tales insultos, solo por esta vez, se dejaría pisotear de semejante forma.
— Pero en fin, no me rebajaré a tu nivel, pedazo de plástico. —Continúo. — Es mas que obvio decir que tus miserables naves no pueden contra esta flota. Ya habíamos advertido que pasaría si no sacabais vuestros culos de mi planeta, ¿Que tienes que decir al respecto maquina?, ¿Que tan inútil tiene que ser tu mando para... ? o, ¿Acaso no pudieron evacuar este pequeño planeta, al igual que los 4 anteriores?, nuestros cañones aun están calientes por eso.
Los rasgos de sintético le ayudaron a Peter a mantener la compostura, era solo ver como algunos de sus subordinados humanos apretaban sus puños de ira por las palabras de aquella bruja, no podía dejarse llevar ,debía hablar con cuidado. — Técnicamente ya no estamos en el planeta. —Rebatió Peter.— Ademas ya nos retiramos, no es necesario que desperdicies mas de tu munición en pobres naves civiles llenas de refugiados.
La mujer hizo un gesto de disgusto. — No me vengas con tu lógica, maquina, no pruebes mi paciencia, y no te preocupes por nuestra munición, de seguro sus bodegas están llenas de ella, la recogeremos de sus restos si es necesario para reponerla.—Aquella mujer no seria tan fácil de persuadir, era obvio que ya había hecho esto varias veces.
— Y en cuanto a esos "refugiados"... Pues debieron pensarlo mejor antes de convivir con las maquinas, ya no hay nada que hacer por ellos, solo los salvara la purificación con fuego, tal como dicen los celestiales.
Peter estaba acorralado, notó de inmediato como la mujer parecía disfrutar el tenerlos así, debía tratar de convencerla de que al menos dejara ir a los civiles, pues ese era su deber.
— Pero podemos llegar a un acuerdo. —Dijo aquella sádica mujer, Peter escuchó atento.— Nuestra flota perdió su acorazado en la ultima "Limpieza". Entrega tu acorazado, junto con todos los sintéticos que tenga a bordo, y dejare que resto se marche, no me gustan los rodeos, ¿Que dices, maquina?
Ésta era la decisión de Peter, su Software no encontraba la respuesta mas apropiada para cumplir parcialmente su misión, debía salvar a cuantos pudiera, pero... ¿Entregar a los suyos?, debería pensar algo rápido.
Peter era considerado por muchos como casi un humano en cuanto comportamiento psicológico, ademas no tenia una preferencia especifica hacia el metal o la carne quedando demostrado en el campo de batalla, pero en estas situaciones no sabía que hacer, no tenia un algoritmo especifico que le indicara que podía hacer. Lo que fueron segundos en el puente, fueron horas dentro de la mente de Peter, tenia una posible respuesta, aunque sonase trillada y las probabilidades de éxito fueran muy bajas, era su mejor opción, debía cumplir su misión, y lo haría como mejor le pareciera, era su decisión.
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Editado: 16.11.2018