Valentino

Capítulo 4

Levanté la vista al escuchar las protestas de Cam mientras un profesor confiscaba su móvil y la llevaba a ella a administración. Debería haber tenido cuidado. Al igual que siempre la regla de cero teléfonos en el instituto, al menos no dentro, estaba siendo estrictamente aplicada. Con algo de suerte ella lo recuperaría.

—¿Crees que estará bien? —preguntó Andy.

—Perfectamente —dije.

Me sentía un poco mal por estar utilizando a Andy y estar aprovechándome un poco, pero de algún modo él había comprendido desde el primer instante que yo no buscaba ninguna relación y él tampoco lo hacía. Solo queríamos ser amigos, conocernos mejor o aquello habíamos acordado tácitamente. Andy era actor, como yo, y muy bueno por lo que sabía cuándo uno se ayudaba de sus recuerdos y sentimientos para darle más vida al personaje. Él no lo había mencionado, pero era consciente de que yo no podría haber actuado tan bien a Julieta de no haber sabido exactamente cómo ella se sentía.

Entonces, aquí estábamos. Ya había pasado una semana desde el comienzo de clases. Hablábamos un poco en el instituto, nos veíamos en los ensayos y también fuera, a veces. Él había conseguido el papel de Puck. Salíamos a tomar algo cerca del teatro o nos encontrábamos antes de los ensayos. Con el tiempo, Andy estaba comenzando a ser más seguro y menos torpe al ver que yo no mordía. Además, por favor, habíamos tenido que actuar Romeo y Julieta juntos. No era como si luego de tener que besarnos mil veces y siempre frente a un teatro lleno no generara cierta confianza entre nosotros.

—Entonces, ¿Maurice ya te encontró un Lisandro?

—Eso parece.

—Hay que ver cuánto dura contigo, no aceptas a cualquier actor.

—¿Qué puedo decir? Sufro de mis momentos de diva.

—No eres una diva, tú tan solo quieres alguien que le ponga tanta dedicación como tú lo haces. Y eso está bien.

Como dije, Andy era un buen chico, yo no debería estar utilizándolo y tonteando con él, sonriéndole y siendo mi principal motivación que el Servicio Secreto y Ethan me vieran pasando tiempo con otro chico. Si me veían y creían que había algo entre nosotros, que me había olvidado de Jack, entonces, quizás dejarían de molestarme. Andy y yo habíamos tenido que actuar de la pareja principal, por alguna razón el público siempre creía que ese tipo de cosas incluían que la relación también existiera en la vida real. Y, fuera de todo eso, disfrutaba de pasar tiempo con mi nuevo amigo.

El timbre sonó indicando que todos debíamos dirigirnos a la última clase del miércoles. La hora de historia pasó increíblemente rápido. Era horrible cómo tu materia favorita nunca parecía durar lo suficiente mientras las materias que odiabas eran eternas. Al momento de salir del instituto vi a Cam cruzar entusiasmadamente la calle para reunirse con el joven de dorados bucles (¿Qué tan avanzada tenía que estar la relación para que él te viniera a buscar al instituto?). Quizás lo suyo fuera en serio, era difícil saberlo con Cam. Ella tendía a exagerar, y tal vez ser un poco mitómana. Pero… bien por ella. Si era feliz, entonces yo no tenía nada para decir al respecto.

Una motocicleta se detuvo justo delante de mí en la calle. La chica se quitó el negro y brillante casco y sacudió su rubia melena. Diana era sensual y sabía cómo llamar la atención. Su ropa ajustada y sus botas invitaban a la imaginación y de algún modo su sonrisa de gato siempre era traviesa, pero astuta. Más de una persona se le quedó mirando, incluso yo, que no sabía qué hacía ella aquí.

—¿Quieres que te alcance hasta la práctica? —preguntó—. Estaba pasando y vi a un par de chicos con tu mismo uniforme, así que pensé: Hey. ¿Por qué no? Emma debe estar por aquí.

—¿Hace cuánto conduces?

—Tranquila, estás en buenas manos. Yo prácticamente vivo en las calles y llevo haciendo esto desde siempre. Entonces, ¿quieres que te lleve o no?

¿Por qué no? Había pasado buen tiempo con Diana en los ensayos y ella era una buena chica. Y esto sería más rápido y emocionante que el bus. Había visto chicas de este estilo en una ocasión, chicas malas cuyas noches debían ser demasiado cuestionables, pero no era algo que deseara recordar.



#4290 en Thriller
#2308 en Misterio
#3485 en Joven Adulto

En el texto hay: paris, londres, secretos

Editado: 09.03.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.