El Reino de Elun’dor siempre había estado protegido por la luz de una elfa. Su nombre era Vaelyra, nacida bajo la Estrella Eterna, bendecida con poderes que ningún otro ser había poseído en mil generaciones. Fue ella quien alzó barreras contra la oscuridad, quien sanó la tierra con su toque, quien luchó al lado del joven Rey Elandor, cuando ambos soñaban con un futuro de justicia y esperanza.
Eran inseparables, dos almas entrelazadas por la historia, la guerra y la promesa de un mañana juntos. El pueblo susurraba sobre su química, sus miradas cómplices, sus silencios compartidos. Pero cuando la corona pesó más que el corazón, Elandor eligió el poder. Se casó con una noble de sangre fría y apellido antiguo, sellando una alianza que aseguraría el trono… y destruyendo a quien alguna vez lo protegió con su vida.
Traicionada. Humillada. Relegada.
Desde entonces, Vaelyra cambió. Ya no era la guardiana del reino, sino su sombra. Encontró en el exiliado y temido Vaerion, enemigo del trono, una mente tan brillante como herida, tan sedienta de venganza como ella. Juntos, comenzaron a conspirar, no por locura, sino por justicia retorcida.
Elun’dor no caería bajo espadas extranjeras, sino por la mano de su antigua salvadora.